Os mostramos la nueva arquitectura de las próximas AMD Radeon Vega

Aunque el mercado de tarjetas gráficas se haya estado moviendo bastante el pasado año 2016, especialmente desde Septiembre hasta ahora con los lanzamientos de los nuevos núcleos gráficos Polaris 10 y 11 por parte de AMD Radeon, y los núcleos Pascal por parte de NVIDIA, el mercado sigue explotando básicamente una arquitectura similar. Y esto es algo que Radeon Technologies Group se propone cambiar con las próximas tarjetas gráficas Vega, las cuales van a implementar nuevos componentes dentro del núcleo que las harán los modelos más potentes y eficientes que AMD haya fabricado hasta la fecha.
Lo primero que quiero decir es que en este artículo solo voy a hablar de la nueva arquitectura dado que la propia tarjeta gráfica tiene previsto su lanzamiento para la primera MITAD de 2017, así que no esperéis fotos de las tarjetas gráficas dado que faltan de 3 a 5 meses para ese tipo de fotos. De todas formas, si bien Polaris 10 y 11 eran un último esfuerzo por parte de AMD para recuperar terreno en la gama media, os aseguro que Vega está diseñada al 100% para ser una tarjeta gráfica de gama alta.
Dicho ésto, comenzaré con una primera imagen de la que va a ser la arquitectura esquemática interna de Vega:
Quizás lo más importante que trae Vega al tablero, ahora mismo, es su nueva arquitectura de cómputo denominada NCU (Next generation Compute Unit), la cual es capaz de manejar dos instrucciones de coma flotante FP16 dentro de una única instrucción FP32.



Otra de las áreas en las que Vega debería de ser interesante es en que anuncian una nueva línea de geometría programable, capaz de dar hasta el doble de operaciones por cada ciclo de reloj, dado que esta nueva arquitectura está diseñada para manejar hasta 11 polígonos por cada ciclo de reloj, empleando 4 motores de geometría.




Por supuesto, otra de las grandes estrellas de estas nuevas gráficas es el empleo de la nueva memoria gráfica HBM2, como evolución de la HBM que ya se utilizó con el lanzamiento de las gráficas Radeon R9 Fury. En este caso, las nuevas memorias ya no estarán virtualmente capadas a los pobres 4 GB de las HBM originales si no que se podrán crear gráficas con hasta 32 GB de memoria de vídeo, aunque esto solo lo podría ver útil en el mercado de gráficas para workstations o para estaciones de cómputo. Sin embargo, otra gran mejora ha sido el doblar el ancho de banda disponible para cada pin, lo que desde luego eliminaría el actual cuello de botella que presenta la memoria HBM.


Y hasta aquí todo lo que AMD Radeon ha querido compartir con nosotros que, aunque tremendamente interesante por las posibilidades de despierta, no deja de ser bastante poco y deja a la vista más incógnitas de las que devela. Pero, por supuesto, en Hard Zone os seguiremos informando de todo lo que nos quiera mostrar AMD Radeon a este respecto en el futuro.