El mundo de la computación acaba de conseguir un nuevo hito histórico gracias a IBM, quienes acaban de mostrar un increíblemente potente chip con un diseño inspirado en el cerebro humano. Ya en 2011 desvelaron un primer prototipo con un solo núcleo llamado SyNAPSE (Systems of Neuromorphic Adaptive Plastic Scalable Electronics), pero por lo que han comentado este nuevo chip deja al antiguo bastante atrás en todos los sentidos.
El cerebro humano copa la primera plaza en la tabla de computación en cuanto a que es el sistema organizativo más eficiente que existe, así que es lógico que IBM y sus colaboradores lo hayan tomado como modelo para emular sus capacidades para su nuevo sistema. Este nuevo sistema se llama «Cognitive Computing» e intenta emular las capacidades del cerebro humano en lo relativo a la percepción, acción y capacidad de aprendizaje. Vamos a explicarlo un poco más a fondo.
Los sistemas de computación tradicionales se parecen a la parte izquierda del cerebro: son analíticos y tienen unas grandes capacidades matemáticas. Pero si queremos algo que pueda ser utilizado en sistemas más sofisticados, como la inteligencia artificial, tenemos que utilizar la parte derecha del cerebro, la cual proporciona las capacidades que hemos mencionado antes, prestando especial atención a la capacidad de aprendizaje. Y es en esto precisamente en lo que está volcando sus esfuerzos IBM.
Este nuevo chip, cuyo tamaño es similar al de un sello de Correos, tiene funciones que emulan las del lado derecho del cerebro como el procesamiento sensorial y el reconocimiento de patrones. La idea es que sea capaz de procesar, responder y «aprender» de la información que le rodea, lo que combinado con un sistema tradicional «lado izquierdo del cerebro» que hemos explicado antes, crea un sistema de computación inteligente holístico con unas vastas capacidades de computación y procesamiento.
Explicados los precedentes y la base de estos nuevos chips, vamos a entrar ya en materia empírica. El producto, conocido como «TrueNorth», logra esto a través de una increíble red de 1 millón de «neuronas» programables, 256 millones de conexiones configurables y más de 4.000 núcleos neurosinápticos. Para poner estos datos en perspectiva, el primer prototipo que hemos mencionado al principio de este artículo tenía solo 256 «neuronas», 260.000 conexiones y un solo núcleo neurosináptico. Como podéis ver, los datos se han multiplicado en gran medida en tan solo tres años.
En el párrafo anterior hemos mencionado las «neuronas» programables de este chip, y creo que debemos explicarlo. Se trata de un componente que permite al chip codificar datos como patrones de pulsos, una de las maneras con las que la mayoría de científicos cree que el cerebro humano almacena la información, es decir, que podríamos considerarlo como la capacidad de almacenamiento de estos chips. Para una explicación más detallada sobre estas «neuronas» os animamos a leer el artículo de Science.
IBM ha puesto las habilidades de estos chips a prueba en varios test de inteligencia artificial, como por ejemplo el reconocimiento de imágenes. Un test, por ejemplo, puso a prueba uno de estos chips haciéndole reconocer objetos en una gran variedad de imágenes, donde éste acertó en torno a un 80% de ellas. Hay que destacar que el sistema logró hacer todo esto con solo 63mW de energía.
Como la versión de 2011, este nuevo chip de IBM es tan solo un prototipo, pero la compañía espera poder producir chips todavía más avanzados dentro de poco (hablan de chips con 1.000 millones de «neuronas» y 100 billones de conexiones configurables que funcionen con aproximadamente 1 kW de energía y que tengan la facultad de apilarse para funcionar en conjunto en un PCB para crear una gran red de chips. Sin duda unos interesantes avances tecnológicos que pueden significar el futuro de la computación, o bien un cambio radical a como la conocemos actualmente.