Hoy en día los disipadores de refrigeración líquida AIO han ganado una gran popularidad entre los usuarios de PC, en detrimento de los disipadores por aire. Sin embargo, tienen una desventaja principal y es que al contrario que estos no pueden funcionar por un tiempo indeterminado, sino que llega cierto momento en el que es necesario cambiarlas. En este artículo te vamos a contar los aspectos clave para saber cuándo ha llegado el momento de cambiar la refrigeración líquida AIO de tu sistema.
Un disipador por aire consta de un bloque de láminas de aluminio y heat pipes de cobre (salvo algunas excepciones), es decir, salvo el ventilador no cuenta con partes móviles. Una refrigeración líquida AIO, por el contrario, tiene una bomba empujando líquido constantemente, con partes móviles que sufren desgaste; además de eso y a pesar de que se trata de un circuito cerrado estanco, con el tiempo de va produciendo cierta evaporación del líquido, y con el paso de los días cada vez hay menos en su interior, reduciendo en gran medida su rendimiento.
¿Por qué cambiar la refrigeración líquida AIO?
Como hemos mencionado hace un momento, este tipo de disipador por decirlo de alguna manera tiene una fecha de caducidad, y aunque pueden durar en buen estado durante muchos años llegará el irremediable momento en el que tengas que cambiarlo. Obviamente, si le has dado una limpieza y mantenimiento adecuados al dispositivo podrá durarte bastantes años funcionando en buen estado, pero depende mucho de la calidad del producto, las condiciones ambientales y el mantenimiento que se le haya dado.
Antes de entrar en materia, echemos un vistazo a la eficiencia o eficacia de este tipo de disipadores. Si surge la pregunta de cuán eficientes son, entonces la respuesta es que, en algunos casos al menos, un disipador de refrigeración líquida AIO brinda un mejor servicio que un disipador por aire. Para el usuario que construye su PC por su cuenta o para la personalización de un PC, este tipo de disipadores también es una gran opción porque son fáciles de instalar y estéticamente dejan ver mejor el hardware que tenemos instalado, si bien es cierto que también tienen sus desventajas.
Los motivos por los que deberías empezar a sospechar que algo no va bien y que puede haber llegado la hora de cambiar el dispositivo son principalmente dos:
- Aumento de temperatura: cuando empiezas a ver que tu procesador se calienta demasiado, mucho más que cuando empezaste a utilizar la líquida AIO, es indicativo de que algo no va bien. Puede que con limpiar el radiador y los ventiladores y cambiar la pasta térmica logres solucionarlo, pero también puede ser indicativo de que la bomba se ha desgastado demasiado y ya no empuja el suficiente líquido o que ya no hay líquido suficiente para una buena disipación de calor… y ambos motivos son indicativos de que ha llegado la hora de cambiar la refrigeración líquida AIO.
- Demasiado ruido: un significativo aumento de ruido en el disipador también puede ser indicativo de un mal funcionamiento. El ruido generalmente no viene de los ventiladores (y si es así, solo tendrás que limpiarlos bien y comprobarlo) sino de la bomba: cuando ésta ya está llegando al final de su vida útil empieza a hacer bastante ruido, como si algo rozara, indicativo de que ya no es capaz de empujar el líquido adecuadamente o de que se ha evaporado demasiado líquido y ya no le llega el suficiente, quedándose «al aire».
¿Por qué se desgastan los componentes de la refrigeración líquida?
La mayoría de disipadores de refrigeración líquida AIO no necesitan ser reemplazados con frecuencia, y generalmente te durarán tanto como el resto de componentes del PC. No obstante, hay algunas cosas importantes a tener en cuenta respecto a este tipo de disipadores, como el hecho de que la mayoría constan de circuitos cerrados herméticamente, lo que significa que no hay manera de cambiar o rellenar el líquido cuando se evapore y cuando esto suceda no tendrás más remedio que cambiar la refrigeración líquida.
Puede haber muchas razones detrás de las cuales sientas la necesidad de reemplazar el dispositivo al completo, pero dado que hay muchos que no son del todo cerrados, vamos a enumerar las razones por las cuales y cuándo debes reemplazar cada parte.
- Ventiladores: todos los disipadores de refrigeración líquida tienen como mínimo un ventilador para enfriar el radiador. A veces los bordes de los ventiladores se atascan por culpa del polvo y el hollín y empiezan a perder eficiencia y hacer ruido, pero generalmente con una buena limpieza cada seis meses es suficiente para mantenerlos funcionando en buen estado durante muchos años.
- Radiador: el trabajo del radiador es el más importante a la hora de disipar el calor, es una parte esencial del conjunto y dado que está en contacto con los ventiladores se puede convertir fácilmente en un depósito de polvo que bloquee el paso del aire de éstos. Por este motivo, también es recomendable hacerle una buena limpieza cada seis meses.
- Bomba: la parte crucial de cualquier disipador de refrigeración líquida, ya que es la encargada de empujar el líquido por todo el circuito. Esta parte podría tener fugas, empezar a funcionar más despacio y de forma ruidosa o dejar de funcionar por completo, y la mala noticia es que no hay un mantenimiento específico que podamos hacerle. Cuando falla, no queda más remedio que cambiarla.
