Por qué 2 tarjetas gráficas en SLI o CrossFire no rinden 2 veces mejor que una
Es habitual que ciertos usuarios que deciden ir por la ruta de las configuraciones con múltiples tarjetas gráficas, cuando comienzan a emplearlas se dan cuenta que el rendimiento que obtienen no es el que ellos habían esperado en un principio. En este tutorial os explicaremos el porqué y algunos trucos para intentar extraer el máximo de vuestra configuración.
Estamos convencido que la mayoría de vosotros habéis escuchado hablar de las configuraciones con varias tarjetas gráficas de tipo SLI o CrossFire. Y sí, todo lo que habéis escuchado (o leído) sobre ellas es verdad: Es verdad que incrementan de manera considerable el rendimiento frente al que se obtiene con solo una sola tarjeta gráfica. Y también es verdad que el consumo de energía se disparará muy por encima de aquello a lo que estéis acostumbrados.
Pero el rendimiento de este tipo de configuraciones no siempre es el que el usuario esperaba de una configuración tan cara como estas. Generalmente, este tipo de configuraciones no pueden rendir el 100% del rendimiento que prometen por una serie de factores de los que ahora hablaremos con algo más de detalle.
Cuantas más tarjetas gráficas en la configuración, peor rendimiento general
Como sabéis (y si no lo sabéis, ahora lo haréis), estas configuraciones con varias gráficas funcionan, muy a groso modo, de manera que ambas gráficas se reparten el renderizado de las imágenes, de manera que cada una de ellas renderiza uno de los frames. Pero, para ello se tienen que poner de acuerdo, algo que hacen a través del puente de datos que suelen tener estas tarjetas en su parte superior (aunque actualmente se suele emplear el bus PCIe para esta comunicación). Esto, lo que genera es, por un lado, un elevado overhead y, por otro lado, bastante latencia en el conjunto de las gráficas.
Todo este overhead de las tarjetas gráficas puede acabar creando un fenómeno denominado micro stuttering, en el que la imagen, en vez de ser fluida, tiene como muchos y muy pequeños parones. Esto puede hacer que, a pesar de tener una tasa de fps muy elevada, el juego sea completamente injugable.
Pero no solo le vamos a echar las culpas al hardware. Los desarrolladores de los juegos también tienen su parte de culpa dado que, si bien algunos de ellos sí desarrollan los juegos para que escalen bien con varias tarjetas gráficas, hay otros que, dado que el sector de usuarios que emplean configuraciones en SLI o CrossFireX es uno minúsculo dentro de todo el mercado, directamente no implementan el soporte para este tipo de configuraciones, porque requiere una inversión extra de dinero que el desarrollador no está dispuesto a invertir.
¿Cómo aliviar un poco estos problemas y exprimir mejor nuestras configuraciones con varias gráficas?
Una de las maneras más habituales para sacarle mejor rendimiento es hacerle overclock al procesador. De esta manera, el procesador va más suelto a la hora de mandar trabajo a las gráficas y se reducen las latencias.
Importante también es que ambas tarjetas gráficas se parezcan lo máximo posible. Independientemente que las GPU funcionen a la misma frecuencia, siempre es mejor si ambas gráficas son similares modelos del mismo fabricante.