Y el día llegó. Ayer por la noche, AMD presentó el primer procesador de su nueva gama de procesadores desarrollados con la arquitectura Zen en su interior: el Ryzen. Un nuevo procesador que está llamado a marcar un antes y un después en la fabricación de procesadores para AMD, dado que según se pudo ver durante la presentación, era capaz de batir holgadamente al bastante caro y mucho más tragón Intel Core i7 6900K, tanto en aplicaciones multihilo como en juegos a 4K.
El evento New Horizon celebrado ayer por AMD en Austin , Texas, sirvió para poner en claro y, sobre todo de manera oficial, varias de las dudas que nos han estado asaltando desde que surgieron los primeros rumores al respecto de Zen, especialmente el nombre que el fabricante había decidido escoger para su gama alta, el cual como ya pudisteis leer ayer es Ryzen. El motivo de la elección de Zen como nombre de la arquitectura es debido a que AMD quería destacar que el procesador equilibra el alto rendimiento con el consumo bajo, a la vez que introduce nuevas características de las que más adelante hablaré.
También nos enteramos que la arquitectura se empezó a desarrollar durante el 2012 y cuyo resultado final es Ryzen, un procesador muy potente y con un diseño muy eficiente. Ryzen es un procesador de 8 núcleos y 16 hilos que emplean la tecnología Simultaneous Multithreading y que está dotado de 20 MB de Caché L2 y L3 compartidas entre todos los núcleos, es decir, que si uno de los núcleos se queda sin caché automáticamente puede emplear la caché que no esté en uso en otro de los núcleos sin tener que esperar ni un solo instante.
Uno de los puntos fuertes del nuevo procesador es lo que AMD ha dado en llamar Neural Net Prediction, el cual definen como una intricada red interna de predicción que es capaz de aprender del código que ejecuta y realizar predicciones mucho más acertadas, con el consiguiente incremento en el rendimiento de las operaciones, al igual que anticipará de manera más acertada las decisiones futuras, la correcta pre carga de instrucciones y elegirá el camino más adecuado de éstas a través de la pipeline del procesador.
El gran arquitecto del incremento prestacional en el IPC de Zen es la nueva tecnología AMD SenseMI, la cual se divide en las siguientes características:
- Pure Power, que incorpora más de 100 sensores independientes distribuidos en el procesador encargados de definir el voltaje, la velocidad de reloj y el modo de operación con el mínimo consumo de energía.
- Precission Boost, que lee los sensores antes mencionados hasta 1000 veces por segundo y se encarga de optimizar la frecuencia de reloj hasta en 25 MHz.
- Extended Frequency Range (XFR), la cual cuando detecta que se está refrigerando el procesador de forma eficiente, incrementa el margen de frecuencia de reloj que maneja el Precission Boost para adecuarla a la nueva refrigeración.
- Neural Net Prediction, de la cual ya he hablado en el párrafo anterior.
- Smart Prefetch, que es un sofisticado algoritmo de aprendizaje que anticipa los datos que va a requerir un programa y los precarga antes de ser requeridos.
Durante la presentación se vieron varias demos interesantes. La primera de ella enfrentaba a un procesador Ryzen a 3,4 GHz (sin ningún tipo de Boost) a un procesador Intel Core i7 6900K plenamente funcional, es decir, con el Boost a 3,7 GHz habilitado, en dos tests. Uno con el programa Blender y otro con el programa Handbrake, en los cuales fue capaz de batir al procesador de Intel. Luego, también se pudo ver cómo permitiría jugar y hacer streaming a la vez a una resolución 4K, pero empleando en este caso una tarjeta gráfica Nvidia Titan X, para eliminar el tema de la optimización de los juegos. En este caso, Ryzen competía contra un procesador Inte Core i7 6700K que había sido clockeado a 4,5 GHz y se veía bien a las claras que el sistema movido por el Inte era incapaz de hacer ambas cosas a la vez. El hecho de que Ryzen todavía no funcione con velocidad de Boost lo único que me dice es que todavía no está completamente finalizado el diseño al 100%, lo que significa que de aquí a su futura puesta en el mercado, el rendimiento de Ryzen solo puede crecer, no retroceder.
Para terminar la presentación, AMD permitió ver una primera prueba de rendimiento de las próximas gráficas Vega, corriendo en Ryzen el último DLC de Star Wars Battlefront.
AMD no comentó nada sobre el precio que se baraja poner a estos procesadores cuando salgan a la venta ni dio fecha para su comercialización, aunque sí se dijo que estaban cumpliendo su objetivo de comercializarlos durante el primer cuarto del próximo año 2017.