A primeros de mes os hablábamos de uno de los lanzamientos estrella de Samsung en el CES 2015, el SSD externo T1 Portable que destaca por ser el más pequeño del mundo. Las primeras muestras para review ya han pasado por diversos laboratorios de pruebas y han mostrado un rendimiento sorprendente que lo convierte, al menos de momento y dentro de la interfaz USB 3.0, en el SSD externo más rápido del mundo también.
En diversas pruebas sintéticas el Samsung T1 Portable se ha mostrado solvente, entregando un rendimiento muchas veces similar al de un SSD con interfaz SATA 3. Sin ir más lejos, una prueba realizada por Guru3D en CrystalDisk Mark muestra un rendimiento superior a 434 MB/s de lectura y 401 MB/s de escritura en el modelo de 500 GB de capacidad, que ya quisieran muchos SSDs alcanzar tamañas tasas de transferencia para sí.
¿Cómo ha conseguido Samsung tal rendimiento en un SSD externo con conexión USB 3.0? La clave es sin duda la controladora interna USB 3.0 integrada en el propio SSD, ya que aunque parezca mentira por su pequeño tamaño a Samsung todavía le ha quedado sitio para ésta. Al dotar al propio dispositivo de una controladora USB 3.0 de gama alta ya no depende de la que tenga integrada la placa del ordenador al que vayamos a conectar el dispositivo, pudiendo de esta manera asegurar el mejor rendimiento en cualquier situación dado que ésta ha sido diseñada específicamente para el SSD.
Esto nos trae una pregunta a la cabeza: ¿Comenzará el resto de fabricantes a seguir el ejemplo de Samsung e integrarán sus propias controladoras en los dispositivos externos? Desde luego una buena idea es, aunque es cierto que el precio de este Samsung T1 Portable es bastante prohibitivo todavía.