Cuando adquirimos un producto tan específico como la memoria RAM siempre buscamos el mejor rendimiento. El mayor problema que encontramos es que a medida que avanzamos en velocidad y capacidad el precio se dispara, y por ello técnicas como el overclock a la memoria RAM son cada vez más usadas para ganar rendimiento extra a coste cero. Sin embargo, para ello se necesitan ciertos conocimientos básicos si no queremos tener inestabilidad o romper algún módulo, algo muy típico en los noveles. ¿Listo? ¡Comencemos!
Las memorias RAM, al igual que los procesadores, suelen tener diferentes velocidades de funcionamiento, y una vez fabricadas son puestas a prueba para ver a qué velocidades soportan. Las que pueden ir a mayor velocidad se colocan a unos precios más altos al ser más escasas de entre los chips de la oblea y por el hecho de que el ancho de banda adicional aporta un valor de rendimiento extra. Y por lo tanto, las más lentas son más accesibles por precio ya que, como seguramente todos sabéis, este componente es uno de los que más impacta en el desempeño que podemos esperar del ordenador para cualquier tarea que llevamos a cabo a diairo.
Ya sea poniendo en marcha un videojuego, o abriendo más y má aplicaciones o pestañas de Chrome sin que Windows comience a quejarse y ralentizarse. Así que invertir dinero en más o mejor memoria RAM es siempre algo recomendable y si podéis ir un poco más allá con el presupuesto, para alcanzar modelos mucho más rápidos, vuestro PC os lo agradecerá infinitamente.
Hacer overclock a la RAM entraña riesgos
Antes de nada debes saber que el equipo de HardZone no recomienda hacer overclock, ya que es una técnica que conlleva ciertos riesgos para los componentes de hardware, que podrían quedar inutilizados. Por este motivo, si decides seguir los pasos que a continuación relatamos, lo estarás haciendo bajo tu propia responsabilidad y siendo consciente del riesgo que puede correr la salud de tu ordenador. Así que si te decides por el sí, sigue leyendo, si no…
Principalmente, hay dos métodos para hacerle overclock a la memoria RAM, y ambos tienen sus riesgos:
- El método más sencillo que consiste en simplemente subir su frecuencia en la BIOS sin tocar nada más, es también el que menos riesgos tiene pero, por otro lado, también es el que más probabilidades tiene de causar inestabilidad en el PC. Con inestabilidad nos referimos tanto a que el PC no sea capaz de arrancar, como que te suelte pantallazos azules sin motivo aparente o que el PC se quede colgado en cuanto le «das caña».
- El método complicado implica modificar el voltaje de funcionamiento de la memoria, algo que podría darnos una mayor estabilidad para evitar los problemas que acabamos de mencionar. Sin embargo, subir el voltaje tiene más riesgos porque podríamos provocar sobrecalentamiento o que el controlador de memoria se «queme» por sobrevoltaje. A diferencia de la fuente de alimentación, la memoria RAM no tiene un mecanismo para protegerse del sobrevoltaje de manera automática.
Una vez que ya conoces los principales riesgos, lo primero que debemos saber son los pilares básicos donde todo se fundamenta, por el hecho de que el overclocking en la memoria RAM es una especie de círculo donde se ven afectados una serie de elementos que son siempre los mismos y que son los siguientes:
- El IMC, es decir, el controlador de memoria integrado en el procesador, así como el voltaje del mismo.
- El voltaje y la frecuencia de reloj de la RAM.
- Los tiempos de comunicación entre ambas partes.
Tocar uno de estos parámetros significa que influimos en los demás, comúnmente de manera negativa, ya que aumentamos el rendimiento pero creamos una mayor inestabilidad que no siempre ofrece el mejor resultado. Tan siquiera el que esperamos obtener. Por ello, deben ser compensados de alguna manera para mantener el PC estable como una roca. A continuación vamos a contarte cuáles son todos los voltajes y qué deberías tener en cuenta con cada uno de ellos, incluyendo aquellos límites que nunca deberías sobrepasar.
