Si acabas de comprar (o pretendes hacerlo) un monitor de resolución 4K, seguramente te preguntarás si es mejor conectarlo mediante el habitual conector HDMI, o en el caso de tener otras entradas de vídeo, si en su lugar el utilizar DisplayPort o USB-C te proporcionará alguna ventaja adicional. En este artículo te vamos a contar qué ventajas y desventajas te aportará conectar tu monitor 4K mediante HDMI o utilizando alguna de sus otras entradas de vídeo.
Obviamente, no todos los monitores 4K tienen las mismas entradas de vídeo: los hay que tienen solo uno o dos conectores HDMI 2.0 y no te dan otra posibilidad, pero también los hay que tienen un amplio elenco de entradas de vídeo que te permitirán escoger la que más te interese para cada caso. Vamos a asumir que el monitor cuenta con las entradas de vídeo más comunes a día de hoy, que son HDMI, DisplayPort y los nuevos USB-C que se están imponiendo de manera irreversible a lo largo de los últimos meses.
Todo depende del monitor 4K que tengas
Hay que tener en cuenta que el HDMI, Display Port y el USB-Alt DP son medios por los que estamos transmitiendo información solamente, a grandes velocidades si, pero el visionado final dependerá de las especificaciones del monitor, más que las del propio cable de transmisión que se utilice. Obviamente los modelos 4K ofrecen unas especificaciones que permiten tener una imagen espectacular, no solo por la propia resolución sino también por el hecho de que la gran mayoría suelen tener tecnologías adicionales que permiten ofrecer unos colores más realistas junto con una iluminación, sombras y demás de una calidad superior.
Además de esto también debes tener claras varias cosas que afectan a la calidad de visualización, si estás pensando en conectar la pantalla a un ordenador para ver series o películas no deberías tener ningún problema, pero si es para juegos tienes que saber que necesitas un ordenador que tenga unas especificaciones un poco mejores, ya que no todos los PC pueden llegar a permitir utilizar resoluciones tan altas, principalmente porque depende de la gráfica que tengamos, ya sea integrada o dedicada, es la que determina la resolución máxima que podrá tener nuestra pantalla.
Y es que el rendimiento principalmente tiene que ver con la calidad general que tiene la imagen, en aquellos servicios que funcionan de forma remota como son las aplicaciones de streaming no hay ningún problema ya que podremos disfrutar de la mejor imagen ya que no es nuestro PC el que lleva a cabo la renderización. En cambio en juegos es muy distinto, si queremos tener un rendimiento óptimo y combinarlo con una pantalla 4K además de tener los gráficos al máximo, nos encontraremos con el hecho de que el problema no estará solo en el tipo de cable que debemos utilizar ni en la pantalla, sino en las especificaciones del PC.
Conectar tu monitor 4K con HDMI es un acierto
Nos guste o no, la conectividad mediante HDMI se ha convertido en el estándar moderno para conexiones de vídeo, y sería muy extraño ver algún monitor 4K que carezca de una o varias entradas con este estándar.
HDMI 2.1 es la última versión del estándar adoptada por los fabricantes, y soporta un ancho de banda de hasta 48 Gbps, más que suficiente ya no solo para resolución 4K sino para hasta 10K a 60 FPS con profundidad de color de 10 bits. Dado que en este artículo hablamos de monitores 4K, el HDMI 2.1 e incluso el 2.0 que es más frecuente todavía es más que adecuado.
HDMI 2.1 permite además hacer daisy-chaining: conectar un PC a un monitor y ese monitor a otro monitor adicional, en lugar de conectar ambos al PC en distintas salidas de vídeo de la tarjeta gráfica. Si bien los monitores que admiten esta tecnología son bastante escasos todavía la posibilidad existe, si bien debes saber que actualmente el estándar solo permite conectar dos monitores mediante este método, no podrías añadir un tercero.
HDMI 2.1 proporciona muchas ventajas, pero como hemos mencionado antes lo más común es que los monitores 4K cuenten con entradas de vídeo HDMI 2.0 en su lugar. Esto significa que el conector está limitado a resolución 4K a 60 FPS con 8 bits de profundidad de color y por tanto careciendo de HDR. Además, si eres un gamer, debes saber que HDMI 2.0 no soporta FreeSync, el contenido HDR está limitado a metadatos estáticos (el estándar HDR 10) y no es compatible con Dolby Vision.
