La cantidad de memorias RAM que hay en el mercado es abrumadora, donde si le sumamos la variable de los tipos que han ido pasando por el mercado, entonces podemos literalmente volvernos locos. Por suerte, si queremos saber qué tipo de memoria RAM necesitamos para nuestro PC, ya sea para ampliar o reemplazar módulos, existe una manera sencilla de estar seguros al 100% de que sabemos cuál es la adecuada.
A la hora de escoger un módulo RAM debemos tener en cuenta una serie de factores, ya que puede ser que esta no termine por encajar en caso de que no tengamos la placa base adecuada, por lo que obviamente, para saber qué tipo de memoria RAM tiene tu PC primero debes conocer todos los tipos que hay, así que es por donde vamos a empezar en este artículo, de manera que sepas reconocerlos todos rápidamente.
¿Qué tipo de memoria RAM escoger? ¿DDR1, DDR2, DDR3 o DDR4?, ¿velocidad?
Encontrar el tipo de memoria RAM específica para nuestro PC es una tarea en ocasiones algo complicada. Y lo es en base a que el controlador que la gestiona hace más de una década que ya no forma parte de la placa base como antaño, sino que forma parte del procesador.
Aunque la placa base sigue teniendo los slots físicos de la RAM, el tipo de memoria admitido siempre será determinado en la actualidad por el controlador de memoria o IMC (Integrated Memory Controller). De hecho, hay placas base que soportan varios tipos de memoria RAM, y esto es debido a que el IMC puede soportar más de un tipo de RAM.
Por lo tanto, para saber qué tipo de memoria necesitamos, en la actualidad debemos recurrir a mirar las especificaciones de nuestro procesador, donde en ellas tendremos todos los datos con una simple búsqueda en nuestro navegador.
Una vez que sepamos el tipo de RAM que necesitamos, tendremos que prestar atención a la frecuencia. Esta se conoce (erróneamente) como velocidad y también la especifica el IMC y debería estar junto a las características de la RAM.
Es cierto que podemos aumentar esta velocidad, pero entonces estaríamos hablando de overclock, ya que cualquier valor fuera de las especificaciones se considera como tal.
El último paso por lo tanto es comprobar que nuestra placa base soporta el tipo y velocidad especificada como máxima por el fabricante del procesador (Intel o AMD), donde por norma podríamos ver valores superiores en cuanto a velocidad.
Estos valores siguen siendo bajo overclock, donde lo único que indican es que el fabricante de la placa garantiza su funcionamiento.
Hay que diferenciar entre la frecuencia del IMC y el soporte de la placa base
Esto no significa que nuestro IMC pueda soportarlo, no hay que confundir estos términos, ya que en la mayoría de ocasiones suele requerir un aumento de voltaje y con ello un aumento de la temperatura del procesador.
Otro tema importante es el voltaje de la memoria RAM debido al tipo de memoria a escoger, puesto que no es lo mismo una memoria para portátiles (SO-DIMM) que una memoria RAM para escritorio (DIMM).
En escritorio siempre se fija un voltaje mínimo común, pero en portátiles existen algunos tipos de sistemas (como los Intel NUC) que requieren memorias de bajo voltaje, por lo que este dato también debemos tenerlo en cuenta en las especificaciones de la placa base o del equipo en cuestión.
Una vez que tengamos el tipo de memoria, la frecuencia de la misma y el soporte de la placa lo avale, podremos ponernos en marcha para buscar y comprar el modelo de RAM que queramos.
Aunque tu placa acepte DDR4 no quiere decir que puedas utilizar versiones más antiguas. No se pueden mezclar RAMs, por lo que deberás comprar específicamente la que tu ordenador emplee. Aunque no te preocupes, sus ranuras y conexiones no permitirían que pongas una equivocada, por lo que no te pasará nada, puesto que no serás capaz de conectarla.
¿Qué más especificaciones debo tener en cuenta a la hora de comprar una memoria RAM?
En la mayoría de las ocasiones nos centramos principalmente en comprar una memoria RAM que puede tener la capacidad que buscamos, y es que está sería la primera cosa que debemos tener en cuenta sabiendo que cada PC necesita unos requisitos distintos dependiendo de para qué queramos utilizarlo. Lo normal ahora está en conseguir entre 16 y 32 GB de memoria dependiendo de lo que usemos, pero nunca debemos quedarnos simplemente en esto ya que puede ser un error bastante grande teniendo en cuenta que esto no es lo único que afecta al rendimiento que nos ofrece este componente.
La frecuencia también resulta extremadamente importante tal y como hemos comentado, ya que al final es uno de los aspectos claves que van a definir cómo funciona, al igual que con la velocidad de un procesador o una GPU, cuanto más alta mejor será. Pero esto también viene con una contraparte, y es la que no se suele mirar en la mayoría de las ocasiones cuando buscamos la RAM perfecta para nuestro ordenador, y es la latencia, la cual va aumentando conforme lo hace la velocidad debido a que están directamente relacionadas, lo que hace que si tenemos una latencia más alta de lo normal, el componente no pueda llegar a funcionar como queramos.
