La mayor parte (por no decir casi todos) de los SSD NVMe en formato M.2 que traen disipador pasivo de serie viene con un pad térmico para mejorar la transferencia de calor desde los chips y controladora del SSD al disipador, de igual manera a como se utiliza pasta térmica entre un procesador y su disipador. Y, al igual que en estos, es una duda razonable el pensar si cada cierto tiempo es necesario cambiar este pad térmico al SSD, así que en este artículo te vamos a sacar definitivamente de dudas.
Es bien sabido por todos los aficionados al hardware que es necesario cambiar la pasta térmica que hay entre el disipador y el procesador cada cierto tiempo, ya que ésta va perdiendo poco a poco sus propiedades y su rendimiento siempre va en detrimento con el paso del tiempo. Lo mismo sucede, aunque lo hagamos menos frecuentemente, con la tarjeta gráfica y, en general, con todos los dispositivos que utilizan pasta térmica entre el dispositivo y su disipador pero, ¿sucede lo mismo con el pad térmico de los SSD M.2?
Un pad térmico no es una pasta térmica
A pesar de que la tecnología utilizada en las pastas térmicas ha cambiado y en muchas de ellas (según las indicaciones de los fabricantes) ya no es necesario renovarla cada seis meses sino cada dos años o incluso más, las propiedades de las pastas térmicas difieren en gran medida de las de los pad térmicos, y por este motivo las tareas de mantenimiento también son diferentes.
Para empezar, las propiedades y resistencia de una pasta térmica, que viene en un estado viscoso (que no es sólido pero tampoco líquido) no son las mismas que las de un pad térmico, que es un producto sólido (aunque en muchos casos sea blando y acolchado), y por lo tanto tampoco es lo mismo el desgaste que sufre con el paso del tiempo o por los efectos de las altas temperaturas.
Con esto queremos deciros que un pad térmico está diseñado para tener una durabilidad muy superior a la de la pasta térmica, y por lo tanto en términos generales no debería ser necesario cambiarlo porque están pensados para entregar un rendimiento decente durante toda la vida útil del dispositivo, incluso aunque estemos hablando de largos periodos de tiempo (por ejemplo 10 años). Ciertamente, durante tantos años su rendimiento puede verse comprometido, así que para entrar a valorar esto vamos a pasar al siguiente apartado.
¿Es necesario cambiar el pad térmico de un SSD cada cierto tiempo?
Por norma general, no. Como hemos explicado un pad térmico está pensado para durar durante toda la vida útil del SSD y por lo tanto no debería ser necesario cambiarlo. Ahora bien, dependiendo del uso, la temperatura y la edad del dispositivo sí que podemos ver que su temperatura ha aumentado bastante en comparación con cuando era nuevo, así que para saber si es necesario cambiar el pad térmico de un SSD debe entrar en juego una valoración personal al respecto de su rendimiento.
Dicho de otra manera: si notas que tras algunos años de uso la temperatura de tu dispositivo es demasiado elevada, entonces puede ser que sí que sea necesario cambiar el pad térmico para poder devolver al dispositivo el rendimiento térmico que tenía al principio, al menos en parte.
Lo que está claro es que esta tarea de mantenimiento no es algo por lo que debas preocuparte, y es que por norma general antes de tener que cambiar el pad térmico del SSD lo jubilarás y comprarás uno nuevo, ya sea porque has cambiado de plataforma, porque buscas mejor rendimiento, porque quieres más capacidad o simplemente porque el SSD ha llegado al final de su vida útil.