Intel acaba de presentar sus resultados fiscales del tercer trimestre de este año. Y, aunque hay subidas de ingresos en casi todos los departamentos, hay uno que ya no ha crecido nada: el segmento de computación, donde se agrupan las ventas de procesadores. Unos datos que son bastante reveladores.
Si hace unos días AMD publicaba unos fantásticos datos sobre sus resultados fiscales del tercer trimestre, hoy Intel ha hecho lo propio. Y, como ha venido haciendo a través de los años, casi todos sus departamentos han crecido en su volumen de negocio y sus ganancias. Estos crecimientos los resumo de la siguiente manera:
- Grupo para Centros de Datos (Data Center): sube un 7%
- Grupo de Internet de las Cosas (IoT): sube un 23%
- Grupo de Non-Volatile Memory Solutions: sube un 37%
- Grupo de soluciones programables (Programmable Solutions): sube un 10%
De todos estos, está claro que los más reseñables son los incrementos de los Grupos para IoT y NVM Solutions. Especialmente el del último, que probablemente esté bastante ligado a la introducción y aceptación de la memoria Optane dentro del mercado.
Que no crezcan las ventas del procesadores, ha lastrado bastante los resultados de este trimestre
La nota discordante de este trimestre es la ausencia de crecimiento del sector de computación. En este sector se agrupan las ventas de procesadores. Teniendo en cuenta que el pasado segundo cuarto hubo un incremento de ventas de un 12% frente al mismo cuarto del año pasado, de alguna manera los resultados de este tercer cuarto se han visto bastante empañados. La única razón que se me ocurre es que Intel, por primera vez en una década, vuelve a tener una competencia tangible. Y los consumidores están optando en masa por irse a dicha competencia.
Mi aseveración quedaría refrendada por ls resultados financieros de AMD. Los cuales han pegado un considerable salto hacia los números positivos. Desde luego, en un mercado tan polarizado como es el de procesadores de escritorio con arquitectura x86, donde solo hay dos empresas que realmente importan (no, VIA Technologies realmente no importa), las pérdidas de uno son las ganancias del otro. Y ésto que estamos viendo en Intel es un claro ejemplo de lo que acabo de comentar.
No es que Intel haya dejado de vender procesadores. Es que muchos de sus clientes van a optar por pasarse a los modelos de la competencia, ahora que se están solucionando los problemas de compatibilidad con las memorias. Y yo, como analista de hardware y como usuario, me alegro de ello.