Tamaño de la unidad de asignación: qué es y cómo influye en el disco duro
Muchas veces, al ahora de ir a formatear vuestra unidad de almacenamiento, seguro que os habéis detenido frente a un desplegable que os permite elegir el tamaño de la unidad de asignación para ese disco duro específico. Ahora entenderéis qué significa esta expresión y cómo el tamaño que elijamos influye en el funcionamiento de nuestros discos duros.
Antes de poder explicar qué es el tamaño de la unidad de asignación, nos tememos que debemos repasar un poco cuál es la estructura de archivos de un disco duro. A tener en cuenta también que, aunque la terminología que vamos a emplear se empezó a utilizar cuando todos los sistemas de almacenamiento eran discos duros mecánicos, esta terminología se sigue empleando en el caso de las unidades de almacenamiento sólido.
De manera general, la información en los discos duros se almacena en sectores. Un determinado grupo de sectores contiguos (aunque no tienen por qué estar físicamente contiguos) constituye un clúster. Es precisamente al clúster a lo que generalmente se denomina «unidad de asignación». Por lo tanto, el tamaño de la unidad de asignación es el número de sectores que forman parte de un clúster. El tamaño de clúster se puede modificar cuando vamos a hacer un formateo en nuestra unidad de almacenamiento.
El tamaño de la unidad de asignación puede variar en función del volumen de la unidad
Es en este punto cuando debemos de incluir la definición de «volumen». Por volumen se conoce a la unidad lógica formateada con un único sistema de archivos, residente en la partición de un disco duro. Por ejemplo, una unidad de almacenamiento puede tener dos volúmenes perfectamente. Es lo que se suele conocer como «particiones».
El hecho es que el tamaño de estos volúmenes puede dictaminar cual es el mejor tamaño de la unidad de asignación para dicho volumen y para el sistema de archivos que emplee. Os dejamos una tabla donde se explica bien este aspecto:
Las tablas incluyen el tamaño de la unidad de asignación para los sistemas de archivos NTFS, FAT 16, FAT 32 y exFAT y, como podéis ver en ellas, el tamaño depende en gran medida del tamaño del volumen que estemos empleando y del tipo de sistema de archivos que emplee la unidad de almacenamiento. Por tanto, podemos ver que el tamaño de la unidad de asignación, en ordenadores que empleen Windows 10, suele ser de 4 KB hasta que el volumen tiene un tamaño máximo de 16 TB. A partir de ahí, el tamaño del clúster se va multiplicando por dos.
Tener un tamaño de clúster más pequeño es lo mejor para nuestros ordenadores, donde los archivos no suelen ocupar mucho espacio en el disco duro. También es verdad que el tamaño más grande de disco duro que se puede instalar de manera física en nuestros ordenadores, por el momento, son 14 TB (no estamos contando las configuraciones RAID, que pueden ser mucho más grandes). Aunque, la realidad es que los usuarios no solemos movernos mucho por encima de los 2 – 3 TB de capacidad para los discos internos de nuestros ordenadores, con lo que un tamaño de 4 KB es más que suficiente.
Como norma, un tamaño pequeño de clúster permite ahorrar mucho más espacio que un tamaño grande. Esto se debe a que, cuando grabamos datos, los clústeres de bajo tamaño aprovechan mucho mejor el espacio físico del disco. Por contra, los clústeres grandes, cuando se emplean archivos de pequeño tamaño, dejan mucho espacio libre si aprovechar.