Aunque la tecnología G-SYNC lleva con nosotros mucho tiempo, algunos usuarios están iniciándose en el mundo del Adaptive Sync y VRR, tanto con FreeSync como con G-SYNC o G-SYNC Compatible, pero entre estas dos tecnologías hay varias diferencias, así como modos de proceder para activarlas. En este artículo te enseñaremos la manera correcta de proceder para activar G-SYNC o G-SYNC Compatible en tu monitor gaming y tarjeta gráfica NVIDIA.
La tecnología NVIDIA G-Sync nos permitirá, a modo de resumen, que la tarjeta gráfica pueda controlar la frecuencia de refresco del monitor, sincronizándola con la tasa de FPS que es capaz de mostrar en los juegos, de manera que al ir parejas se evitarán desincronizaciones, y con ello también los efectos de tearing y stuttering, algo muy molesto y que los gamers llevaban reclamando mucho tiempo.
Aunque las tecnologías de AMD y NVIDIA necesitan lógicamente de un driver para funcionar correctamente, las opciones y configuración de ambas tecnologías no tienen nada que ver. Mientras AMD lo basa todo en un simple botón en dicho driver, NVIDIA requiere un par de ajustes más si queremos que G-SYNC o G-SYNC Compatible funcionen correctamente, así que vamos a ver qué es lo que tendremos que hacer.
G-SYNC y los límites de hercios
Al lanzar NVIDIA la tecnología G-SYNC en 2013, creó un precedente en la industria que más tarde han seguido tanto VESA como AMD, cada una a su manera por supuesto. Pero al ser pionera en esto de Adaptive Sync y VRR, NVIDIA se encontró ciertos problemas con según qué jugadores y sus exigencias particulares.
Al principio, G-SYNC solo se limitaba a mejorar la jugabilidad dentro de los parámetros y rango de hercios que el monitor ofrecía. Esto quiere decir que la tasa máxima de frecuencia para G-SYNC se limitaba a la misma que el monitor conseguía en su panel (es decir, si tienes un monitor gaming de 144 Hz, esa será la frecuencia de refresco máxima que alcanzarás cuando tengas G-Sync activado), mientras que la mínima se establecía en los conocidos 30 Hz.
Aunque va contra toda lógica, muchos usuarios se quejaron de que NVIDIA no permitía salirse de esos parámetros, sobre todo en cuanto a tasas máximas, porque consideraban que mayores tasas de refresco en juegos como CS:GO les beneficiaba antes que tener habilitado G-SYNC.
Esto provocó que NVIDIA, ante tantas críticas, abriese el rango para cada jugador, pero ello implicaba que una vez nos saliésemos del rango del módulo G-SYNC se activase la tecnología Fast-SYNC de la compañía, la cual es una versión primigenia de G-SYNC Compatible. Dicho de otra manera, a pesar de que podremos disfrutar de una frecuencia de refresco variable, no será la nativa que ofrece G-Sync inicialmente, con el módulo físico por hardware que al principio llevaban los monitores compatibles.
Por lo tanto, hemos de saber que al instalar un driver de NVIDIA, la opción predefinida es esta, la cual no nos limitará en Hz y nos permitirá salirnos del rango de G-SYNC, algo que no es lo correcto si queremos aprovechar las bondades de dicha tecnología.
Activa G-SYNC en los drivers de NVIDIA
Partimos de la base de que ya tenemos nuestro driver actualizado e instalado en nuestro PC, que tenemos nuestro monitor gaming enchufado por DisplayPort y que nuestra tarjeta gráfica es, al menos, una NVIDIA de la serie 6 basadas en la arquitectura Kepler. Ojo porque G-Sync no funciona a través de HDMI, debes cerciorarte de que el monitor está conectado a la tarjeta gráfica a través de DisplayPort (o mini DisplayPort).
