Si todavía seguís aferrados a Windows 7 como vuestra plataforma principal, tenemos que daros malas noticias: los nuevos procesadores de Intel y AMD no van a recibir soporte oficial de Microsoft en dicha plataforma. Ampliando lo que el fabricante de software dijo a mediados del pasado mes de Enero, Microsoft ha confirmado de nuevo que Windows 7 no va a recibir más soporte para procesadores modernos.
Está claro que Microsoft quiere que todos sus usuarios se cambien a Windows 10, algo que ya intuimos con su movimiento de dejar la actualización gratis por un año para los usuarios que tuvieran una copia legal del que probablemente ha sido el S.O más exitoso de la gente de Redmond. Sin embargo, los usuarios están siendo bastante remisos a la hora de saltar al nuevo Windows y Microsoft no parece estar por la labor de seguir con el soporte de una plataforma que tiene ya 9 años de antigüedad, probablemente tras la experiencia previa que tuvo con Windows XP.
De hecho, algo similar iba a suceder cuando los procesadores Intel Skylake iban a salir al mercado pero finalmente Microsoft decidió dar marcha atrás y dar soporte a estos procesadores en Windows 7 ante el revuelo que despertaron sus intenciones ante toda la comunidad de Internet. Sin embargo, parece ser que esta vez Microsoft tiene toda la intención de mantenerse firme en su decisión y forzar la actualización de los equipos que empleen estos procesadores más los de Qualcomm (aunque estos sean solo para el sector de telefonía móvil).
Seguro que más de uno se está preguntando qué puede suceder si compráis uno de estos procesadores y lo queréis instalar con Windows 7. Pues ahora mismo realmente no se sabe, pero si Windows no soporta dicho procesador porque no hay drives (y AMD e Intel han confirmado que no van a desarrollar drivers para esta plataforma, lo que significa que los fabricantes de placas base tampoco lo harán), la primera duda sería si te iba a dejar instalar el S.O sin dar problemas en la instalación o bien, en el caso que nos permitiera instalarlo, no creemos que el equipo fuera a ser completamente estable.
Luego estaría el hecho que cualquier aplicación desarrollada para sacar partido a algunas de las nuevas extensiones que se han implementado en estos nuevos procesadores probablemente sería, de salida, incompatible con Windows 7 con lo que no podríais emplearla. Para más inri, lo más probable es que Windows 7 tuviera que funcionar en un modo de compatibilidad tan exageradamente agresivo que su usabilidad se vería considerablemente mermada para sus usuarios.
La buena noticia es que Linux sí soportará al 100% tanto los Zen de AMD como los Kaby Lake de Intel. Lo comentamos para aquellos usuarios de esta plataforma que nos visitan a diario.