Si te encuentras que tu portátil va lento, entonces no te desesperes, hay solución para que este vuelva a funcionar como el primer día. Solo tienes que seguir una serie de pasos muy sencillos y un mantenimiento concreto del mismo. Si lo haces no solamente te funcionará como el primer día, sino que además te durará muchos años y acabaras amortizando hasta el último céntimo que te hayas gastado en él.
No hay nada más frustrante que un ordenador que va lento, especialmente un portátil. Ya que nos podemos encontrar que necesitamos usarlo de manera inmediata y de repente vemos cómo va a saltos, a los programas les cuesta cargar y de repente a nuestro flamante Intel Core o AMD Ryzen le entra nostalgia y quiere interpretar a un 286. Lo peor de todo es que esto suele ocurrir con el tiempo y a medida que nuestro ordenador va ganando en años.
¿El portátil va lento por obsolescencia programada o se trata de otro fenómeno? Pues más bien, es producto de una serie de factores que se pueden evitar por parte del usuario final y a los que muchas veces no le prestamos mucha atención. Ya sea por el hecho de que los desconocemos o por no darles importancia hasta el momento en que ya han crecido demasiado en tamaño. Es por ello que os vamos a dar unas cuantas soluciones para que vuestro portátil deje de ir a pedales.
¿Por qué un ordenador portátil puede ir lento?
Pues hay varios factores diferentes que pueden hacer que nuestro portátil sea lento y, por tanto, no haga su trabajo con la suficiente celeridad. Aunque en general se pueden dividir en dos partes: un mal mantenimiento y una mala elección del hardware a la hora de adquirirlo. A continuación os vamos a dar algunos consejos sencillos que os ayudarán a mantener vuestro portátil a la máxima velocidad posible. No requieren de conocimientos avanzados y los puede hacer cualquier usuario.
Especificaciones técnicas insuficientes
El primero de los factores que tienes que mirar son las especificaciones de tu portátil para ver si existe un cuello de botella en el hardware que hace que de fábrica la velocidad se vea afectada negativamente. Y es que no sería la primera vez que por algún elemento en el hardware tu ordenador recién adquirido no rinda con la misma soltura. Es por ello que es mejor prevenir que curar antes de comprar cualquier portátil.
- Mira con lupa las especificaciones, por ejemplo, que el procesador de tu portátil sea, por ejemplo, un i7, no significa que su rendimiento sea de gama alta. No sería la primera vez que Intel haya vendido un procesador de bajo consumo con nombre de alta gama. Y lo mismo se puede decir del caso de los Ryzen de AMD. Si necesitas especificaciones de un modelo en concreto, solo lo tienes que buscar dentro de la página web del fabricante de la CPU donde las encontraras al detalle, especialmente en la de Intel.
- La memoria single channel supone contención en el acceso a la RAM, mayores latencias y un recorte importante en rendimiento. Si un portátil tiene dicho problema has de saber que viene con cuello de botella integrado.
- Si dos modelos tienen las mismas especificaciones, pero grosores distintos, entonces sospecha. Mira en las especificaciones completas de cada uno, a veces una mayor eficiencia energética se consigue recortando la velocidad.
- Si tienes que escoger un portátil con memoria flash para el almacenamiento siempre SSD NVMe, no tiene por qué ser PCIe de última generación, pero huye de los que usan eMMC. Y si te cuesta un poco más, pues espera un poco y ahorra. Claro está, que este problema no te lo encontraras en el caso de los portátiles gaming.
Un consejo que damos e independientemente de si vas a instalar uno del tipo NVMe o uno SATA, que si puedes, instales una unidad SSD en tu portátil. Creednos que vas a notar un aumento considerable en el rendimiento de tu lento portátil.
Estos no tienen la misma capacidad de actualización que un sobremesa, pero hay dos elementos que a no ser que tengas un ordenador con memoria del tipo LPDDR y en consecuencia soldada a la placa, pues lo más seguro es que vas a tener algún módulo SO-DIMM sin ocupar. Así que mira bien las especificaciones de la RAM de tu ordenador y compra otro módulo similar. Si no sabes qué tipo de RAM utiliza tu ordenador con buscar en Google RAM y el modelo que tienes en concreto encontrarás la información exacta.
Y es que no es por nada, pero hay modelos de portátil en los que la memoria de doble canal se activa cuando sus dos ranuras tienen memoria instalada y no solo una. Por lo que ampliar la memoria RAM de un portátil lento siempre es una buena opción para ganar rendimiento. Otra opción es el almacenamiento, si tenemos la ranura M.2 vacía no dudéis en instalarle un SSD NVMe.
