Siempre que nos decidimos por montarnos un nuevo ordenador de altas prestaciones, invertimos mucho dinero en los procesadores y las tarjetas gráficas. Tendemos a pensar que el procesador que hay con más núcleos es el que necesitamos, sin embargo, esto no es siempre así y depende mucho del uso que vayamos a hacer de nuestro PC.
Los procesadores con un elevado número de núcleos o de hilos no tienen por qué ser la mejor opción de compra, menos si lo que vamos a hacer principalmente con nuestro ordenador es jugar.
¿Para qué sirven tener una CPU multinúcleo?
Cuando disponemos de varios núcleos en nuestros ordenadores, la CPU es capaz de paralelizar. Esta técnica sirve para que un programa pueda «dividirse en partes» y ser ejecutado por los distintos núcleos de nuestro procesador. Gracias a esto podremos conseguir resultados mucho antes que si se hace en un sólo núcleo. Hasta aquí todo bien, ¿entonces porque en los juegos no nos sirve tener más núcleos en el procesador? Que un procesador pueda paralelizar no implica que todos los programas sean paralelizables.
En rasgos generales, para que un programa se pueda paralelizar este ha de tener instrucciones que no dependan unas de otras. Por ejemplo, pueden beneficiarse de los sistemas multinúcleo con un número de núcleos importante sistemas dedicados a la edición de video, cálculos meteorológicos o de resolución de diferentes problemas.
Un juego no necesita muchos núcleos, necesita mucho rendimiento
Para ejecutar un juego necesitamos un dispositivo capaz de resolver grandes cálculos y ese es la GPU, sin embargo, esta no puede ejecutar las instrucciones cuando quiera. Cada parte del código del juego debe ejecutarse en el momento apropiado y para ello tenemos a la CPU. La GPU realiza grandes cálculos que resuelven lo que estamos haciendo actualmente en el juego, como por ejemplo, el movimiento de un brazo del personaje, no obstante, es el procesador el que le pide que realice ese cálculo en ese momento.
El procesador es fundamental para la correcta ejecución de un juego, ya que es el encargado de decirle a la GPU cuándo debe realizar cada cálculo. Es muy difícil para los programadores encontrar la fórmula para hacer que el código de los juegos que diseñan sea fácil de paralelizar y, por tanto, un procesador no tiene mucho que dividir a la hora de comunicarse con la CPU.
La industria está trabajando en la paralelización
Poder paralelizar un juego triple A es uno de los problemas que está intentando resolver la industria, mientras tanto, lo más aconsejable es coger el dinero del presupuesto dedicado a un carísimo procesador con un gran número de núcleos, y dedicarlo en uno que tenga un número de núcleos más reducido pero una mejor frecuencia de reloj y arquitectura. Ya que gracias a esto podrás conseguir mejores resultados en la ejecución de tus juegos.
La propia AMD lo ha demostrado con los Ryzen, ha conseguido un gran procesador para juegos con tan sólo cuatro núcleos, pero una arquitectura y frecuencias que hacen que tenga un muy buen rendimiento por núcleo.