El llamado mundo retro se ha vuelto popular en los últimos años, ya sea a través de la colección de sistemas antiguos, o de la creación de sistemas para poderlos emular utilizando la potencia de nuestros PC. En este artículo os vamos a explicar por qué es mejor un MiniPC para retrogaming y cuáles son los mejores que podéis encontrar en el mercado.
Llamamos emulación cuando a través de un programa podemos ejecutar software que no se ha diseñado para ejecutar dichos programas, es decir, estamos haciendo que un sistema actúe y se comporte como otro con tal de que podamos disfrutar de juegos y programas en un entorno distinto para el que habían sido diseñados inicialmente. Se trata de un fenómeno que es cuanto menos polémico, ya que es visto por muchos como una forma de piratería encubierta, en especial si hablamos de sistemas que se encuentran actualmente a la venta lo fueron hasta hace relativamente poco.
En general se tardan varios años, incluso más de una generación, en poder emular en condiciones un sistema. Por lo que cuando aparecen los emuladores, el sistema original ya lleva varios años fuera del mercado. Para los coleccionistas es además una manera de poder jugar a los juegos que tienen en propiedad sin que exista el desgaste. En general el concepto de la emulación es el de permitir acceder a sistemas que no se encuentran en el circuito comercial y que sus fabricantes han desaparecido o han lanzado productos posteriores.
Pese a que han proliferado los sistemas de muy bajo coste, como la Raspberry Pi o el hardware basado en la TV Box, los cuales hacen uso de hardware para móvil de gama muy baja. Donde los emuladores utilizados para el retrogaming tienen toda su fuerza es el mundo de los ordenadores convencionales. Y no hay nada mejor que un MiniPC colocado debajo de nuestro televisor para poder disfrutar de nuestra colección de juegos de antaño con las comodidades actuales.
¿Por qué es un mejor un MiniPC para retrogaming?
De un tiempo a esta parte hemos visto como ha aparecido hardware para retrogaming basado en la tecnología de los smartphones de gama baja, la cual tiene suficiente potencia para emular sistema de videojuegos hasta mediados de los 90 sin problemas de rendimiento o de emulación, pero es ir más allá de la primera PlayStation y ver como aparecen los problemas tanto en un lado como en otro. La otra alternativa es el Mister FPGA, pero por su limitación en el número de puertas lógicas a configurar tampoco puede ir mucho más allá y es una solución que podemos llamar sin miedo a equivocarnos de puro nicho.
Lo ideal sería poder montar un PC para ello. ¿El problema? Bueno, la gracia es poder jugar en el salón y una torre es siempre aparatosa e incómoda en ese aspecto. Por suerte, desde hace años que han aparecido lo que coloquialmente llamamos MiniPC o NUC, los cuales se pueden colocar ocupando mucho menos espacio que un PC convencional. Se trata además de una opción mucho mejor que tener colecciones de consolas clásicas ocupando espacio en casa, más ahora cuando los especuladores del retro están subiendo los precios de las mismas.
Además, no te vas a encontrar con el problema de las líneas de escaneo en el caso de las consolas con salida de vídeo analógica y podrás jugar a los juegos a mayor resolución que en el hardware original, ya que muchos emuladores tienen la capacidad de poder ejecutar los juegos a mayor resolución que el hardware original. Eso sí, tampoco os esperéis milagros, que muchos juegos ya tienen varios años.
¿Qué potencia ha de tener un MiniPC para retrogaming?
Pues depende de los sistemas que queramos emular, y es aquí donde radica el problema de cara al rendimiento. Puesto que si estamos hablando de un sistemas de 8 y 16 bits, entonces nos bastará con una simple TV Box con una pequeña modificación. Estas no se basan en PC y tienen un coste que es una fracción de lo que te puede costar el MiniPC más barato. En realidad a día de hoy si queremos emular cualquier sistema retro que haya aparecido antes de la primera PlayStation no nos hace falta comprar un PC.