Antes de empezar, asegúrate de apuntar los valores base de cada configuración
Una de las últimas recomendaciones que debemos daros antes de que comencéis a cambiar toda la configuración que incluye la memoria RAM para poder hacerle overclock pasaría por el hecho de que apuntéis los valores base de cada una de las características por varios motivos. Principalmente, el hecho de conocer dichos valores os permitirá hacer un cambio rápido en caso de que algo salga mal sin tener que restablecer la configuración completa desde cero, esto os ahorrará mucho tiempo al no tener que volver a ajustar todo desde el principio, permitiéndoos hacer las cosas por fases en caso de que haya cualquier problema.
Esto es algo que recomendamos hacer siempre que queráis tratar de realizar un overclock sobre cualquier pieza de vuestro hardware, ya sea la gráfica, el procesador o como es en este caso la RAM, ya que os dará permitirá conocer una vez cambiéis los valores si algo no está funcionando por la configuración o directamente porque está roto. Como bien os hemos indicado al principio, debéis hacer esto bajo vuestra propia responsabilidad ya que podría ocasionar un fallo que terminaría dejando inutilizable el componente que queráis modificar, haciendo que tengáis que comprar uno nuevo.
Y esto lo decimos debido a que las compañías que fabrican estos componentes no suelen hacerse cargo de los daños por overclock, principalmente por el hecho de que no deberían hacerse al no ser algo realmente necesario debido a que como bien sabemos, hace funcionar la pieza de hardware por encima de lo que debería. En algunos casos como los procesadores de AMD que se lanzaron con un TDP de 65 W pero que pueden configurarse a 120 W si que lo cubre, al igual que con las memorias RAM, siempre y cuando utilicemos XMP o EXPO en lugar de una configuración manual, obviamente.
IMC y RAM, ¿qué relación tienen?
El IMC es la parte del procesador que se comunica con la RAM de forma directa y está diseñado para ser un par de la misma, soporta una serie de tiempos en los cuales se abre y cierra el envío de datos y que sigue varios pasos distintos. Con tal de que los datos no se envíen de forma errónea, lo que hacen son varios accesos que duran un determinado tiempo cada uno de ellos:
- Donde primero se envía desde el IMC y la RAM la columna dentro de la memoria donde se encuentra el dato.
- A continuación la fila.
- Luego se envía la información al procesador desde la RAM si es una lectura o se hacen dos accesos si es escritura para cambiar su valor.
Cada uno de estos pasos ha de durar un tiempo y si una de las partes va demasiado rápida, pierde la sincronicidad con la otra. En ese caso los procesadores modernos lo que hacen es usar un múltiple de la frecuencia. Por ejemplo, si nuestra CPU soporta DDR4-3200 y la memoria es DDR4-3600 tenemos en parte un problema, pero lo que hace el IMC del procesador es ponerse como si se comunicará con una DDR4-1800, el envío es la mitad de lento, pero la señal se sincroniza.
Por otro lado, el aumento de la velocidad de reloj es un aumento del voltaje y desde el momento en que la fórmula de consumo en cualquier dispositivo compuesto por transistores aumentada cuadráticamente con la velocidad de reloj, es mejor tirar hacia abajo para no calentar la CPU.
El overclock de la RAM, el más complicado
Con lo que hemos visto entenderéis el motivo por el cual es importante respetar los tiempos de la memoria RAM, dado que si las frecuencias son mucho más altas de lo que soporta el IMC del procesador, no es que la memoria se queme y deje de funcionar, sino que más bien no se van a entender por el hecho de que no van a coincidir. De ahí la complicación, ya que desconocemos, por lo general, en qué punto se rompe esa comunicación.
Como ese apartado da para un artículo increíblemente extenso y dividido en varios sectores, hoy veremos simplemente el concepto básico y cómo funciona todo. Partiendo de la base de que conocemos las características de nuestros módulos (si no es el caso, usaremos el programa Thaiphoon Burner), el valor más importante a la hora de ganar rendimiento en una memoria RAM es su frecuencia.
