La alfombrilla del ratón es otro de los elementos de desgaste que tenemos en el PC, y por supuesto es proclive a ensuciarse tanto o más que el teclado o el ratón. En este tutorial vamos a enseñarte a limpiar la alfombrilla del ratón para que luzca como nueva el mayor tiempo posible, pero sobre, con mucho cuidado de no dañarla para que mantenga intacta toda su funcionalidad y que la superficie del mouse siga corriendo tan precsia como siempre.
La alfombrilla es uno de esos elementos clave del ordenador que a veces pasamos por alto y si no, recordad cuando tenéis que trabajar fuera de casa, con el portátil, sacáis el ratón y os dais cuenta de que os habéis dejado la alfombrilla en casa. ¿A que os dan ganas de no hacer nada por el infierno que supone estar moviendo el mouse por una superficie que no agarra como necesitamos? Así que vamos a explicarte cómo debes limpiarla para no dañarla.
En el caso de que no sepas cómo hacerlo no te preocupes, ya que por eso mismo te hemos preparado este tutorial. Antes de nada, debemos diferenciar los tipos de alfombrillas que hay, puesto que como es lógico no es igual limpiar una alfombrilla rígida (sea metálica o de plástico) que una que haya sido fabricada con tela, puesto que, por un lado, es más fácil estropear una que otra, y por otro las alfombrillas de tela podrían absorber líquidos si se derraman encima. Los cuidados son diferentes para los dos tipos y es por ello que requieren métodos distintos para su limpieza y mantenimiento pero, eso sí recuerda, siempre con la idea de no dañar la superficie de contacto con el ratón.
¿Por qué limpiar la alfombrilla del ratón?
Existen alfombrillas que son únicas en cuanto a diseño y por el desgaste continuo las hemos tenido que tirar con el tiempo. Si no quieres tirar ninguna alfombrilla más, quieres mantener o recuperar esa edición de coleccionista que no podrás comprar otra vez y tanto te gusta, entonces te recomendamos que le hagas una limpieza y mantenimiento periódicos para que no sea necesario plantearnos un cambio. A ver, tampoco hablamos de un accesorio especialmente caro, pero todo lo que ahorremos siempre será bienvenido.
Además hay que tener en cuenta que nuestras manos sudan, especialmente en verano. Y es por ahí que nuestro cuerpo elimina elementos indeseables. Por lo que es importante que para una buena higiene del lugar de trabajo sea recomendable lavar la alfombrilla cada cierto tiempo. No hace falta que las tiréis y compréis una nueva. Más si os gusta el diseño de la misma. O simplemente creéis que se trata de una edición limitada que va a tener mucho valor sentimental y nostálgico con el paso del tiempo (si este es el caso, casi mejor guárdala y hazte con otra menos valiosa).
Cómo limpiar una alfombrilla rígida
Limpiar una alfombrilla rígida realmente no tiene mucho misterio, ya que no tienen material que absorba la suciedad.
- Nos bastará con frotarla con un paño húmedo de agua y jabón para dejarla como nueva.
- Eso sí, asegúrate de que el paño esté bien limpio para no rayar su superficie (de hecho, si tienes el típico paño de microfibra, te recomendamos arrancarle la etiqueta).
- Cuando termines de limpiarla, recuerda secarla con un paño seco e igualmente limpio para dejarla como nueva. Por lo que te recomendamos que utilices paños nuevos cuando cada vez que le hagas mantenimiento, no suelen ser caros y es mucho más seguro.
- Recuerda de hacerlo con cierta regularidad para que esta suciedad no termine incrustada.
¿Qué producto recomendamos para limpiar una alfombrilla rígida?
La opción profesional es usar CarPro Eraser, el cual eliminará cualquier residuo que haya quedado en la superficie por pequeño que sea, donde tras retirar el residuo con una bayeta de microfibra tendremos una superficie como nueva.
¿Qué ocurre con las alfombrillas de tela?
