Muchos son los usuarios que, principalmente por motivos económicos, no tienen la posibilidad de comprar una consola de primera mano y disfrutar de los 3 años de garantía que por ley tenemos los usuarios y optan por el mercado de segunda mano, un mercado de segunda mano donde, si buscamos bien podemos encontrar auténticos chollos, aunque también podemos correr el riesgo de no recibir el producto que hemos comprado o que este diste mucho de lo esperábamos.
Si quieres una consola de segunda mano de no quieres tener problemas, en HardZone hemos preparado un completo tutorial con todos los aspectos que debes en cuenta para evitar problemas. Antes de ponernos por faena, hemos de aclarar que este tutorial no solamente sirve para las consolas de nueva generación, sino para otras que queráis adquirir en el mercado previamente y que sean de segunda mano.
El objetivo es que podáis tener una consola totalmente funcional y que un vendedor con malas intenciones no os acabe dando un producto defectuoso y que, por tanto, no funcione o lo haga con fallos y errores, lo cual no es algo que queramos. Dicho esto, os vamos a dar una serie de consejos a la hora de comprar una consola usada.
Comprar una consola usada: ¿qué tener en cuenta?
No todo el mundo tiene buena fe y es posible que te encuentres con alguien que quiera quitarse de encima una consola defectuosa que simplemente no funciona o que tiene fallos que impiden su disfrute. Desde el momento en que estamos hablando de un aparato de ocio, lo último que no queremos es tener algo que nos provoque dolores de cabeza y encima nos haga perder dinero sin garantías de ningún tipo.
¿Tipos de estafas que nos podemos encontrar? Desde consolas totalmente rotas hasta aquellas que tienen vicios ocultos y, por tanto, defectos que no se ven a simple vista. Es por ello que antes que os estafen tener en cuenta de que la mercancía que os entregan está en condiciones óptimas, no es una exigencia, sino que tenéis derecho a ello. Es por ello que los consejos que os damos a continuación se basan en la buena fe del vendedor y desconfiar de entrada si os dicen que no o ponen mala cara, ya que entonces algo esconden.
Probar la consola
Es muy fácil quedar en el lugar, soltar el dinero y conseguir la consola, pero realmente es una mala práctica que hacemos todos a la hora de hacer compraventas en el mercado usada. Si quien vende el producto no tiene nada de esconder, no le deberá molestar ni perder nada a la hora de dejar que le hagamos las comprobaciones pertinentes al sistema que va a vender.
Y sí, sabemos que cuando el producto es muy popular y buscado, entonces el vendedor va a tener mejores postores para su oferta. No obstante, hemos de pensar a largo plazo y si la consola usada que hemos comprado tiene defectos, entonces los vamos a heredar y se van a convertir en problemas para nosotros a medio o largo plazo.
Por lo que lo mejor es poder ver la consola de segunda mano en funcionamiento durante al menos una hora, que puedas comprobar que todas las funciones de la misma funcionan sin problemas y que los puertos de conexión funcionan perfectamente y no tienen desperfectos de forma o la consola está totalmente sucia. Aunque también es posible que te encuentres con problemas que suelen aparecer en un periodo de tiempo más largo.
Probar los mandos
Todas las consolas del mercado llegan con, como mínimo un mando de control y lo lógico es vender la consola con uno. Es importante comprobar que el mando de la consola no sufre de drift ya que, si es así, lo más probable es que nos veamos obligados a comprar un nuevo mando o intentar repararlo si tenemos conocimientos suficientes. Si el mando de la consola tiene drift pero funciona perfectamente, podemos aprovechar para buscar una rebaja en el precio que compense la reparación del mando o la compra de uno nuevo.
Comprobar el desgaste exterior
Lo primero de todo es que te tienes que asegurar que el vendedor no miente respecto al tiempo de uso de la misma. No es que una consola por utilizarse mucho se rompa, ya que muchas de estas han aguantado impolutas durante generaciones enteras sin dar un fallo de ningún tipo. En todo caso un consejo y es que comprobéis su mando de control, por el hecho de que este sufre un desgaste continuo por el uso y de manera más rápida que el resto de los componentes. No en vano, parte de la financiación de una consola viene por la venta de varios mandos de control en su vida. Así pues, comprueba el estado de salud del mando de control.