En todo caso, una de las trampas que usan muchas memorias RAM es usar una frecuencia distinta para decirle la línea y la columna donde se encuentra la RAM y otra para realizar la lectura o escritura de datos. Dicho cambio de frecuencia es comunicado en las etapas anteriores y permite enviar la mayor cantidad de datos.
No utilices perfiles XMP o AMP
Por lo tanto, y partiendo desde la base que lo mejor es modificar valores desde la UEFI/BIOS, entraremos en ella para conocer que valores debemos tocar para su overclock. El primer paso para hacer overclock a la memoria RAM es quitar o deshabilitar el perfil XMP de nuestros módulos. Mucha gente comete el error de overclockear encima de dicho perfil y lógicamente encuentra muchos más problemas para conseguir estabilidad por lo que los resultados inmediatos son nefastos y no se atienen a lo que esperan. Lo que les hace desistir de volver a intentarlo a no ser conscientes de que lo están haciendo rematadamente mal.
Los perfiles XMP o AMP están predefinidos en la propia memoria RAM para ajustar automáticamente un perfil de overclock predeterminado por el fabricante, y aunque por norma general siempre funciona sin problemas en cualquier placa base que admita el uso de estos perfiles y la frecuencia de funcionamiento a la que elevan los módulos de RAM, hay veces en las que encontraremos inestabilidad.
En cualquier caso, estamos hablando de perfiles de overclock y, por lo tanto, no es recomendable partir de estos sino que es mejor desactivarlos y partir de los valores básicos que tenga la memoria RAM. Nunca hacerlo de otra forma, al menos si queremos conseguir resultados que mejoren lo que ya tenemos, que es lo que nos ha llevado hasta aquí. Tomar como referencia ese dato para la versión de la memoria más forzada solo os producirá la sensación de que no podéis alcanzar esa meta de rendimiento que os habéis impuesto cuando, a lo mejor, no es posible alcanzarla sin provocar errores o fallos en el sistema.
Cómo modificar la frecuencia de la RAM
Una vez deshabilitado el perfil XMP y guardado en la UEFI, volveremos a entrar para seleccionar la velocidad que queramos en nuestra memoria. Nosotros partimos de 3200 MHz y dado los chips que tenemos (Samsung B-Die) es posible aumentar sin demasiados problemas esa cantidad hasta los 3600 MHz. ¿Cruzamos los dedos?
Cada tipo de módulos tendrán una frecuencia máxima distinta, la cual tendrá que ser acompañada de los consecuentes voltajes que veremos a continuación. Si somos muy inexpertos en overclocking y no queremos perder demasiado tiempo en el típico prueba y error, os recomendamos buscar información de vuestros módulos por foros e internet, al menos para que tengáis una serie de valores guía, los cuales son imposibles de dar en términos generales debido a la disparidad de chips y módulos existentes en el mercado. De lo contrario, os adentraréis en un territorio en el que las cosas pueden salir tan bien como rematadamente mal.
Por lo tanto, unos módulos podrán ejercer frecuencias más altas y otros no tanto. La mayoría estarán limitados más por un valor como el voltaje del IMC o el propio IMC que por su frecuencia en sí misma, a no ser que partamos de frecuencias muy bajas como 2133 MHz, 2400 MHz o 2666 MHz, por ejemplo.
¿Por qué el voltaje de la RAM es vital?
Una vez seleccionada la frecuencia que queramos o pensemos qué será capaz de aguantar dichos módulos, toca irnos al voltaje de la RAM. El voltaje máximo recomendado por Intel y AMD es 1.35 voltios, pero en la gran mayoría de ocasiones tendremos que superarlo si queremos llegar a dichas frecuencias.
Por supuesto, esto es responsabilidad de cada uno, sobre todo por el hecho de que ninguno de los dos fabricantes ha aclarado cual es la relación directa entre este voltaje y el IMC, algo que en principio no guarda relación, pero que ya se ha demostrado que no es así e influye en la degradación de este último.
Lo que debemos tener claro es que mayor frecuencia en las RAM implica mayor voltaje en las mismas, donde pasar de 1.45 voltios es considerado voltaje extremo sean cuales sean los módulos que tengamos.