Las alfombrillas de tela, por el contrario, sí que son más complicadas de limpiar, ya que tienen una superficie de microfibras en la que se va depositando la suciedad (polvo ambiental, sudor de las manos, suciedad que se queda en las patas del ratón y que se termina incrustando, etc.). Además, debemos tener especial cuidado al limpiarlas porque esa capa de tela superficial podría terminar despegándose de la base, haciendo que la alfombrilla quedará prácticamente inutilizada y, por tanto, que la tengamos que tirar a la basura.
Para limpiarla adecuadamente, el mejor método (o al menos el menos dañino) es utilizar un limpiador de tapicería de sofás que se puede comprar en muchas tiendas y ferreterías. Es un producto bastante barato y que nos durará durante bastante tiempo, así que merece la pena la inversión. Además, los hay que ya vienen con un cepillo incorporado, por lo que nos será mucho mejor para realizar la limpieza correspondiente.
¿Cómo limpiarlas?
Para ello tienes que seguir loa siguientes pasos:
- Con la alfombrilla extendida sobre una mesa o superficie plana, simplemente vamos aplicando el producto y frotando suavemente con el cepillo (si no habéis comprado el producto que os recomendamos, sino otro que no trae cepillo, podéis emplear un cepillo de la ropa o zapatos sin problema).
- Hay que frotar suavemente y a ser posible en círculos hasta que la espuma blanca que crea el producto de limpieza vaya desapareciendo.
- Para quitar la suciedad os recomendamos un cepillo para textiles, de cerdas suaves, o también os valdría una brocha de detailing de coche de cerdas medias, pero es más complicado de limpiar realmente por las dimensiones y la presión que se le puede ejercer.
- Después de esto la alfombrilla quedará húmeda. Así que es recomendable dejarla tendida durante 24 horas para que se seque completamente antes de volver a usarla de nuevo.
¿Qué producto recomendamos para limpiarlas?
Si lo que queréis es una limpieza profesional, aquí vais a tener que gastaros un buen dinero, pero seguro que se amortiza para toda la vida de la alfombrilla y seguramente para dos más. El producto se llama CarPro InnerQD, es un limpiador que puede ser usado para casi todo, es seguro y lo más importante, limpia y desinfecta la alfombrilla de virus y bacterias. Es un producto que proviene de la industria profesional del detailing de coches y que está comprobado para soportar incluso el sol añadiendo protección a la alfombrilla.
¿Puedo echarla en la lavadora?
La mayoría de alfombrillas de este tipo soportan bien la lavadora. Antes de hacerlo, deberías consultar la web del fabricante y ver si te dice algo de su mantenimiento o si se puede lavar. Obviamente hay que destacar que si se trata de un tipo de alfombrilla que pueda llevar algún circuito, como pueden ser aquellas que se utilizan para dar energía a los ratones inalámbricos sin batería, o las que tienen luces LED, es obvio que no se pueden meter a la lavadora, al igual que el resto de dispositivos eléctricos.
Por otra parte si tenéis una alfombrilla de una calidad más baja, lo normal es que estén hechas con materiales que no soportan demasiado bien temperaturas como las que puede alcanzar una lavadora a la hora de limpiar, haciendo que la goma que se encuentra en la parte baja se pueda llegar a derretir o romper. No es algo muy común pero si que es un dato que hay que tener en cuenta, por lo que siempre es mejor lavarla a mano para evitar cualquier tipo de problema.
Desde luego el proceso más cómodo es ponerla en la lavadora y luego tenderla. Se recomienda lavarla sola, aunque es un poco desperdicio de tiempo y recursos. No deberías tener ningún problema en lavarla con el resto de tu ropa sucia. Luego la tiendes como si fuera una camiseta y listo. Este es otro método que hemos usado y no hemos tenido ningún problema, no ha sufrido daño alguno la alfombrilla.
Alfombrillas de cristal templado
Aunque no son muy populares entre el gran público, existen alfombrillas de cristal templados, unas alfombrillas que son mucho más caras que las fabricadas con tela y plástico. Este tipo de alfombrillas están diseñadas para jugadores que necesitan la máxima precisión y rapidez de desplazamientos y está fabricada con materiales de primera calidad.
Estas alfombrillas están optimizadas para funcionar a la perfección con sensores ópticos e incluye un tratamiento especial para que el deslizamiento sea el más rápido posible y silenciosos. La superficie de este tipo de esterillas, que podemos encontrar en diferentes tamaños dispone una base antideslizante de goma para agarrarse a cualquier superficie.
