Ha salido a la luz una nueva tarjeta gráfica destinada para el minado de criptomonedas. No es la primera tarjeta gráfica que existe de este tipo, pero su existencia es algo que no sienta muy bien al resto de usuarios ya que muestra las intenciones de las compañías de centrarse en este beneficioso sector.
La gráfica de la que os vamos a hablar hoy está fabricada por Inno3D, la Inno3D P102-100 es un acelerador de minado de criptomonedas que sólo podrá utilizarse para este fin ya que no cuenta con los elementos necesarios para ser utilizada en un ordenador de sobremesa.
La nueva gráfica para minado que no es más que una NVIDIA GTX 1080 Ti recortada
Esta nueva tarjeta gráfica P102-100 es una versión recortada de la NVIDIA GTX 1080 Ti, la gráfica de gama alta de NVIDIA. Esta gráfica para minado cuenta con menos núcleos CUDA y menos de la mitad de la memoria GDDR5X que su versión original, aunque la VRAM funciona a la misma frecuencia.
Esta versión lite de la GTX 1080 Ti cuenta con 3.200 núcleos CUDA y 5 GB de memoria GDDR5X, mientras que la versión original cuenta con 3.584 núcleos CUDA y 11 GB de memoria.
Los gamers no podrán hacer uso de ella cuando deje de ser utilizada para minar
Uno de los datos más llamativos de esta gráfica es que no podrá ser revendida cuando su dueño decida deshacerse de su GPU de minado, ya que no es más que un PCB con un par de ventiladores y ninguna salida. Esta gráfica de bajo rango mantiene los elevados precios a los que ya nos estamos acostumbrando, su precio de salida es de 800 dólares.
Para los gamers esto puede ser bastante desesperante, el minado se ha llevado la mayoría de GPU de mercado y subido el precio a niveles estratosféricos de las que aún están en las estanterías. Esto no se queda aquí, porque, a pesar de la escasez, siguen saliendo nuevas gráficas al mercado y muchas de ellas enfocadas solo a su uso en la minera.
Si NVIDIA y AMD deciden al final crear nuevas arquitecturas sólo para mineros y no consiguen poner a la venta el stock suficiente de GPU para minar, pueden que el efecto sea aún peor: habrá gráficas para dos grupos, pero si uno se queda sin las suyas empezará a comprar las del otro. Por lo que puede resumirse en menos oportunidades para los gamers a la hora de adquirir sus GPU.