Las aplicaciones del inicio provocan que tu portátil vaya lento
Para nosotros el mejor arranque de Windows es que este se inicie sin ninguna aplicación más allá del entorno de escritorio. Desgraciadamente, a medida que las vamos instalando en nuestro PC nos encontramos con que no desmarcamos casilla de «ejecutar en el inicio» y luego tenemos una cola de aplicaciones enorme que quieren ponerse en marcha y empezar a consumir recursos ya desde el principio. Entre ellas, las peores son la que, con permiso o no del usuario, acaban por monitorizar continuamente lo que hacemos, como viejas del visillo en formato software.
Solucionar el problema es sencillo, simplemente pulsa al mismo tiempo las teclas CTRL, ALT y SUPR y en la pantalla que te aparece selecciona Administrador de Programas. Tras esto volverás al entorno anterior, pero con una nueva ventana de donde tendrás que ir a inicio para observar todas las aplicaciones que hacen que el inicio de tu portátil sea lento y que para colmo se quedan allí ejecutándose. Pues bien, dentro de la lista que sale, clic derecho y selecciona deshabilitar en todas las aplicaciones que puedas. Si hay una aplicación que necesitas tener ya desde el inicio por motivos más allá del rendimiento, entonces déjala activa.
El sistema operativo
Muchas veces puede pasarnos que tengamos un ordenador con unas especificaciones con las que no debería ir mal, pero que aun así va peor de lo que debería y no logramos conseguir entender por qué pasa esto. Una de las soluciones más sencillas que tenemos de comprobar si los componentes van tal y como deberían es mediante un benchmark que nos permita obtener una puntuación para compararlo con otros modelos que tengan unas especificaciones similares, y si vemos que todo el hardware funciona perfectamente, entonces tenemos que enfocar el problema en otro culpable.
Aunque no lo parezca, es posible que el sistema operativo sea uno de los causantes de que el PC vaya más lento, algo que es bastante común con algunas distribuciones que no están realmente optimizadas o que tienen actualizaciones que utilizan una gran cantidad de recursos. En sistemas Windows, por ejemplo, hay un largo recorrido de actualizaciones que se han implementado para tratar de mejorar el rendimiento, pero que lejos de ofrecernos un mayor rendimiento, ha terminado reduciendo el que tenía anteriormente nuestro PC.
Si a esto le sumamos varios problemas que podemos tener a la hora de instalarlo, entonces podemos ver que si, el sistema operativo puede ser el culpable, aunque en la mayoría de las veces pensemos que no puede ser el caso. En la mayoría de las ocasiones la solución a esto suele ser volver a una actualización anterior que nos permita utilizar el PC tal y como lo hacíamos antes y esperar hasta que las actualizaciones estén realmente probadas y optimizadas para tener el mejor rendimiento posible, ya que una de las ventajas que tiene este SO es poder realizar una «vuelta atrás» con las diversas actualizaciones que podemos instalar para evitar estos problemas.
¿Puede ser un virus?
Hay veces que podemos haber entrado sin querer a una página de dudosa legalidad, haber hecho clic en un enlace que nos ha descargado un programa malicioso y haberlo ejecutado sin darnos cuenta, causando que nuestro PC haya podido ser infectado. En muchos casos existen virus que presentan problemas relacionados con la minería de criptomonedas, que consumen recursos de nuestro ordenador para poder conseguir un beneficio con estos activos digitales, pero también los hay que pueden estar utilizando nuestro PC para situaciones más maliciosas como la creación de una botnet.
Es por ello que es necesario de vez en cuando utilizar un antivirus para saber si el causante de los problemas de rendimiento puede ser un programa malicioso que esté utilizando recursos que no debería. Aunque está claro que la mejor forma de evitar estos casos es ser lo más precavidos posible, pero al final siempre puede haber un momento en el que cometamos un fallo, por lo que tendremos que buscar a alguien que pueda arreglarlo o directamente hacerlo nosotros mismos.
Consejos para acelerar tu portátil
Ya que podemos tener una idea de lo que le está ocurriendo a tu ordenador, toca poner remedio y para eso, os vamos a dejar una serie de indicaciones que os podría venir bien poner en marcha. Son las siguientes.
Realizar una instalación limpia
Si el PC funcionaba bien con el sistema operativo con el que llegó instalado, y ahora va más lento de lo normal, la mejor forma de solucionar este problema pasa por hacer una copia de seguridad de todo el contenido que queramos conservar, formatear la unidad y volver a instalar el sistema operativo. Windows, al igual que cualquier otro sistema operativo, se va degradando conforme se instalan aplicaciones, aplicaciones que modifican el registro de Windows para funcionar correctamente.
Cuando borramos aplicaciones en Windows, estas no borran la línea o líneas que añadieron en el registro, por lo que Windows no tiene más remedio que interpretarlas, aunque la aplicación ya no se encuentre instalada en el equipo, ralentizando el funcionamiento del equipo. Al formatear por completo el PC, se eliminan todas las modificaciones que hemos realizado en el equipo.