En otras palabras, si pretendes utilizar HDMI con tu monitor 4K te aconsejamos que te cerciores de que el monitor soporta el estándar 2.1, ya que aunque el estándar 2.0 es suficiente para una TV, no lo es para un PC y menos si es para uso gaming, ya que no tiene el suficiente ancho de banda para las altas tasas de fotogramas que se utilizan en PC y la calidad visual que se le exige.
Por otra parte debemos tener en cuenta que es un estándar que al final se actualiza, por lo que podemos optar por utilizar la versión 2.1 si queremos que sea a 4K, pero también podemos utilizar superiores, ya que al final, siempre y cuando no utilicemos una inferior tendremos podremos tener la mejor calidad de imagen posible.
DisplayPort: más rápido, más fuerte y mejor
DisplayPort ha sido desde hace mucho la elección preferida por los entusiastas de PC, y no es difícil comprender el por qué. El estándar DisplayPort 2.0 es capaz de proporcionar un ancho de banda de hasta 80 Gbps, aunque todavía no hay dispositivos que lo soporten y los monitores 4K disponibles tienen todos la versión 1.4 del mismo.
Aun así, DisplayPort 1.4 es capaz de soportar resolución 8K a 60 FPS con 10 bits de profundidad de color, pero solo con compresión de imagen (sin compresión es igual que HDMI 2.0 a este respecto). También es compatible con daisy chain.
La parte buena de DisplayPort 1.4 es que sí soporta metadatos dinámicos en HDR, lo que significa que podrás usar Dolby Vision y HDR10+ con mayor profundidad de color (aquí la limitación será la del monitor, no la de la interfaz). Realmente, DisplayPort ofrece algunas buenas ventajas sobre HDMI 2.0, pero esencialmente será así cuando los primeros productos compatibles con DisplayPort 2.0 lleguen al mercado cuando se notará la diferencia entre ambas interfaces de vídeo.
No solo eso, sino que mientras el HDMI está limitado en muchos casos a una tasa de refresco de 120 Hz, DisplayPort soporta la mayoría de veces tasas de refresco de 144 Hz, lo que lo hace ideal para el juego competitivo. Pero además, los últimos paneles gaming que están llegando al mercado, con cuentagotas eso sí, logran mostrar 480 Hz, y ya se está innovando en paneles con 500 Hz.
Esto solo va a llegar a DisplayPort como tal por su mayor ancho de banda resultante en cada versión, pero tendremos que esperar por lo menos a que llegue el estándar 2.1 para verlo. Y es que hay que tener en cuenta que DP 2.0 como tal solo soporta de forma nativa hasta 4K y 240 Hz, el resto de mejoras vienen siempre con DSC, lo que merma el color final en pantalla y no te permite alcanzar los resultados que andabas buscando.
USB-C, ideal para usuarios de portátil
Aunque el estándar USB-C tiene un amplio abanico de posibles usos, uno de ellos es el de conector de vídeo mediante el USB-C Alt mode, que en esencia es DisplayPort a través del conector USB-C. Esto significa que las limitaciones de este conector coinciden con las de DisplayPort, en este caso con su versión 1.4, y simplemente tendrás las mismas características pero con otro tipo de conector pero, aun así, te permitirá ampliar la cantidad de usos que pueden darle al portátil, ya que podrás usar toda la gama de periféricos y pantallas que, últimamente, comienzan a ser muy demandadas por los usuarios con esta norma que es compatible también con tablet y teléfonos móviles.
Eso sí, una de las razones por las que deberías escoger USB-C frente a HDMI o DisplayPort para tu monitor 4K es simplemente por la facilidad y versatilidad que aporta esta conexión, siendo especialmente útil si tienes un monitor conectado a tu ordenador portátil. No te va a dar más ventajas que DisplayPort, pues como hemos explicado es en esencia lo mismo pero con otro conector, así que en tu mano queda utilizar el conector que te venga mejor.
Eso si, no olvidéis que no todos los portátiles con salida USB-C soportan el modo USB-C Alt DP que permite la transmisión de vídeo a través del puerto USB-C. Por lo que a la hora de comprar un portátil si quieres hacer uso de esta función te recomendamos que mires las especificaciones de un portátil a la hora de comprarla.
¿Y si quiero conectar varios monitores?
Al igual que los monitores tienen una serie de conexiones limitadas, los diversos componentes a los que los podemos conectar también presentan este problema, algo que nos impide en muchas ocasiones poder tener varias pantallas adicionales en el caso de estar utilizando un sistema con un número de puertos menor. En la mayoría de los casos debemos optar por elegir qué monitor queremos conectar, pero si tenéis varios, y más siendo 4K, es normal que queráis poder conectarlos todos sea como sea.