A partir de las consolas de la segunda mitad de los 90 es cuando empezamos a necesitar más rendimiento y la mayoría de TV Box e incluso la popular Raspberry Pi 4 se quedan cortas, y si nos vamos a la generación de la primera década de los 2000 ya es cuando nos es necesario saltar al PC. Especialmente por el hecho de que para procesadores con conjunto de registros e instrucciones ARM no hay un emulador de PlayStation 2 decente.
Precisamente es ahora, cuando las consolas de hace veinte años empiezan a fallar tras muchos años, con estas fuera del mercado y con los especuladores cabalgando a sus anchas que es cuando tener un MiniPC para retrogaming de cara a jugar a consolas antiguas, pero no las clásicas de los 80 y 90, sino la de principios de los 2000 en adelante.
La potencia del procesador y la gráfica son importantes
Y es aquí donde llegamos al problema del rendimiento de cara a la emulación, la gran cantidad de MiniPC en formato NUC que suelen basarse en un procesador de gama baja de Intel y a veces incluso de AMD. El problema de esos MiniPC es que a la hora de emular no suponen una ventaja si tenemos en cuenta la potencia que nos ofrecen, ya que la mayoría se han creado para tareas ofimáticas. Muchos de ellos traen una GPU integrada de muy baja potencia, en especial las de Intel. En cambio, AMD, gracias a la tecnología de sus gráficas Radeon, ha demostrado tener cubierto esta parte, al menos en teoría, luego veremos cómo realmente no es así.
Tampoco podemos dejar de lado la CPU, en las consolas y sistemas antiguos se usa hardware a medida que no tiene equivalente en PC y requiere que se emule a través del procesador principal. Por lo que no solo vamos a necesitar que la gráfica sea potente con tal de conseguir la mejor emulación posible, en especial en los sistemas más avanzados por la complejidad de sus arquitecturas y el hecho que en la mayoría de veces es la CPU la que tiene que emular buena parte del hardware por sí misma, no solo el procesador.
¿Son buenos los MiniPC para retrogaming?
Cuando nos planteamos hacer este artículo nuestro objetivo era buscar un MiniPC que nos permitiese hacer lo siguiente: emular las consolas de principios de los 2000, en concreto la PlayStation 2 de SONY y la GameCube de Nintendo sin problemas de rendimiento y si nos apuráis también la Wii. Sin embargo, su alto precio nos hizo ponernos aún más exigentes, y dados los avances en emulación de sistemas mucho más potentes nos planteamos ponerlos a prueba en un nivel superior. ¿Qué tal es su rendimiento a la hora de emular consolas HD?
Para ello escogimos tres modelos distintos, dos de ellos son MiniPC que no tienen tarjeta gráfica integrada y se basan en APU Ryzen de diferentes generaciones. El tercero, en cambio, es un NUC de Intel con una RTX 2060 en su interior y sinceramente, nos hemos llegado una enorme decepción en cuanto al rendimiento que ofrecen por el precio que tienen.
MINIS FORUM Mini PC AMD Ryzen 5 3450U
El MiniPC para retrogaming que encabeza esta lista lleva una CPU AMD Ryzen 7 3750H, el cual tiene una CPU de 4 núcleos y 8 hilos de ejecución a 2.3 GHz basada en la arquitectura Zen de primera generación junto a una GPU AMD Vega de 10 Compute Units a 1.4 GHz. Todo ello con una memoria DDR4-2400 de doble canal.
Se trata de un sistema excelente si queremos emular sistemas como GameCube o Wii, ya que emula los juegos a altas resoluciones sin problemas de rendimiento ni bajadas de fotogramas a resoluciones tan altas como los 1440p. En cambio, a la hora de emular PlayStation 2 vía el popular PCSX2 nos vamos a tener que conformar con hacerlo a resolución nativa en la gran mayoría de juegos. En el caso de que quieras ejecutar los juegos a 720p entonces deberás tirar de hacks de velocidad para el emulador, por lo que no es lo suficientemente potente.
