Hay muchos usuarios que sueñan con PCs totalmente modulares, donde ningún componente esté ligado a otro más allá de su propia plataforma. Esto es algo más o menos realizable con las tarjetas gráficas, donde podemos conectar con ciertos dispositivos cualquier modelo a un portátil y disfrutar de un aumento de potencia. Pero, ¿por qué esto no es posible con los procesadores? ¿existirá en el futuro el concepto de CPU externa?
No es un tema fácil de tratar por una parte, pero por otra hay grandes esperanzas al respecto, así que vayamos por partes en este camino que seguro será largo. ¿Por qué AMD e Intel no trabajan actualmente en CPUs externas sobre todo enfocadas a equipos poco potentes que en un momento dado puedan necesitar una potencia extra?
CPU externa, de lo imposible a lo posible
El tener un procesador externo que pueda ser conectado a cualquier PC para darle más rendimiento es una idea que lleva muchos años sobre la mesa y que en parte es una realidad. Intel con sus Xeon Phi dio el paso en 2010 con esta idea y sorprendentemente, este 2020 ha cancelado su arquitectura Knights Hill a 10 nm.
La idea es básicamente la que estamos tratando en este artículo: una CPU que se pueda conectar a un PC de forma externa, salvo que Xeon Phi lo hacía de una forma algo particular y conocida: mediante PCIe.
Básicamente era una GPGPU enfocada como CPU con arquitectura MIC para crear un multiprocesador que pudiera trabajar con las herramientas del software de paralelización existente de cara al aprendizaje profundo. Pero entonces, ¿por qué ha sido cancelado si funcionaba como tal? Teniendo en cuenta que el sector al que iba enfocada Xeon Phi era el empresarial y de centros de datos, hay que tener en cuenta que las GPU hacen un trabajo normalmente mejor y más rápido, donde además Intel va a disponer de sus nuevas tarjetas gráficas Xe para tal fin.
Por lo tanto, Xeon Phi no tenía sentido como tal y había que dejarlo morir. Pero Intel demostró que es viable, entonces ¿por qué no se usa en escritorio?
Los problemas de velocidad y coste
Hay dos problemas por lo que esta tecnología no se va a llevar a cabo para escritorio en un plazo corto de tiempo al menos: la velocidad de conexión entre dispositivos y por supuesto el coste que conlleva un sistema así.
Comenzando por las conexiones, lo más rápido que existe actualmente bajo PCIe es Thunderbolt 4 y aun así con sus 40 Gbps es una cifra irrisoria para la cantidad de datos que consigue mover una CPU actual. Aunque considerásemos tareas muy específicas para ella por esto, hay que añadirle la cantidad de latencia que se genera entre PCIe, conexión, PCIe y CPU principal del dispositivo maestro.
Solo en ciertas situaciones esto se puede obviar y el resultado sería satisfactorio, ya que al igual que Xeon Phi, se necesita una programación exclusiva y orientada a la tarea en cuestión. En cuanto al coste, la arquitectura de Intel contaba con memoria integrada, el chip era instalado en un interposer gigante y en general, era como usar un PCB de una tarjeta gráfica con una CPU con IHS en su centro neurálgico.
Si una CPU de por sí es cara, aquí estaríamos pagando seguramente casi un sistema completo de procesador, placa base y memorias, puesto que es más un SoC al uso que una CPU como tal. Los costes como demostró Xeon Phi, no son asumibles para el usuario normal, y usar versiones más básicas no reduce demasiado dicho coste, puesto que la matriz de la CPU podría ser muy similar a la de escritorio, pero el resto de componentes tendrían que ser específicos.
Movilidad
El principal problema que tiene este tipo de tecnología es que no están pensadas para la movilidad, sino para todo lo contrario. Serían útiles para el usuario que trabaje con su portátil fuera de casa y cuando llegue solo tendría que conectar un cable para disfrutar de mayor potencia.
Para el resto, es un sinsentido ir de un lado al otro con un portátil y un sistema que podría ser como una caja de zapatos aproximadamente. De hecho, es complicado que las GPUs externas sigan vendiéndose como tal debido a que su mercado es bajo, muy bajo, y eso que lo apoyan gigantes del sector como ASUS, GIGABYTE o Razer con sus respectivos dispositivos con fuente de alimentación incluida.
Pero la realidad es que por norma general no es práctico, y si a una CPU externa le sumamos todo lo dicho, es muy posible que esta idea no se desarrolle para escritorio mientras todo siga igual. Otro enfoque es el de Intel Compute Elements, donde CPU, RAM y almacenamiento está todo unido en un PCB que al mismo tiempo es refrigerado y que se conecta como una tarjeta mediante PCIe.
No es un concepto de CPU pura como tal, pero es lo último que ha lanzado Intel que se le parezca y por lo que se está viendo, se quedará en un mercado mucho más cerrado que el de los propios NUC.