Vamos ahora sí a habilitar la tecnología, y es tan fácil como acceder al Panel de Control de NVIDIA (puedes hacerlo buscándolo en Inicio, pulsando con el botón derecho del ratón en cualquier espacio vacío del Escritorio y seleccionando Panel de Control de NVIDIA, o simplemente buscando el icono de NVIDIA en la bandeja de sistema, en los iconos que aparecen al lado del reloj en la barra de Inicio).
En la ventana que se abre, debes buscar en la parte izquierda la opción «Configurar G-Sync», y hacer clic sobre ello debes continuar con las siguientes funciones, que puedes ver en las capturas que os dejamos justo aquí debajo.
Una vez dentro y ya habiendo aunado NVIDIA las opciones de activación tanto para G-SYNC, G-SYNC Ultimate y G-SYNC Compatible, solo veremos tres opciones seleccionables: la primera activa la tecnología NVIDIA G-SYNC en todas sus variantes mediante una casilla de verificación, tras la cual y habiéndolo marcado se desbloquean dos opciones más. El elegir entre una u otra va en función de las necesidades de cada uno, aunque hemos de advertirte que en algunos juegos puede no funcionar demasiado bien en el modo ventana, y requerirá que tengas el juego en modo pantalla completa para poder funcionar adecuadamente.
Qué parámetros ajustar de G-SYNC
Algunos jugadores juegan en pantalla completa o pantalla completa exclusiva, mientras que otros requieren modos de ventana por diversas razones. Lo único que hay que tener en cuenta es que si seleccionamos el modo completa y ventana G-SYNC también se activará en algunos software que requieran ciertas instrucciones vectoriales para su interfaz.
Un buen ejemplo es el software de CORSAIR, iCUE, donde veremos que NVIDIA G-SYNC se activa cuando se abre y es algo que puede llegar a ser molestos en algunas circunstancias. Una vez seleccionada la opción correcta para nuestros gustos e intereses, pasamos a configurar correctamente G-SYNC.
Ahora tendremos que movernos hasta «controlar la configuración 3D», donde bajaremos hasta localizar el parámetro «Sincronización vertical» que es importante para lo que queremos llevar a cabo. Este ajuste, como sabéis, sincroniza la imagen a la frecuencia de refresco de la pantalla evitando que los frames se muevan en bloques distintos y todos, de alguna manera, vaya a una. Eso consume más recursos y activarlo podría reducir un pelín cómo nos funciona el juego.
En dicho parámetro seleccionaremos la opción «Activado», lo cual limitará los FPS a los hercios máximos que puede soportar el panel. Esto es indistinto a cualquiera de las tres versiones de NVIDIA G-SYNC disponible en la actualidad, ya que no tiene sentido excedernos por encima de los valores máximos del panel y salir de rango, ya que entonces tendremos tearing y stuttering.
Qué configurar dentro de los juegos
Una vez aplicado este ajuste ya podremos cerrar el Panel de Control. Por último y también muy importante, cabe recordar que en todos los juegos tendremos que seleccionar como desactivada la opción de la sincronización vertical, ya que el driver la fuerza automáticamente para sincronizar monitor y tarjeta gráfica mediante NVIDIA G-SYNC. De lo contrario, esto no funcionará.
Como siempre, es importante los procesos de ensayo-error y ver qué te funciona mejor en cada instante. ya que hay juegos que van a requerir una configuración distinta dependiendo de las exigencias técnicas, o de cómo queramos disfrutarlo. Es por eso que esta herramienta es esencial para muchos gamers que desean obtener siempre el máximo rendimiento de su hardware bajo cualquier circunstancia. De ahí, que os recomendemos conocer bien qué cambia cada menú para no provocar algunos errores que podrían aparecer de forma insistente. Así que mucho cuidado con lo que tocáis, dónde y cómo.
Aunque si la cosa falla demasiado, lo mejor es volver al preset de fábrica, al predeterminado, y volver a partir de ahí a configurarlo todo para intentar ver dónde se pueden estar produciendo los problemas y corregirlos desde la raíz. Es, muchas veces, la mejor estrategia que podemos seguir, partir desde los ajustes predeterminados y no desde una configuración ya retocada infinidad de veces.