Desde la llegada de los dispositivos de estado sólido (SSD) al mercado, se ha puesto en entredicho la necesidad de seguir utilizando un disco duro mecánico, especialmente en los PCs domésticos. Hace unos meses yo tomé la decisión de prescindir de ello y pasar a emplear únicamente SSDs en mi PC personal; en éste artículo os cuento el porqué de la decisión, y el resultado que me ha dado.
En el mercado actual ya no es para nada raro -de hecho es bastante habitual- que los PCs domésticos ya tengan un SSD, al menos para el sistema operativo y los programas y juegos principales, pues es algo que acelera en gran medida todo el equipo. El precio de los SSDs ya hace tiempo que permite hacer esto, pero para el almacenamiento masivo se sigue utilizando al menos un disco duro mecánico en los PCs domésticos. Yo hace tiempo que tomé la decisión de usar solo SSDs, y os cuento los motivos.
Ya no hay tanta necesidad de almacenamiento
En el mundo en el que vivimos, ya casi todo se basa en la nube. Y si no es en la nube, somos muchos los usuarios que tenemos un NAS casero que hace las veces de almacén de archivos. Es cierto que las fotos y los vídeos ocupan mucho espacio en el disco duro y que los discos mecánicos tienen más esperanza de vida que los SSDs (al menos en el papel, porque ahora os contaré una cosa al respecto de esto) para guardarlos, pero en una utilización convencional para un PC doméstico al final terminamos teniendo todo o casi todo nuestro contenido multimedia en la nube, en discos externos o en pendrives.
Esto, combinado con el hecho de que a día de hoy los SSDs de 480-512 GB ya tienen precios razonables, y al ver que en mi disco mecánico de 2 TB apenas tenía 250 GB utilizados, me hizo tomar la decisión de adquirir un nuevo SSD y prescindir del mecánico. Actualmente tengo:
- Corsair MP500 480 GB: Para el sistema operativo, los programas, y los dos juegos a los que más juego: Final Fantasy XIV y League of Legends. Aun así, me sobran 260 GB libres.
- Corsair Neutron XTi 480 GB: Aquí tengo instalados el resto de juegos, y lo utilizo como almacén de documentos combinado con el NAS casero y la nube. Es un disco realmente muy rápido, así que los juegos instalados en éste también “vuelan”.
Por qué ya no tengo disco mecánico en mi PC
La primera cosa que pensé fue, ¿y por qué no? Los SSDs ocupan menos espacio que los discos mecánicos (y quedan mejor en la caja, todo sea dicho), no hacen nada de ruido, consumen menos y apenas se calientan, por no hablar de que son muchísimo más rápidos. Esto, sumado a lo ya comentado antes de que ya no tengo tanta necesidad de espacio masivo como antes me hizo tomar la decisión.
Además, hay que tener en cuenta una cosa: Es cierto que los SSDs tienen menos esperanza de vida que los discos tradicionales, aunque esto se ha ido paliando según ha avanzado la tecnología y a día de hoy ya duran prácticamente lo mismo (aunque siempre dependiendo del uso que les demos, claro), pero yo veo una ventaja: siempre sabes, aunque sea de manera aproximada, cuánta vida le queda a tu SSD, y puedes prever su sustitución. Esto es algo que en un disco mecánico no tiene cabida, pues pueden fallar en cualquier momento: a mi personalmente hay discos mecánicos que me han fallado con solo 9.000 horas de uso, y tengo otros con 44.000 horas que siguen funcionando.
Lo que es cierto es que desde que tengo dos SSDs en mi sistema y sin ningún disco tradicional ya no quiero volver a éstos (también es cierto que los he “relegado” al NAS, esto tengo que admitirlo, pero ya no los tengo en mi PC): mi equipo ahora es más rápido, más silencioso, se calienta menos y, por qué no decirlo, me gusta más ver su interior sin la cabina para discos (en mi caja los dispositivos de 2,5 pulgadas se instalan en la parte trasera de la placa base).