Como continuación de el actual plan estratégico de Seagate para reducir costos, este fabricante ha decidido que próximamente cerrará su fábrica de Suzhou, en China, la más grande que posee la compañía. Este movimiento, desde luego reducirá considerablemente la producción de discos duros mecánicos de la compañía, aunque no así la fabricación de otros componentes como los platos o los cabezales de lectura, que actualmente se fabrican en otras instalaciones.
La irrupción y popularización de los discos duros de estado sólido, con su consiguiente aumento de tamaño y reducciones en el coste por gigabyte interno ha creado una situación que difícilmente es sostenible para los gigantes establecidos en la fabricación de discos duros mecánicos, que han visto muy reducida su demanda, especialmente ahora en que cada vez es más normal ver discos mecánicos de mayor capacidad en una única unidad y a unos precios relativamente asequibles (por ejemplo, un disco duro de 4 TB se puede encontrar ahora mismo por menos de 140 € sin problemas), así que el disco mecánico cada vez se está, viendo más relegado al entorno de los servidores de datos, donde sus capacidades pueden ser mejor empleadas. Ello ha significado una reducción considerable del número de unidades que se requieren cada año y, dada la baja demanda, Seagate ha decidido actuar cerrando su mayor fábrica.
La fábrica de Seagate en Suzhou es la encargada del ensamblaje final de los discos duros, así como del testeado final de los mismos antes de ponerlos a la venta pero no se encarga de la fabricación de los sub componentes requeridos, como son las cabezas lectoras, para lo cual ya tiene una fábrica más moderna localizada en Wuxi que, precisamente, hace lo mismo que la de Suzhou y también produce cabezas lectoras para los nuevos discos mecánicos.
La fábrica original la heredó Seagate cuando compró a Maxtor y ha estado en producción hasta hace bien poco, pero actualmente está casi por completo parada y queda muy poco personal trabajando en ella. Esta planta tiene una superficie de 102.000 m2 y el fabricante no ha desvelado qué pretende hacer tanto con el edificio como con la maquinaria que queda todavía en sus instalaciones, la cual podría ser reubicada en otras fábricas que sí se dedican todavía a este tipo de menesteres.