Muchos de nosotros podemos tener en casa un antiguo portátil, al que se le queda corta la tarjeta inalámbrica a la hora de navegar. O bien, su tarjeta inalámbrica ha dejado de funcionar correctamente. Si no queréis comprar una tarjeta inalámbrica por USB, podéis animaros a cambiar la tarjeta original del equipo por una completamente nueva. Que le va a dar nueva vida a vuestro portátil, prolongando su utilidad en el tiempo. Y, por tanto, ahorrando bastante dinero.
Aunque la mayoría de componentes que vienen dentro de un ordenador portátil, no son ampliables, hay tres que sí lo suelen ser: la RAM, la unidad de almacenamiento y, por raro que pueda parecer, la tarjeta inalámbrica. Y decimos «raro» porque, uno podría suponer que dicha tarjeta estaría integrada en algún componente del PCB del portátil. Sin embargo, nada más lejos de la realidad ya que casi siempre los fabricantes recurren a modelos de quita y pon que facilitan la incorporación a nuevas placas y modelos, Así que es nuestra oportunidad de cambiar esta tarjeta de red inalámbrica y, de paso, actualizarla para hacernos con una lo más moderna posible, con Wifi 6 o cosas así que multiplican la velocidad de transferencia con el router. Y tener una buena conexión nunca le hace mal a nadie.
La tarjeta inalámbrica del portátil suele ser una tarjeta de expansión, la cual se conecta a su correspondiente puerto de la placa base, al igual que a las antenas, que le permiten realizar la función para la que se ha diseñado. Como te vamos a contar a continuación, puedes cambiar la tarjeta inalámbrica de tu portátil por ti mismo porque es un proceso realmente sencillo y que no requiere ni maña ni experiencia.
La gran mayoría de módulos inalámbricos utilizan una interconexión del tipo M.2 como la de los SSD NVMe para interconectar con el portátil. siendo una de las utilidades de dicha variante del PCI Express más allá que el almacenamiento en estado sólido. Aunque algunas marcas utilizan conectores propietarios. En todo caso el cambio de la tarjeta WiFi por otra mejor lo deberíais plantear de cara al consumo también, a medida que pasa el tiempo estas son más eficientes y su uso os puede dar más vida de batería a vuestro ordenador portátil.
Consejos antes de actualizar la tarjeta inalámbrica del portátil
Antes de lanzaros a comprar la primera tarjeta inalámbrica que veáis para vuestro portátil, hay algunos consejos que deberéis de tomar en consideración y que no podemos dejar de tener en cuenta siempre y cuando no queramos tirar el dinero con el primer módulo de encontremos. Y todo depende de qué tipo de redes quieras soportar, el precio (obviamente siempre importa) y la compatibilidad con el hardware que tenéis en vuestro portátil.
Soporte para redes
Un router es capaz de generar diferentes tipos de bandas inalámbricas a las que conectarse y que podemos resumir básica en dos: 2.4 GHz y 5 GHz. Mientras que la primera está destinada a ofrecer un mayor alcance y menor velocidad a la hora de transferir datos, las redes de 5 GHz ofrecen una mayor velocidad de transferencia de datos con un menor alcance. Si el portátil únicamente es compatible con redes de 2,4 GHz, podemos aprovechar esta actualización para comprar un modelo que, además, sea compatible con bandas de 5 GHz.
De esta forma, el equipo se conectará automáticamente a la red cualquiera de las redes que estén disponibles, permitiendo configurar el equipo para que dé prioridad a la red de 5 GHz en lugar de la de 2,4 GHz cuando tiene suficiente cobertura. Si, además, también ofrece soporte para el ancho de banda de 6 GHz, mejor que mejor. Si tenemos previsto que el equipo nos dure unos cuantos años, es recomendable invertir un poco de dinero más y comprar un módulo que sea compatible con Wi-Fi6E, siempre y cuando esté gestionado por Windows 10.
Si el sistema operativo es Windows 11, podemos optar por hasta Wi-Fi7, estándar de Wi-Fi que tendrá soporte en Windows 10, ya que este sistema operativo dejará de recibir actualizaciones en octubre de 2025 y Microsoft no está dispuesta a invertir dinero ni tiempo de desarrollo en un software al que le queda muy poco tiempo de vida. Además, si cuenta con conectividad Bluetooth y nuestro equipo carece de ello o ya incluye, pero es una versión muy antigua, podemos aprovechar para hacer una renovación 2 en 1.
Compatibilidad
Hay fabricantes de PC portátiles que solo admiten determinadas marcas o modelos de tarjeta inalámbrica. Deberéis, por tanto, intentar averiguar si el fabricante de vuestro modelo es de lo que hacen esto. Porque no es plan que compremos una tarjeta de red, que luego no nos vaya a funcionar por ser incompatible.
También hay que tener en cuenta que ciertos modelos de CPU de Intel o AMD utilizan un chipset integrado que está pensado para comunicarse con unos estándares concretos WiFi o Bluetooth. Por lo que puede que, aunque consigas instalar un módulo compatible no puedas utilizar todas las funciones.
Tamaño
Aunque actualmente casi todas las tarjetas inalámbricas suelen ser de media altura, pero puede ser que nuestro portátil todavía emplee tarjetas de altura completa, lo que vendrá definido por el espacio que tengamos para colocarla en el interior. Por ejemplo, la tarjeta WiFi que tenéis en la fotografía que podéis ver unos párrafos más arriba es una de media altura. Sin embargo, la de la siguiente foto, es de altura completa.