Si bien es cierto que también podemos utilizar la función Restaurar el PC, esta no siempre funciona como debería y no borra todas las líneas del registro que se han añadido, por lo que, la única forma de recuperar el rendimiento original de PC pasa por formatear y reinstalar todo de cero. Si se trata de un equipo portátil, es recomendable olvidarnos por completo de instalar todas y cada una de las aplicaciones del fabricante, aplicaciones que no sirven absolutamente para nada y que se denominan Bloatware.
Tampoco es necesario instalar los drivers de los componentes, siempre y cuando Windows sea capaz de reconocerlos. Si no es así, desde el Administrador de dispositivos debemos comprobar cuál es el que falta y visitar la web del fabricante para descargar la última versión disponible. Windows suele reconocer todos los drivers, especialmente Windows 11, por lo que no deberíamos tener ningún problema y si lo tenemos será
Desactiva todo lo que pueda consumir recursos en tu SO
Una de las formas más sencillas que tenemos a la hora de mejorar el rendimiento de un ordenador es desactivar todo lo que no sea absolutamente necesario para su funcionamiento, en el caso de Windows, además de los programas de inicio y demás, podemos desactivar todas las animaciones que tiene para que no consuma tantos recursos. Esto suele ser una práctica habitual a la hora de mejorar el funcionamiento de ordenadores que no tienen grandes prestaciones, esto es bastante sencillo de hacer.
Si tenemos activadas las diversas animaciones de las ventanas y demás tan solo debemos buscar en el panel de control las opciones de personalización, desactivando todo lo que no veamos necesario, que suele ser la gran mayoría de cosas que incorpora el sistema operativo.
Actualiza los drivers de tu equipo
En esto vamos a ser escuetos, unos drivers no puestos al día pueden llegar a dar muchos problemas y si es por algo que se lanzan nuevas versiones cada cierto tiempo, para solucionar problemas concretos, pero especialmente de rendimiento. Es por ello que su tu portátil va lento, nuestro consejo es que le actualices los controladores del hardware.
Es tan fácil como buscar Administrador de dispositivos en el cuadro de búsquedas de barra de tareas para que la búsqueda por metadatos de Windows nos lleve hacía allí. Si ves que hay un elemento que está marcado en amarillo, entonces significa que funciona, pero no rinde como debiera por conflictos con el resto de los componentes o por problemas con el driver, por lo que será necesario actualizarlo. ¿Cómo? Muy sencillo, botón derecho del ratón y seleccionar actualizar controlador en el menú contextual. Windows entonces buscará en su repositorio a través de internet la última versión del controlador para dicho componente.
Mantén limpio tanto el portátil cómo su entorno
El polvo acumulado en el interior de un ordenador provoco un aumento de la temperatura, lo cual es fatídico en ordenadores portátiles, ya que sus sensores obligan a bajar la velocidad de reloj de los diferentes componentes. Es por ello que es muy importante trabajar en un entorno aséptico que lo mantengamos limpió de manera periódica y de tanto en cuanto abrir el ordenador para realizar una limpieza del polvo acumulado.
Sírvete de bastoncillos para la limpieza de los oídos para las zonas más difíciles, un paño atrapapolvo y un spray de aire comprimido para efectuar la limpieza general. No es necesario que quites nada si no estás seguro de no saber cómo poder montarlo de nuevo. En muchos ordenadores es suficiente con retirar la cubierta inferior para ejecutar este proceso de limpieza. Eso sí, hazlo con la batería desconectada y el portátil sin alimentación externa de ningún tipo y por si acaso, asegúrate de llevar guantes contra descargas estáticas que se pueden dar durante la operación.
¿Y si no hay solución?
Si todo lo anterior no funciona, es evidente que prevalece la primera causa de todas, que no es otra que la existencia de un hardware insuficiente, ya sea porque ha quedado obsoleto por el paso del tiempo o porque ya cuando lo compraste la cosa andaba muy justa. En este punto, lo más que podrás hacer es, como te hemos indicado más arriba, actualizar algunos componentes como la memoria RAM o desinstalar el viejo HDD y sustituirlo por un SDD más rápido y eficiente.
Si todo lo anterior falla, no te lo pienses más. Es hora de cambiar de portátil y en esta ocasión, piénsate muy bien si no te conviene gastarte un poquito más para que el hardware te dure más años funcionando con rapidez y eficacia. En ocasiones, aunque pensemos que con un modelo barato de apenas 300 ó 400 euros vamos a tener suficiente, en apenas dos años podrías volver a las andadas y necesitar un plus de potencia que se nos queja lejos. Así que si vas a dar el paso, una solución intermedia, de unos 600 euros de media podría ser la solución para el largo plazo. Sobre todo si tus tareas tienen que ver, básicamente, con la ofimática y la reproducción de contenidos multimedia.