¿Y qué hay de consolas más potentes? En PS3 no vamos a poder jugar a todos los juegos, los menos exigentes a nivel técnico los vamos a ejecutar sin problemas, pero olvídate de poder jugar a los pesos pesados de la consola en condiciones con esta configuración. En cuanto a la hora de emular Wii U ocurre lo mismo, no podrás emular todo el catálogo y te tendrás que conformar con los juegos más simples.
MINIS FORUM Elite HX90
Este MiniPC es ideal para retrogaming gracias al uso de un AMD Ryzen 9 5900HX con 8 núcleos y 16 hilos de arquitectura Zen 3 a 3.3 GHz con un Boost a 4.6 GHz de y una GPU integrada AMD Radeon Vega de 8 Compute Units a 2.1 GHz. En cuanto a la RAM tenemos 16 GB DDR4-3200 en doble canal. Por lo que claramente no estamos ante una bestia en cuanto a un PC gaming se refiere, pero sí de cara a la emulación. ¿Y qué hay de su rendimiento? Puede emular sin problemas cualquier cosa que le eches y haya salido antes de 2005 al mercado.
El problema viene cuando hablamos de emular los llamados sistemas en HD. Por ejemplo, si tomamos CEMU, el emulador de la malograda Wii U de Nintendo, entonces veremos que el juego puede mantener los 30 FPS con algunas subidas a algo más de 40 si jugamos a 900p, la cual es la resolución que tiene el juego en modo televisor en la Nintendo Switch. En cambio, si decidimos jugarlo a Full HD podemos encontrarnos en la órbita de los 20 FPS. .
No obstante, no tiene problemas para emular los juegos de la generación de principios de los 2000, por lo que si quieres tener un sistema para rememorar tus partidas a los clásicos de consolas como PlayStation 2 o GameCube se trata de un sistema excelente para ello. La pregunta es si sus más de 1000 euros de precio nos merecen la pena para este menester.
Intel NUC PHKi7CAA1
El potente Intel NUC basado en sus procesadores Tiger Lake-H para portátiles combinados con una GeForce RTX 2060 con 6 GB de memoria es una de las opciones a considerar y se trata del hardware más potente que podemos encontrar. El problema es que su precio está por las nubes y se coloca en casi los 2000 euros, lo cual incluso con el precio hinchado de las RTX 2060 en la actualidad, se pueden encontrar por 600 euros, nos parece exagerado por mucho que lleve un i7 de decimoprimera generación de Intel, pero no hace uso de hardware para sobremesa, sino para portátiles y de ahí su alto precio.
Su potente GPU nos permitirá jugar a la mayoría del catálogo de PS3 a 4K y 60 FPS constantes en la gran mayoría de juegos, sin embargo existen excepciones como pueden ser Killzone 3 donde en vez de colocarse a 60 FPS lo hará a poco más de 30. El popular The Last of Us que queda entre los 20 o los 30 fotogramas por segundo, curiosamente la velocidad a la que iba la consola original. ¿Lo que nos tira hacia atrás? El alto precio de su hardware para el rendimiento que ofrece.
Entonces, ¿Cuál es la mejor opción?
No vamos a señalar a nadie, pero los fabricantes de MiniPC con tarjetas gráficas gaming saben que sus sistemas no son lo suficientemente buenos como para competir con una torre de PC convencional, tampoco podrían competir en rendimiento con un HTPC bien montado del tipo Mini-ITX. No en vano, podemos conseguir construir un ordenador de ese tipo por piezas y que nos dé el rendimiento del Intel NUC con la RTX 2060 por una fracción del precio.
El objetivo inicial a la hora de escribir este artículo era decidir cuál era el mejor MiniPC para retrogaming, pero después de probar el rendimiento de algunos de ellos nuestra conclusión es clara. No los recomendamos, especialmente cuando tenemos a AMD que acaba de lanzar sus APU Ryzen 6000 al mercado con RDNA 2 como GPU y el doble de rendimiento gráfico. No dudamos que cuando aparezcan los Ryzen 6000G, la versión de escritorio para el chipset AM4 nos será posible construir nosotros mismos un MiniPC de mucho mayor rendimiento y menor precio para nosotros que los MiniPC que hay ahora en el mercado.