Dell, HP, Microsoft y Amazon mueven parte de su producción de PC y accesorios fuera de China
Nuevo varapalo para China en plena guerra comercial contra los EE. UU y es que muchos de los principales fabricantes líderes a nivel mundial en PC buscan cambiar su capacidad de producción fuera de China, donde se sumarían al éxodo que está viviendo el país asiático por los aranceles de Estados Unidos. Esto provocará nuevos competidores directos para China ¿comienza el fin del imperio?
Los aranceles de Donald Trump hacen mella, poco a poco, entre los fabricantes
Doscientos mil millones de dólares, esa es la cifra que el presidente de los Estados Unidos de América fijó hace ya meses para ciertos productos que fueran producidos y exportados desde China a modo de aranceles, para con ello mejorar la competitividad de sus productos, materiales y un largo etc …
Las amenazas en última instancia antes de la tregua firmada hace solo unos días entre los dos países, y de la cual poco se conoce de momento, han conseguido parte de lo que se proponía ante una nueva subida de estos aranceles: mermar la capacidad de producción de China y forzar a las empresas a un éxodo irreversible a otros países.
Así, HP, Dell, Microsoft y Amazon (entre otros muchos) ya están en proceso o en estudio, dependiendo de la empresa en cuestión, para mover una sustancial parte de su producción fuera del país asiático, con objetivo de saltar los aranceles que Donald Trump ha impuesto. En concreto, HP y Dell, números 1 y 3 del mundo en cuanto a ventas de PC globales con casi un 40% de estas, están reasignando hasta un 30% de su producción fuera de China, en concreto fuera de Chongqing y Kunshan.
Esto supone que ambas ciudades Chinas perderían alrededor de 10 millones de portátiles en este 2019, lo que supondría la mitad de su producción de hace dos años.
Taiwán, Tailandia, Vietnam, Filipinas y República Checa, nuevos destinos de fabricación
No hay vuelta atrás. Cuando empresas del calado de las mencionadas u otras como ASUS, Acer, Google, Sony o Nintendo, mueven ficha en un tablero tan colapsado como comprometido, significa que, al menos, un 30% de la producción de China terminará en países vecinos o con condiciones ventajosas para establecer un nuevo «setup» de producción estable.
Si algo no quiere un gigante de la tecnología es incertidumbre política con efectos económicos, por ello, muchas de las empresas mencionadas ya están trabajando en asentar de cara al futuro la nueva producción de sus productos en países como Taiwán, Tailandia, Vietnam, Filipinas, República Checa e India.
En algunos casos y según se informa, el cambio de producción podría comenzar en este Q3 de 2019, lo cual evidencia que estas empresas no quieren perder comba en el mercado americano y que de cara al futuro buscan mayor estabilidad para sus inversiones.
Se asegura que el consenso de la industria es mover un promedio inicial sobre el 30% de la producción fuera de China, donde este se iría incrementando paulatinamente, siendo Apple la empresa más reticente de momento, donde otros muchos ya tienen sus planes desarrollados y algunos en ejecución.
Esto va a minar la capacidad de China como país productor de tecnología, donde algunos ya vaticinan que será víctima de su propio estilo de negocio, sobre todo si miramos a la India como principal competidor.