La curiosidad de la semana nos llega de la mano de Martijn Wismeijer, un usuario que además de emprendedor puede decir que siempre tiene sus Bitcoins al alcance de la mano, literalmente. Y es que este usuario ha alcanzado el límite de la obsesión por tener sus Bitcoins a buen recaudo; cuando lo habitual es tener la cartera de Bitcoins guardada en lugar seguro en algún medio de almacenamiento offline, este usuario ha decidido implantarse en las manos dos chips NFC NTAG216 RFID, uno contiene su identificación y el otro la clave de su cartera de Bitcoins.
Ambos chips están ubicados dentro de una cápsula de cristal, que gracias al uso de una aguja especial le han sido implantados al usuario, uno en cada mano, concretamente entre los dedos índice y pulgar. Cada una de las dos cápsulas almacena 880 bytes, así que ya supondréis que los Bitcoins no caben dentro de estos chips. Lo que Wismeijer lleva es en una mano su identificación personal, de manera que cualquiera con un escáner NFC podría identificarle (en plan película futurística). Es curioso que este chip está reescribiendo la información que contiene contínuamente, de manera que en realidad no almacena información de ningún tipo que pudiera ser robada. El otro chip, utilizando el mismo sistema, lo que almacena es la clave de su cartera de Bitcoins.
Para acceder a esta clave de la cartera de Bitcoins, se ha creado un método de seguridad de varias claves; varias personas llevan este chip (si bien solo Wismeijer se lo ha implantado en el cuerpo), y solo cuando se verifican todas ellas se puede acceder al contenido, también como en las películas cuando se quiere acceder al «botón rojo» que desata el apocalipsis nuclear.
Fuente: Xataka.