Se está acabando la arena de silicio, ¿qué va a pasar con los procesadores?

El planeta va muriendo poco a poco y nosotros, como especie, no estamos haciendo mucho por impedirlo. Un ejemplo del mal que le hacemos lo podemos ver en la arena y grava mundial, materia prima de innumerables sectores que se recupera de forma natural más lentamente de lo que la extraemos. Los procesadores se basan en arena de silicio, por lo que ante la escasez ¿aumentarán su precio?
La arena global no es suficiente y no se regenera tan rápido como la extraemos y consumimos
No vamos a hacer apología de ecologismo ni una reflexión de hacia dónde nos dirigimos como especie, pero el problema que enfrentan muchas industrias con materias primas como la arena y grava sí tendría que hacernos, al menos, reflexionar durante un instante sobre si la carrera tecnológica y constructiva en la que estamos inmersos es sostenible.
Y es que estamos mal acostumbrados, donde cada semana e incluso cada día parece que es navidad. Presentaciones de productos por doquier, nuevas tecnologías, edificios cada vez mayores … y todo a un ritmo vertiginoso que está haciendo mella en el planeta. Según la revista Nature, la arena global no es suficiente actualmente.
Se recolecta y extrae a un ritmo más rápido que la velocidad de recuperación natural de la misma, hasta tal punto que se espera que la demanda exceda la oferta de esta materia prima en pocos años.
La arena es, después del oxígeno, el recurso más abundante y barato del mundo, donde su componente más usual es el silicio con una media de un 27,72%. Si en algunos años las compañías van a enfrentar problemas con esta materia prima, es fácil pensar que este hecho va a tener una repercusión directa en industrias como la informática de consumo, telefonía, almacenamiento y un largo etc.
Pero ¿realmente esto será así? es decir ¿está la industria de los semiconductores en jaque por este problema?
La producción anual se incrementa, pero las necesidades de la industria se mantienen
Según Science and Technology Daily, la industria debería estar preocupada pero no alarmada. El argumento que se expone es simple: los materiales de silicio que usa la industria de los semiconductores no son arena o grava general que proviene de ríos o lechos fluviales, sino de minerales como el cuarzo y otros derivados.
De momento, las reservas de minerales clave como el nombrado cuarzo son grandes, pero sobre todo se mantendrán más tiempo que la arena común debido al menor uso en cuanto a cantidad que necesita esta industria.
Tanto es así, que se estima que la cantidad total de producción anual a nivel mundial del llamado polisilicio es de 640.000 toneladas, de las cuales «sólo» 30.000 toneladas se destinan a fabricar cualquier tipo de chip.
De esas 30.000 toneladas, la industria de los semiconductores sólo representa el 5% de la producción total, por lo que, sumado a lo dicho anteriormente, deja una situación estable a nivel mundial en cuanto a materiales para la fabricación de chips tanto de alto como de bajo rendimiento.
Esto indica, al mismo tiempo, que los precios no se verán afectados a largo plazo en los procesadores de consumo, aunque la arena se esté agotando, por lo que si se produjese un incremento de los mismos sería por otros factores que nada tendrían que ver con las materias primas necesarias.
La pregunta real sería ¿es sostenible este ritmo? Es lo que realmente debería preocuparnos, quizá no tanto por los procesadores en sí, sino por el propio planeta.