Review: Intel Core i7 8086K, una mirada 40 años atrás

Review: Intel Core i7 8086K, una mirada 40 años atrás

Miguel Ángel Rodríguez

El 8 de Junio de 1978 comenzaba la andadura de lo que hoy llamamos arquitectura x86. Una arquitectura que aún está muy viva si tenemos en cuenta que todos los procesadores están basados en ella. La familia de procesadores x86 ha ido perdurando en el tiempo hasta hoy. Desde los 286, 386 y 486 originales de Intel hemos tenido una larga serie de procesadores que ha terminado con la culminación de los Core i9. Muchos años han pasado, 40 para ser exactos, e Intel ha querido celebrar este hito con el lanzamiento del Intel Core i7 8086k el mismo día 8 de Junio haciéndolo coincidir con el cuarenta aniversario.

Y dejando el romanticismo, de lo que significa este procesador, de lado; podemos decir que el 8086k es un 8700k un poco más escogido. 300 Mhz en la frecuencia base y en el modo turbo separan al 8086k del 8700k y esto tampoco es realmente así, pues solo en el primer núcleo es donde el 8086k despliega esos 300 Mhz de más. Por lo demás estamos ante el mismo procesador fabricado en un proceso de 14 nm, de socket LGA 1151 y con su nombre en código «Coffee Lake».

Estamos ante una edición limitada de 50.000 unidades   

Una de las características que dan ese aura especial al 8086k es el hecho de que estamos ante un procesador del cual tan solo se han hecho 50.000 unidades. De esas 50.000 unidades se sortearon 8086, que es el número mágico, fruto del marketing de la gran compañía con sede social en Santa Clara.

Este es un procesador con un sabor diferente, es un procesador para disfrutar, para sacarlo de esa lucha continúa Intel-AMD a la que estamos acostumbrados y para echar una vista atrás al pasado y comprender que cuarenta años en el mundo de la informática no son tantos como pensamos. Han cambiado muchas cosas, la voracidad de los fabricantes es cada vez mayor, la competencia cada vez más dura, y los estándares cada vez más exigentes, pero la familia de procesadores x86 es la prueba irrefutable de que siempre existira un nexo común entre todos los procesadores.

Vamos a echar la vista atrás cuarenta años, vamos a parar un momento y vamos a saborear este momento.

 

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