Es aquí donde entran realmente los distintos tipos de conexión que puede tener un monitor, y es que cabe la posibilidad de que por ejemplo, la tarjeta gráfica que utilicemos o la placa base de nuestro ordenador tan solo tenga un puerto de cada tipo, es decir, que tan solo incluyan un DisplayPort, un HDMI y un USB-C. En estos casos debemos decidir simplemente qué pantalla queremos conectar en cada puerto, ya que podemos tener dos pantallas distintas, por ejemplo una con DisplayPort y la otra con HDMI conectadas al mismo componente sin ningún problema, lo que facilita mucho tener diversas conexiones simultaneas.
El problema está en los dispositivos que no tienen tantos puertos como pueden ser los portátiles, principalmente por el hecho de que muchos de los actuales tan solo incorporan un único puerto USB-C para este tipo de cosas, lo que hace que de normal tan solo podamos conectar una única pantalla. Para ello existen otros productos adicionales que podemos comprar para aumentar el número de conexiones que podemos tener en este tipo de ordenadores, como puede ser un splitter, aunque lo más recomendable en estos casos es hacerse con un dock que garantice la capacidad de conectar múltiples pantallas, así como otro tipo de periféricos que nos pueden ser útiles.
Puedes utilizar el portátil como un PC de sobremesa
El puerto USB-C Alt DP en portátiles es además utilizado por monitores portátiles, estos son de pequeño tamaño y no solamente utilizan el puerto USB-C para comunicarse, sino también para alimentarse. Eso sí, vigila la batería de tu portátil cuando los uses fuera de casa. Aunque se trata de una excelente manera de tener doble pantalla ocupando muy poco espacio. Y sí, existen pantallas de apoyo vía USB-C a resolución 4K que os permitirán seguir trabajando en movilidad como lo hacéis habitualmente en casa o en la oficina, es decir, con un espacio de escritorio duplicado y mucho más grande para ganar en productividad.
También hay que tener en cuenta que dadas las limitaciones de velocidad como tal USB-C como puerto de vídeo mediante Alt DP no obtiene todas las resoluciones y hercios de su hermano DisplayPort 2.0, así que esto tiene debemos tenerlo en cuenta si lo que queremos es conectar, por ejemplo, un portátil a un monitor con 4K y 240 Hz o simplemente 144 Hz.
Por lo demás, su versatilidad es su mejor arma, pero tiene que ser usada sabiendo las consecuencias no vaya a ser que pensemos que es un todo en uno y que se terminará imponiendo, porque definitivamente no será así, sino una opción más a tener en cuenta de cara sobre todo a aquellas personas que requieran de esa posibilidad de trasladar su escritorio de trabajo de un lado a otro sin demasiados problemas.
Entonces, ¿cuál de todas las formas de conexión es la mejor?
Dentro de todo lo que hemos comentado, podemos ver cómo existen diferencias a la hora de conectar el monitor dependiendo del tipo de cable que utilicemos, si es mediante HDMI, DisplayPort o USB-C, cada uno presenta una serie de ventajas y desventajas. En términos técnicos está claro que la similitud entre estos conectores es bastante alta, ya que al final las versiones más actualizadas de cada una de estas formas conexión ofrecen una velocidad mayor junto con la mejor calidad de vídeo posible, por lo que técnicamente son similares en este aspecto, pero obviamente hay algunos que resultan más fáciles de encontrar que otros.
Como tal, en términos de estándar, el que podemos encontrar con mayor soporte en todos los niveles es el HDMI para estos casos, ya que aunque DisplayPort utiliza una tecnología que permite ofrecer una mayor capacidad de refresco en algunos casos frente al que hemos mencionado anteriormente, la mayoría de personas terminan optando por la primera opción. El principal motivo de esto, es como bien hemos comentado, que técnicamente las capacidades que ofrecen son las mismas, mientras que a nivel general HDMI es un estándar mucho más conocido por aquellas personas que no tienen ciertos conocimientos de este tipo.
Esto no implica que sea el mejor, ya que realmente entre HDMI y DisplayPort la diferencia es mínima, si a ello le sumamos la competencia que ha surgido mediante las nuevas actualizaciones del USB-C, básicamente nos encontramos que da igual cual utilicemos siempre y cuando, nuestro equipo tenga el soporte necesario. Al final no depende únicamente del propio cable, sino obviamente de los conectores que tengamos, si tienen la versión más reciente, entonces prácticamente da igual si utilizamos uno u otro, aunque por comodidad, siempre decidiremos el que más fácil nos resulte conectar.