Otros elementos que creemos que es importante medir es el ruido que genera la consola, la acumulación de polvo en el interior de la misma con el tiempo acaba afectando al funcionamiento de los ventiladores internos y haciendo que la consola acabe sonando mucho más. No solo eso, sino que además un test de los decibelios en las diferentes partes de la consola te va a dar una idea de que algo podría estar no funcionando bien en dicho componente, especialmente en el disco duro.
Y hablando de la unidad de almacenamiento, es importante que te asegures que funciona a la perfección y que toda la unidad de disco se puede utilizar al cien por cien de su almacenamiento y no ha perdido dicha capacidad por desgaste del HDD o del SSD correspondiente. Tampoco descartéis que dicha unidad esté defectuosa.
Defectos gráficos
Con ello no nos referimos al aspecto de la consola en sí mismo, sino a que la imagen que se muestra en pantalla se muestra correctamente y no hay problemas o artefactos, ya que estos pueden marcar los siguientes fallos:
- Fallo en la salida de vídeo y, por tanto, la interfaz HDMI tener problemas.
- Fallo en la memoria RAM, en consolas la VRAM y la memoria del sistema es compartida y el hecho que de haya defectos en el búfer de imagen significa un fallo en la RAM del sistema.
- La GPU no funciona bien.
El segundo y el tercer punto son importantes dado que la relación en la garantía entre el fabricante y el comprador no se hace directamente, sino que la gestión la realiza la tienda que ha de asegurarse que el producto este sin desperfectos. No olvidemos que este derecho lo tiene el primer comprador y no el segundo que seriamos nosotros, por lo que no compréis la consola si tienes esos defectos o habréis comprado una unidad defectuosa.
Pide la documentación al comprar una consola usada
Lo normal a la hora de comprar una consola en una tienda es que el comprador gestione junto a la tienda la garantía por si hay un fallo que sea culpa del fabricante y así aplicar el abono o la sustitución por una versión sin defectos de la consola. Aquí hay que tener mucho cuidado, ya que hay gente muy manazas que ha roto la consola o ha realizado alguna operación delicada que anulaba el soporte por parte de los que han hecho la consola, como puede ser el reemplazo o añadido de algún componente interno.
Es posible que la consola funcione sin problemas, pero os encontréis que este tenga vicios ocultos y que haya habido alguna reparación de antemano. Por eso es importante que el vendedor sea sincero acerca de las modificaciones hechas en el sistema de videojuegos, ya que algunas pueden resultar fatídicas para la salud de la misma.
También es importante pedir la documentación de la consola para poder realizar cualquier gestión que necesitemos hacer a posteriori. No es normal realizar contratos de compraventa para algo tan banal como una consola de videojuegos. Aunque no podemos olvidar que en algunas de ellas y en especial las más antiguas, se han convertido en objetos altamente buscados por los que se pagan grandes cantidades por un producto en perfecto estado y es importante que haya un compromiso escrito.
No hace falta recordar que este tipo de contratos no sirven para hacer uso de la garantía, sino únicamente para verificar que somos los legítimos propietarios
Comprueba que no ha sido abierta
Si no tenemos la oportunidad de probar físicamente la consola, si no queremos llevarnos ningún disgusto es importante revisar los tornillos que dan acceso al interior de la consola y los tapones de acceso. Si estos tienen algún signo de desgaste (producido generalmente por forzar el acceso al tornillo), significa que, aunque se haya abierto, se ha intentado. Si, además, el tornillo muestra algún signo de desgaste o no muestra la pintura original, es un síntoma inequívoco de que la consola ha sido abierta.
El motivo puede deberse a una reparación o intento de reparación por parte del usuario o por un servicio técnico. Como no hay forma de saber a ciencia cierta quien la ha accedido a su interior y si realmente funciona, es recomendable no comprarla para evitar encontrarlos con alguna desagradable sorpresa.
Vigila que todo el paquete esté completo
Es decir, que a la hora de comprar tu consola de segunda mano tengas todo lo necesario para su uso diario y esto incluye fuente de alimentación, mando de control y cable de vídeo. En el caso de que quien te la vende no tenga las unidades originales, te ha de mostrar que son totalmente funcionales y compatibles.
Al mismo tiempo, también deberá decirte que tipo de modificaciones le hizo al firmware de la consola, es decir, si viene con el original del fabricante o en su defecto utiliza uno que rompe la compatibilidad con algunos juegos a cambio de poder cargar copias piratas o de otras regiones. Una vez este todo en regla podrás disfrutar de tu consola de videojuegos de segunda mano. Claro está que no la quieras para tenerla en una estantería para hacer bonito.