El mejor consejo que podemos dar en este caso es hacer siempre caso a la latencia CAS que tiene cada memoria, y buscar la que menor tenga de todas las que se ofertan en el mercado, ya que esto implicará que tendrán un mejor balance entre la velocidad y la propia latencia. Si hablamos dentro de los estándares actuales que son tanto DDR4 como DDR5, la RAM con menor latencia que vamos a encontrar en el caso de la primera tiene un CL14 y es el kit G.Skill Trident Z DDR4 3200 PC4-25600 32GB, mientras que en el caso del estándar más moderno lo más bajo actualmente es CL30, pero dentro de poco podríamos ver memorias a 6000 MHz con CL28.
La forma más fácil de diferenciar los tipos de memoria
Siempre es más sencillo diferenciar cualquier componente por su forma física, y más si sois personas que no entienden demasiado de conceptos extremadamente técnicos, y es que los módulos de memoria RAM nos ofrecen la capacidad de conocer que tipo son con tan solo ver su diseño. Es sencillo de reconocer, ya que para saber si nuestra RAM es DDR1, DDR2, DDR3, DDR4 o la última versión introducida DDR5, tan solo debemos mirar la denominada «muesca».
Y es que al final, con tan solo ver el hueco que tiene la RAM ya podemos diferenciarlo, principalmente porque en cada uno de los tipos esta muesca se encuentra movida dependiendo del número de pines que tengan, por lo que podemos ver que en las versiones más actuales, además de incluir más pines, también incluyen la muesca en una posición distinta, aunque solo sean unos pocos milímetros.
De todas formas, la mejor forma para diferenciarlas siempre será conocer su nombre y tipo, pero gracias a esto podemos diferenciar de una manera más sencilla aquellas que son más antiguas, ya que incluyen a su vez, una menor cantidad de pines, así que es fácil ver si las tenemos en la mano de qué tipo es cada una.
DDR5, el mejor tipo memoria RAM para ordenadores de gama alta
Actualmente podemos elegir también las memorias DDR5, las cuales se encuentran diseñadas para ordenadores de gama alta, ya que son extremadamente potentes y rápidas, pero requieren (al igual que el resto) una placa base que sea compatible con la misma. Son memorias capaces de duplicar algunas de las velocidades máximas que alcanzan los otros tipos de RAM, de forma que se convierten en la primera opción si queremos montar un ordenador que utilicemos, por ejemplo, para jugar.
Este tipo de RAM incluye velocidades máximas capaces de alcanzar los 6000MHz, aunque ya es están diseñando procesadores y placas que son capaces de gestionar una velocidad de 6400MHz, por lo que no es demasiado raro encontrar memorias que lleguen a estas capacidades. Por otra parte, también ofrecen capacidad de overclock para superar estas velocidades que ya son de por sí altas.
Estos módulos ofrecen un diseño similar a las DDR4, con la diferencia de que ofrecen una serie de microchips adicionales que son los que permiten que sea mejor con respecto a la versión anterior, y por otra parte la muesca se encuentra movida por unos centímetros, de forma que obviamente hace que sean incompatibles con los conectores que ofrecen las placas base diseñadas para soportar la versión anterior de memorias RAM, como siempre, es algo que debemos tener en cuenta antes de hacer la compra para no perder dinero.
El futuro de las memorias RAM cada vez más cerca, DDR6 ya está en desarrollo
Hemos visto cómo cada una de las versiones de la memoria RAM que podemos encontrar ha ido mejorando en muchos aspectos no solo la velocidad, sino también la distribución de los elementos y prácticamente cómo funciona en sí el componente, creando saltos generacionales que cada vez son más grandes. La memoria DDR5 es la última que se ha lanzado, pero esto no implica que no haya otras tecnologías en desarrollo que buscan mejorar por mucho los aspectos técnicos que es capaz de ofrecer la RAM, y es que lo más novedoso es conocer que actualmente ya se encuentra en desarrollo la DDR6.
Las memorias de última generación actuales (DDR5) tuvieron su aparición en 2020, un año que estuvo bastante marcado por los problemas que hubo a nivel mundial, que no lograron frenar las investigaciones a nivel tecnológico que se llevaron a cabo en el momento. Ahora, varios años más tarde, ya conocemos cual será su sucesor y la posible fecha en la que podrá llegar al mercado, con unas especificaciones que superan por mucho lo que podemos esperar de la RAM DDR5, con estándares que buscarán superar no solo los 10000 MT/s, sino que tratarán de llegar hasta los 21000 MT/s.
Conocemos que aunque su lanzamiento oficial pueda estar previsto para 2027, las primeras llegarán en el segundo trimestre de 2025, y que ofrecerán de base 8800 MT/s, siendo un estándar que casi duplicará la velocidad con la que salieron las primeras memorias DDR5. De esta forma, tan solo nos queda esperar para ver qué nos deparará el futuro, ya que el ciclo de vida de las memorias RAM como hemos podido ver cambia con cada lanzamiento, por lo que si queréis comprar una memoria de última generación, es mejor optar por lo actual, en vez de mirar al futuro.