Las diferencias entre ambos tipos de tarjetas saltan bien a la vista y es un aspecto a tener en cuenta a la hora de adquirir ese componente.
Antenas
El último aspecto a tener en cuenta es el número de antenas que va a usar nuestra nueva tarjeta WiFi. Modelos muy antiguos de portátil puede que usen solo una antena. Por tanto, la nueva tarjeta que compremos también debería de usar solo una antena. En el caso de usar más antenas, deberemos de preocuparnos de cómo instalar la antena extra dentro del portátil. Y en algunos casos el espacio en los portátiles está lo milimétricamente medido para colocar todos los componentes en su interior y, por tanto, la colocación de la antena del nuevo módulo WiFi puede resultar en un complejo puzle.
Como cambiar la tarjeta Wi-Fi de un portátil
Lo primero que vamos a hacer es desmontar la batería del portátil. Y, con ella desmontada, drenaremos la corriente de los condensadores de su placa base. Para ello, mantendremos apretado unos segundos el botón de encendido del portátil. Si esto no fuese posible, antes de tocar la antena intentaremos desconectar la batería de la placa base mediante el conector.
Esto puede ser algo complicado en ciertos portátiles, así que solo lo recomendaremos para aquellos que lo tengan a mano y como medida de seguridad.
Ahora localizaremos dónde está situada la tarjeta inalámbrica. En algunos modelos suele situarse debajo de un compartimento, al que podremos acceder quitando unos tornillos. Este componente normalmente es bastante accesible, pero si no es así, tendremos que desmontar las correspondientes partes del PC para llegar a ella.
Incluso puede haber modelos que requieran desmontar por completo la parte inferior del portátil para acceder a la tarjeta en cuestión. Como cada modelo está diseñado de forma específica y nada tiene que ver con el de otra marca o gama inclusive, no podemos generalizar como tal.
Una vez ya la tengamos localizada, deberemos de proceder a desconectar las antenas de la tarjeta. Este paso lo realizaremos con extremo cuidado, para no dañar los conectores que la conectan a la tarjeta.
Sería conveniente hacerle una foto a cómo van conectadas las a la antigua tarjeta WiFi, para que luego os resulte más sencillo conectarlas en la nueva.
Ahora soltaremos la antigua tarjeta, quitando los tornillos o cualquier sistema de retención que haya previsto el fabricante del portátil para nuestro modelo. Esto, en la mayoría de los casos, hará que se eleve la tarjeta en un ángulo de 30º, lo que nos facilitará sacarla de la ranura de conexión.
A la hora de insertar la nueva tarjeta WiFi, seguiremos los mismos pasos que hemos dado para desmontarla, pero en el orden contrario. Es decir, primero instalaremos la nueva tarjeta y la aseguraremos al PCB del portátil con su correspondiente sistema de sujeción. Conectaremos las antenas en su correspondiente conector y ya habremos terminado.
Ahora solo queda conectar nuestro portátil directamente a la toma de corriente y ponerlo en marcha. En muchos casos, en el momento en el que el sistema operativo detecte la nueva tarjeta WiFi, intentará instalar sus drivers, en el caso de que los tenga por defecto. Aunque, nunca está de más haberse descargado los correspondientes drivers de la web del fabricante de la tarjeta. Esto nos asegurará que estemos usando la versión más moderna de estos.
Utilizar un USB Wi-Fi
Si tenemos la mala suerte de no encontrar un modelo de reemplazo para la tarjeta Wi-Fi de nuestro portátil o esta se encuentra integrada en la placa base ya ha dejado de funcionar, la única opción que nos queda si el período de garantía ha caducado, es comprar un pincho USB para añadir conectividad Wi-Fi al portátil. Este dongle se utiliza habitualmente en equipos de sobremesa cuya placa base carece de conectividad Wi-Fi ya que permite ampliar las capacidades del equipo con una inversión mínima, sin tener que cambiar la placa base.
De este tipo de dispositivos podemos encontrar varios tipos en el mercado. Por un lado, se encuentran los modelos que apenas sobresalen del puerto, permitiendo al usuario llevarlo siempre encima cuando transporte el equipo. Por otro lado, encontramos otros modelos que incluyen una antena para mejorar la capacidad de recepción de las señales Wi-Fi del entorno. Este tipo de tarjetas USB son las que más se utilizan en equipos de sobremesa, ya se sitúan en la parte trasera para ocultarla a la vista, lo le impide captar con claridad las señalas inalámbricas del entorno.
Si buscas un pincho USB Wi-Fi, en Amazon encontramos por poco más de 10 euros, este modelo de TP-Link compatible con redes inalámbricas de 2.4 GHz y que ocupa muy poco espacio en el equipo.
Si buscamos uno que tenga soporte para redes de 5 GHz, al tener menos alcance que las redes de 2,4 GHz, pero una mayor velocidad, necesitamos un pincho con incluya una antena, como el modelo que os dejamos a continuación de TP-Link.
La opción que os mostramos a continuación es otra excelente opción, pero con dos antenas en lugar de una como el modelo de TP-Link, lo que le permite captar de forma más potente las redes inalámbricas del entorno.