Cómo ajustar el voltaje del IMC
Es el voltaje más delicado de todos los relacionados con el overclocking de la memoria RAM. Y es que el controlador de memoria es muy sensible a los cambios de frecuencia y timmings, por lo que deberá ser ajustado con la mayor precisión posible.
De serie, normalmente las placas base le añaden demasiado voltaje bajo configuración stock, lo que implica mayor jitter en los canales y en algunos casos, según la placa base, un menor rendimiento. En plataformas mainstream dicho voltaje no debería pasar de 1.25 voltios, siendo valores superiores considerados como extremos.
Esto nos debería de dar un abanico de entre 3600 MHz y 4200 MHz, siendo ambos los extremos con peores y mejores resultados. El IMC es un componente que al igual que los cores puede ser mejor o peor en cuanto a calidad del silicio se refiere, cada uno es único y como vemos más arriba, podemos encontrarnos hasta 600 MHz a mismo voltaje en distintas CPU.
¿Sabes cómo hacer el ajuste de timmings?
Es un apartado muy importante y a la vez el más complejo, ya que las opciones son inmensas y los valores recorren rangos muy amplios. Es un tema muy extenso que trataremos en artículos correspondientes más adelante debido a todo esto así que si no tienes unos conocimientos mínimos, lo mismo meterte en este terreno puede ser demasiado complicado. Mucho cuidado con los que cambios y, sobre todo, apunta los valores de partida por si debes volver a ellos en algún momento.
En cualquier caso y para los menos familiarizados, como punto de partida deberemos buscar la mayor frecuencia posible con los timmings de stock de nuestras memorias, los cuales tendremos que setear a mano en los 3 o 4 valores que nos permita cada plataforma.
¿Por qué hablamos del voltaje VCCIO?
Aunque AMD no lo incluya como tal, es un voltaje que ayuda a estabilizar las E/S del procesador y, por lo tanto, puede mejorar la estabilidad de la memoria RAM en su overclock. No es muy utilizado actualmente, salvo en casos donde el voltaje del IMC se queda en el límite o la frecuencia es muy alta, donde puede ayudar a conseguir ese overclock que se nos resiste. Normalmente, no hay que tocarlo y podremos alcanzar la máxima frecuencia con los voltajes límite sin tener que variar su valor.
Por último, volver a recordarte que desde HardZone no te recomendamos llevar a cabo este proceso porque los beneficios que vas a obtener no recompensan los potenciales daños que podrías provocar en algunos de los componentes más esenciales de tu ordenador. Así que si te decides a seguir al pie de la letra nuestro tutorial, recuerda que toda la responsabilidad recaerá sobre tus hombros.
¿Vale la pena hacer oveclocking al PC?
Como ya te hemos mencionado antes, hacer overclock al PC (cualquiera de sus componentes, sea la memoria RAM, el procesador o la gráfica) entraña ciertos riesgos que, en el peor de los casos, pueden llegar a dejar el PC inservible. Y vamos a ser completamente honestos con vosotros: además de que no lo recomendamos por este preciso motivo y que ya mencionamos al principio del artículo, opinamos que la ganancia de rendimiento no es algo que merezca la pena.
Antaño, con solo subir un puñado de MHz al procesador o a la memoria obteníamos a cambio una ganancia de rendimiento más que sustancial, pero con el hardware moderno que tenemos hoy en día esto ya no se nota tanto, y más todavía cuando se trata de la memoria RAM, pues es el componente más complicado de entre los overclockeables y el que menos beneficios aporta.
En la actualidad, y de nuevo teniendo los riesgos en cuenta, no recomendaríamos hacer overclock a ningún componente del PC salvo, quizás, a la tarjeta gráfica, por el simple hecho de que es el componente más sencillo de overclockear y que más beneficios potenciales puede aportarte, especialmente a la hora de jugar. Por ejemplo, en gráficas modernas elevar la frecuencia de funcionamiento en apenas 20 MHz podría repercutir en ganar 5 FPS en ciertos juegos. De todos modos, y aunque no lo recomendemos, allá cada cual…