Ha llovido bastante desde el año 1991 hasta el presente año 2012 y obviamente los componentes informáticos han sufrido una tremenda evolución en 21 años. Hoy hemos decidido desempolvar nuestra máquina del tiempo para viajar al pasado y comparar un disco duro fabricado en el año 1991 contra un disco duro fabricado en el presente año 2012. Los candidatos seleccionado son un Maxtor 7040A de 40MB y un Western Digital WD4001FAEX de 4TB de capacidad.
En 21 años se ha producido una evolución que podríamos calificar de brutal en el sector de la informática, pues atrás quedaron aquellos equipos que no tenían apenas capacidad de almacenamiento o que tardaban siglos en arrancar, a parte de tener unas prestaciones limitadas si las comparamos con las que pueden ofrecer los ordenados de hoy día.
Dicha evolución se ha producido en todos los componentes que forman un ordenador, desde la placa base, procesador, memoria RAM, fuente de alimentación, tarjeta gráfica y disco duro, obviamente también se han producido muchos cambios a nivel de diseño para cajas de ordenador y periféricos, claro está.
Hoy hemos decidido centrarnos en los discos duros y comprobar que ha sucedido en 21 años. Por lado tenemos al disco duro Maxtor 7040A de 40MB, se trata de una unidad de 3.5 pulgadas que tiene una velocidad de rotación de 3.500 RPM y emplea la interfaz de conexión PATA. La cantidad de memoria caché es de solo 32/64KB dependiendo de la versión, tenía una latencia de 27 milisegundos y su velocidad de transferencia rondaba los 600-700 KB/s. En el año 1991 era considerado un disco duro de gama alta, de lo mejor que había en el mercado para el sector de los discos duros de 3.5 pulgadas.
Si volvemos hasta el presente año 2012 nos encontramos con el Western Digital WD4001FAEX. En este caso la interfaz de conexión es SATA 6GB/s, su capacidad de almacenamiento es de 4TB, dispone de 64MB de caché y su velocidad de giro son 7.200RPM, más del doble de las RPM del Maxtor 7040A. La velocidad media de transferencia ronda los 128MB/s y tiene una latencia de 4.2 milisegundos.
Una vez visto todo lo anterior podemos comprobar que desde el año 1991 hasta el presente año 2012, la capacidad de los discos duros se ha aumentado en más de 100.000 veces, pero la velocidad de transferencia solo es de 128 veces superior, está claro que no se ha aumentado en la misma medida. En el supuesto caso de que lo hubiera hecho, estaríamos ante discos duros que rondarían los 70.000 MB/s de transferencia, muy superior a lo que pueden ofrecer las unidades SSD más rápidas del mercado.
No obstante, el futuro para los discos duros es algo incierto, por un lado son la mejor opción de cada al almacenamiento masivo de datos y tienen una buena relación precio/GB, pero por el otro lado ya han sido superados y bastante por las unidades SSD en términos de tasas de transferencia y rapidez en general.