Intel ha desvelado sus planes para invertir 5.000 millones de dólares en su actual planta de Kiryat Gat, situada en la región sur de Israel. Con esta inversión, Intel planea expandir la capacidad de producción e investigación de la planta, a la vez que actualiza de manera generalizada las instalaciones de producción para fabricar procesadores modernos.
Intel posee una larga historia de trabajo en Israel. No se puede olvidar que los ingenieros creadores de la arquitectura Core original, en los tiempos de la debacle que fueron los Pentium IV de núcleo Prescot, fueron todos israelíes que trabajaban para la compañía en el sector de Investigación y Desarrollo de esta.
La fábrica de Kiryat Gat fue inaugurada en el año 1999, aunque para el año 2008 ya se había quedado pequeña, e Intel abrió una segunda fábrica dentro de las mismas instalaciones, denominadas Fab 28. Y ha sido con esta Fab con la que Intel ha estado funcionando hasta el momento en este país, produciendo procesadores a 32 nm inicialmente, aunque más adelante saltó al nodo de 22 nm.
Sin embargo, la fábrica original se ha quedado bastante anticuada a fecha de hoy. Y es por eso por lo que Intel ha decidido volver a invertir una buena suma de dinero en ella, con el objetivo final de actualizarla lo suficiente como para que pueda producir procesadores modernos en un nodo de fabricación más pequeño.
La inversión de Intel vendrá acompañada de jugosas exenciones fiscales para la compañía
El Ministro de Economía de Israel ha confirmado que, una de las condiciones para que Intel pueda llevar a cabo la inversión de 5.000 millones de dólares en la planta de Kiryat Gat es que, a su vez, invierta otros 838 millones de dólares en los proveedores locales durante el periodo que dure la ampliación de la planta, el cual se estima que será desde 2018 hasta el año 2020. Esta inversión afianzará todavía más la posición de Intel en la industria del país, donde ya es el 4º exportador de componentes de toda Israel.
Como era de esperar, el Ministro de Economía también ha anunciado que, con la inversión en Kiryat Gat, el fabricante recibirá una extensión de sus exenciones fiscales del 5% hasta el año 2027. También habló de conceder una subvención de 195 millones de dólares (que podría ser renovable por otra igual), siempre y cuando la compañía se comprometa a seguir invirtiendo en esta planta, que ya se ha convertido en uno de los principales puntos tecnológicos del país.