Cuando vas a una tienda en busca de un monitor, las estanterías están repletas de carteles con las resoluciones y pulgadas de los televisores. Sin embargo, hay un dato que no nos anuncian y que tenemos que buscar por nuestra cuenta en los datos de los monitores, este es el tiempo de respuesta: un elemento fundamental en los monitores que nos garantiza una mejor experiencia de juego. Te lo explicamos todo sobre esta característica.
El tiempo de respuesta marca la diferencia cuando se está reproduciendo una acción rápida en la pantalla. Aunque suene parecido, no tiene nada que ver con el retraso que se produce cuando pulsamos una tecla del ratón y tarda en producirse la acción correspondiente, esto se conoce como retraso de entrada.
Qué es el tiempo de respuesta de los monitores
Esta característica mide lo rápido que un pixel puede mostrar un cambio de blanco a negro o de una sombra de gris a otra. Una sombra de gris representa la intensidad con la que los colores se mostrarán en el monitor, como si de un filtro se tratase, cuanto más gris sea menos luz pasará. La unidad en la que se representa esta especificación son los milisegundos, desde que los frames están en los monitores de 60 Hz durante menos de 17 milisegundos.
Los pixeles necesitan hacer las transiciones muy rápido, para poder mostrar el siguiente frame a tiempo. Que un monitor tenga un tiempo de respuesta menor a 17 ms no significa que sea el mejor de todos. Un mayor tiempo de respuesta se puede dar lugar al ghosting, podremos ver el rastro de un objeto en movimiento por la pantalla porque los pixeles tardan demasiado en cambiar entre las diferentes sombras de gris.
Esta especificación afecta principalmente a los usuarios gamer o consumidores de contenido audiovisual, ya que pueden mostrarse elementos en la pantalla que nos empeoran la experiencia. En el mundo del gamer hay diferentes apreciaciones sobre cuál es el tiempo de respuesta más apropiado, algunos usuarios dicen que no se detecta desde los 5 ms, mientras que otros dicen que es necesario que sea de 1 o 2 milisegundos.
Los paneles TN son los más rápidos y capaces de conseguir menores tiempos de respuesta, aunque con una peor calidad de imagen y ángulos de visión que los IPS, que tienen mayores tiempos de respuesta. Sin embargo, las empresas no cuentan con un estándar que les diga cómo medir esta característica, por lo que a la hora de utilizar nuestro nuevo monitor puede que nos llevemos una decepción.