Comprar una nueva fuente de alimentación para tu equipo no es algo baladí, ya que son muchas las características en las que deberías fijarte si no quieres equivocarte al hacerlo, o si tienes un presupuesto ajustado y no quieres gastar de más. ¿Te imaginas el desastre que supondría comprar una fuente para tu nuevo equipo y que no sea capaz de darle suficiente intensidad de corriente a tu tarjeta gráfica? Para evitar esto entre otras cosas, en este artículo te vamos a contar qué características deberías tener en cuenta a la hora de comprar una nueva fuente de alimentación para tu equipo.
Si se te ha estropeado la fuente de alimentación y simplemente quieres sustituirla por otra, es muy sencillo volver a comprar exactamente el mismo modelo, y así difícilmente te vas a equivocar. El problema es que rara vez compras exactamente la misma fuente que tenías, y la mayoría de usuarios se limitan a comprar otra fuente de igual o superior potencia y listo, algo que puede llevar a problemas si no se hace con cabeza. Para evitar esto, vamos a darte unos cuantos consejos para que puedas acertar.
Potencia, raíles e intensidad de corriente
Normalmente, a la hora de escoger una nueva fuente de alimentación para tu equipo la mayoría de usuarios se fija únicamente en la potencia anunciada por el fabricante, pero hay otros muchos aspectos relativos en los que deberías fijarte. Vaya por delante que si escoges una fuente de alimentación extremadamente sobredimensionada (por ejemplo, una de 1200 W para un equipo básico) difícilmente te vas a equivocar en el sentido de compatibilidad, pero estarás a buen seguro gastando muchísimo dinero que podrías haberte ahorrado para invertir en otros componentes.
Además de en la potencia de la fuente, que obviamente debe ser acorde a tu equipo (te recomendaríamos en torno a un 25% más del consumo máximo calculado de tu PC con una calculadora online, de manera que tengas margen para «picos» y por el desgaste de los componentes por su envejecimiento).
Otro de los factores en los que debes fijarte es en los raíles con los que cuenta la fuente y en su amperaje o intensidad de corriente; generalmente, si tienes una tarjeta gráfica muy potente querrás buscar fuentes que tengan un solo raíl de +12V capaz de entregar mucha intensidad antes que varios raíles con menor intensidad, ya que aunque estos últimos permiten balancear la carga, los primeros entregan una mayor estabilidad y, de hecho, en GPUs muy «tragonas» ni siquiera serán capaces de darles el servicio adecuado en algunos casos.
Esto lo puedes ver en la tabla de potencia, en las especificaciones de la fuente. En el ejemplo que ponemos arriba de una fuente de 550W, ésta tiene un único raíl de +12V que es capaz de dar hasta 44A de intensidad, con un total de 528 W en el raíl.
La marca y el tier, un aspecto fundamental
Muchas veces hemos hablado de que la marca y la forma de fabricar la fuente de alimentación representan un factor crucial en su calidad. Ya no solo debes buscar eficiencias altas (80 Plus Titanium, Platinum, Gold, etc.) sino también marcas de renombre y, de hecho, es aconsejable buscar el Tier (categoría) de la fuente de alimentación concreta para poder hacerte una idea de la calidad de sus componentes.
Una pista sobre esto la puedes encontrar fácilmente en la garantía: si un fabricante te da 10 años de garantía en su fuente de alimentación es que está muy pero que muy seguro de su buena calidad; si por el contrario apenas te da los 2 años obligatorios puedes pensar que la fuente muy buena no es.
Acierta al comprar tu fuente de alimentación
Obviamente debes buscar una fuente de alimentación que te proporcione los requisitos eléctricos que requiere tu equipo en términos de potencia y cableado (ya si quieres que sea modular o no es cosa tuya), así como otras características que te resulten útiles tales como el control digital, certificación de eficiencia, conectores y tipo de cables, protecciones, etc.
Así mismo, siempre decimos que si el cerebro de un PC es su procesador, la fuente es el corazón porque es la que suministra energía a todos los componentes y, por lo tanto, todos dependen de ella. Así pues, el consejo es que busques fuente de buena calidad y de un fabricante de renombre, nunca escatimes en la fuente de alimentación o lo lamentarás a medio e incluso a corto plazo.