La nueva versión del sistema operativo más usado del mundo no es popular entre los aficionados a los videojuegos, sin embargo, desde Redmond tienen un plan muy claro para forzar la transición a todos los aficionados a jugar en el PC. ¿Cómo lo hará Microsoft para forzar la actualización a Windows 11 por los juegos? Os lo explicamos.
La pandemia ha provocado que muchos estudios de desarrollo hayan tenido que recortar la aplicación de ciertas tecnologías en los juegos, haciendo que nos encontremos en un periodo intergeneracional en lo que al uso de tecnologías se refiere. Si hay una tecnología en hardware que va a definir por completo los juegos del futuro no son las tarjetas gráficas más potentes, ni el procesador, sino las nuevas unidades de almacenamiento y el uso que harán de ellas.
¿Por qué Windows 11 se forzará a través de los juegos?
Una de las funciones de DirectX 12 Ultimate que tendrán soporte completo en Windows 11 es DirectStorage. Se trata de una API que permite controlar la comunicación entre el SSD y la tarjeta gráfica sin participación del procesador. Lo cual será clave para mover de forma directa los llamados «assets» gráficos como modelados, texturas y demás información visual directa a la VRAM de la gráfica sin aumentar latencia en el acceso a la misma.
Se suele decir que las unidades de esta sólido solo son para disminuir la carga de los juegos, sin embargo, tienen una aplicación muy clara y esta es el motivo por el cual los estudios de videojuegos han hecho mucha presión para su inclusión en PlayStation 5 y las Xbox Series. Obviamente, el PC no se va a quedar atrás.
Unreal Engine 5 es la clave
Sin embargo, uno de los elementos más importantes que hacen de DirectStorage es lo que Epic Games ha llamado Nanite en su Unreal Engine 5. La idea de Nanite es simple, hasta el momento a la hora de generar un escenario muy grande te tienes que asegurar que toda la información de la sección actual se encuentra en la VRAM, como esta es limitada, los desarrolladores han de sacar escenas de transición para cargar los juegos desde el disco duro.
Bajo el nuevo paradigma, los desarrolladores se pueden centrar en lo que ve el jugador y montar la escena a medida que va pasando por ahí. Tomando solo las partes necesarias de la escena desde el SSD a gran velocidad. Por ejemplo, en un juego de velocidad el circuito no estaría totalmente renderizado, solo una parte más allá de lo que puede contemplar el jugador, pero extremadamente detallada. El resto no haría falta que fuese renderizada, ya que no sería visible. Además, esto permite mostrar un mayor nivel de detalle en las cortas distancias.
También existe relación con el Ray Tracing
El trazado de rayos usa estructuras de datos sobre la escena ordenada para poder funcionar. Precisamente eso es lo que es Nanite en Unreal Engine 5 y ya habréis entendido que este depende de DirectStorage. De ahí a que Windows 11 en juegos vaya a ser imprescindible. Por el momento, dichas estructuras de datos funcionan como una caja negra que solo AMD, Intel o NVIDIA conocen, pero no tardaremos en ver como usan la información de la escena generada vía Nanite también para acelerar el Ray Tracing.
Claro está que las tarjetas gráficas actuales no están pensadas para ello, pero existe una tendencia clara en ese aspecto y hay funciones en este caso que sorprendentemente se encuentran en consolas, pero no en PC. Por lo que estamos hablando de una función muy anticipada que veremos en futuras tarjetas gráficas, posiblemente en revisiones de las RTX 40 y la RX 7000. En todo caso, la conclusión no es otra que Microsoft ha atado esta innovación que usaran todos los juegos en Windows 11, para así atar a los usuarios a su sistema operativo.