Varios son los factores que han vuelto a obligar a Intel a retrasar sus nuevos procesadores Intel Core de quinta generación y también conocidos como «Broadwell«. Parece que los 14 nm están dándole más de un quebradero de cabeza. Os contamos lo que se sabe hasta ahora.
Dos son los principales factores con los que se especula a propósito de este nuevo retraso. El primero y aparentemente más grave son que se siguen repitiendo los problemas que ya mencionó Intel con el rendimiento por Yield (porcentaje de chips completamente funcionales que cada oblea proporciona). Este es el principal problema y el cual se le ha atragantado de momento a Intel.
Si a esto le sumamos el hecho de que sus procesadores Core de cuarta generación (Haswell) no han terminado de tener el éxito que se esperaba en el mercado se dan todos los ingredientes para pensar que Broadwell podría ser un fracaso en toda regla y si ya de por sí pasar a un proceso de manufactura de 14 nm se está convirtiendo en costoso y complicado, Intel quiere evitar a toda costa el descalabro. Aún existe un gran porcentaje de usuarios que prefieren continuar con Ivy Bridge en detrimento de un Haswell que ha dado problemas propios de su arquitectura.
Por tanto continuarán con la estrategia de dar prioridad a la variante Broadwell-ULT para Ultrabooks y Broadwell-ULX para tablets. Éstos estarán disponibles a partir del último trimestre del actual 2014. Los usuarios de equipos de escritorio tenemos que esperar todavía al primer semestre del próximo 2015 para poder tener en nuestras manos el nuevo Broadwell-DT para equipos de escritorio con el ya conocido socket 1150.
Para paliar en cierto modo estos retrasos ya os dijimos en su momento que Intel plantea lanzar entre abril y junio de este mismo año los nuevos procesadores Haswell2-DT también de cuarta generación y que no dejan de ser un refrito de los que ya tenemos actualmente en el mercado.
Fuente Digitimes