Un equipo de investigadores expertos en la ciencia de los materiales puede haber dado el primer paso hacia el uso de la «materia blanda» como medio de almacenamiento, y con unas densidades realmente altas. De acuerdo con el estudio, se podrían usar partículas microscópicas suspendidas en líquido para codificar los unos y ceros de forma similar a los discos duros de hoy en día.
El término «materia blanda» se refiere a líquidos, espumas y polímeros y algunos biomateriales y lo que tienen en común es que presentan un comportamiento físico fácilmente predecible a distintas temperaturas.
El equipo de investigación confía en que agrupaciones de este tipo de partículas se podrían usar en su momento para almacenar hasta 1TB de datos en un disco líquido contenido en una cuchara.
Cuando el líquido se calienta, las partículas se reorientan de una forma predecible, por lo que las nanopartículas usadas en el estudio se dispusieron en grupos de cuatro o más, con una esfera central actuando de punto de unión.
Al proporcionarle energía térmica al sistema, las nanopartículas se desplazan alrededor del centro y adoptan distintas configuraciones.
Cada agrupación de cuatro partículas posee solo dos configuraciones distinguibles (además del estado sin estimular, el estado central de la imagen de arriba). Estos dos estados son los que se pueden usar para representar los unos y ceros, por lo que cada agrupación de nanopartículas proporciona 1 bit de datos.
Obviamente, esto no es más que la teoría y aún queda mucho para llegar a implementarlo en un dispositivo real como un disco duro.