Cómo limpiarlas
Al tratarse de una alfombrilla completamente rígida no podemos meterla en la lavadora como si sucede con otros tipos. Aunque la superficie está recubierta de un material que permite realizar movimientos rápidos, eso no significa que para limpiarla, haga falta un producto especial.
De hecho, la mayoría de los fabricantes afirman que para limpiarla tan solo es necesario utilizar un trapo ligeramente humedecido en agua y frotar sobre la superficie. También podemos utilizar una mezcla de agua con un poco de jabón cuando la esterilla tiene acumulada mucha suciedad.
No es recomendable utilizar productos químicos para limpiarla si no queremos cargarnos la capa que facilita el deslizamiento más rápido. Teniendo en cuenta que su precio no baja de los 150 euros en el mejor de los casos, es recomendable hacerle caso al fabricante y limpiar con agua y un trapo.
No te cortes: límpiala a fondo
Pongámonos en un supuesto extremo: llevamos años usando la alfombrilla y nunca la hemos limpiado. O, quizá, simplemente hemos derramado un refresco sobre ella y se ha quedado completamente impregnada. En ese caso debemos pasar a un método un poco más radical para limpiarla, método que no es recomendado para un mantenimiento regular de la alfombrilla porque puede llegar a dañarla si lo utilizamos de manera regular y periódica, pero que en casos como este es hacer esto, o tirarla a la basura.
Pasos a seguir para una limpieza a fondo de una alfombrilla
El método pasa nuevamente por el producto para limpiar tapicerías, no obstante, con ciertas variaciones. Por lo que el proceso será el siguiente. Es importante seguir todas las indicaciones al pie de la letra y tal como os indicamos, ya que de no ser así podríamos destruir la alfombrilla y hacer inutilizable. Ya sea por el hecho que una alta temperatura ha separado sus partes o dejarla húmeda demasiado tiempo ha acartonado.
- Lo primero que haremos será extender una capa de la espuma sobre toda la superficie de la alfombrilla. Para ello nos asegurándonos de que ha empapado bien (es decir, en vez de echar un poco de producto, echamos bastante más).
- Una vez hecho esto, metemos la alfombrilla a la lavadora, sin detergente ni suavizante, y programamos un lavado rápido (20-30 minutos) con agua fría, con temperatura nunca superior a 30 grados.
- Una vez que termine la lavadora, tendremos que tender igualmente la alfombrilla de manera inmediata después de que haya terminado el proceso de lavado.
- Deberemos dejar la alfombrilla tendida durante unas 24 horas como mínimo para que se seque por completo. Es importante que no queden rastros de humedad.
Ni que decir tiene que este método de la lavadora no es recomendable salvo casos extremos. Ya que corres el peligro de que la alfombrilla quede del todo inservible, sobre todo si se despega la tela de la superficie de la goma de la zona inferior
¿Qué productos recomendamos?
Si queremos una limpieza profesional para este menester y posiblemente otros, os recomendamos CarPro Inside. Cuidado que es muy potente y aplicado directamente, puede dejar marca, por ello recomendamos diluirlo 1:1 y aplicar en espumante.
Además, el guante CarPro Scrub sacará toda la suciedad que jamás pensabas que estaría ahí, una combinación tremendamente efectiva en el caso de que la suciedad sea de tal calibre que te estés pensando en tirar la alfombrilla a la basura.
Recordad siempre que, por mucha mugre y suciedad que veáis en la alfombrilla de vuestro PC, existe la posibilidad de darle una manita de productos especiales y dejarla como nueva.
A diferencia de otros componentes del ordenador, las alfombrillas no solemos cambiarlas cada poco tiempo porque en muchas ocasiones están vinculadas sentimentalmente a un acontecimiento o producto especialmente relevante para nosotros: un regalo personal de alguien, un videojuego que es de nuestros preferidos, o un souvenir de un viaje que marcó nuestra vida (sí, aunque parezca increíble). Así que darle una segunda oportunidad es siempre mejor que recurrir a la decisión más simple de ir a una tienda y comprar una nueva.