- Líquido refrigerante: el líquido es el encargado de recoger el calor del procesador y llevarlo al radiador para ser enfriado. Los sistemas de refrigeración líquida AIO no son 100% estancos, sino que sufren una ligerísima evaporación que con el tiempo ya no es tan ligera, ya que muchos días perdiendo un poquito de líquido hacen que al final se formen enormes burbujas de aire y que el disipador pierda su eficacia y que haga mucho ruido. Si tu kit AIO permite rellenar el líquido, los expertos recomiendan hacerlo cada dos años.
- Bloque de agua: algunos disipadores utilizan tecnología de bloque de agua que los protege mucho de las fugas o la oxidación. Por lo tanto, debes verificar que las piezas están en buen estado, que no están sucias, y que la pasta térmica está en buen estado. Los expertos recomiendan hacer una limpieza cada seis meses y cambiar la pasta térmica una vez al año.
¿Cada cuánto tiempo es necesario cambiarlo?
Como hemos dicho antes, no es que haya un momento en el que sepas que tu disipador ha «caducado» y que tengas que cambiarlo, pero sí que hay algunos indicios claros que te estarán dando a entender que ha llegado al final de su vida útil y te verás obligado a hacerlo. Generalmente y si le das un mantenimiento adecuado no necesitarás cambiar tu disipador de refrigeración líquida AIO durante al menos cinco años, aunque obviamente esto depende de muchos factores y bien podrían ser 3 años que podrían ser 8 o incluso 10. Eso quiere decir que si en 1 año ves sintomas, es probable que algo esté fallando, ya que, una cosa es que, dependiendo del uso, puedan ser 4 o 6 años pero tampoco algo tan corto de duración.
Lo que está claro es que, al contrario que los disipadores por aire, un disipador de refrigeración líquida (en este caso, ya sea AIO o custom) no puede funcionar de manera indefinida y llegará un momento en el que «dirá adiós» y no te quedará más remedio que cambiarlo por uno nuevo.
Presta especial atención también a los ventiladores, porque no solo la bomba o el líquido tienen un número determinado de horas de uso, sino que los ventiladores también pueden llegar a estropearse o empezar a funcionar mal y que tengas que cambiarlos. Síntomas como demasiado ruido (incluso aunque los limpies), funcionamiento errático o bajo rendimiento serían los indicativos en este caso que deben llevarte a pensar que es necesario iniciar el mantenimiento de este componente que es básico para que todo el equipo funcione sin problemas.
Y cuando hablamos de refrigeración, las cosas se ponen siempre serias. Piensa que un sobrecalentamiento, sea en el componente que sea, producirá que el rendimiento del mismo sea peor, así como el esfuerzo realizado, lo que conllevará a que su vida útil también se reduzca. Es decir, por no cambiar o limpiar unos ventiladores de 10 euros así como rellenar el líquido de nuestra AIO, estarás consiguiendo reducir la potencia de tu PC debido al exceso de calor, así como la posibilidad de que llegue incluso a estropearse algún componente mucho más caro. Ten cuidado y trata a tu ordenador como si fuera un coche, todas las piezas deben estar bien para que funcione correctamente.
¿Cómo se si mi refrigeración AIO permite cambiar el líquido refrigerante?
Tal y como habéis visto, existen varios tipos distintos de AIO, y una gran cantidad de ellas pueden funcionar de una forma que como tal no permite cambiar el líquido refrigerante, haciendo que necesitemos conocer cómo es la nuestra para poder aprovechar esto en vez de tener que cambiarla entera. En la mayoría de los casos suele venir indicado, por lo que tan solo deberemos conocer si es mediante bloque de agua o si por el contrario funciona por líquido refrigerante tal y como hemos indicado anteriormente, ya que obviamente las de bloque no necesitan cambiarlo.
Por lo general muchas de las que funcionan mediante refrigerante suelen incorporar un puerto de recarga, que suele tener una forma circular y dependiendo de la marca puede situarse en una zona distinta, haciendo que sea más o menos accesible. Los más accesibles suelen incorporarlo en la zona superior o lateral, pero también es posible que haya algunos que no lo son tanto y que lo incorporen en una zona más complicada de acceder, aunque por lo general las grandes marcas suelen ponerlos a la vista para evitar que el usuario tenga demasiados problemas a la hora de encontrarlo.
Hay algunas marcas que ofrecen una botella de líquido refrigerante junto con la propia refrigeración líquida para realizar la primera recarga del mismo sin coste adicional, pero no es algo que resulte realmente común por lo que tendréis que buscar en algún sitio especializado el líquido refrigerante. Podemos tomar como ejemplo las refrigeraciones Light Loop AIO de be quiet! que incorporan en el propio kit la botella de recarga, pero tal y como hemos indicado no es una práctica común que suelan tener las compañías.
¿Merece la pena cambiar el líquido refrigerante o es mejor cambiarla entera?
Una duda final que podemos tener sobre las refrigeraciones AIO es si realmente merece la pena cambiar el líquido o es mejor renovar directamente el componente completo, ya que al final el desgaste no afecta únicamente al líquido que incorpora, sino a toda la pieza en general. Es por ello que podemos pensar desde un principio que si queremos ahorrar dinero lo mejor es optar por la primera opción, ya que es mucho más barato comprar el líquido necesario para rellenar el sistema de refrigeración antes que volver a pagar otra vez por todo el producto entero, sabiendo que las refrigeraciones AIO no son precisamente baratas.
Esto implica que si, obviamente si queremos ahorrar y el dispositivo funciona perfectamente, sería una tontería optar por comprar uno nuevo, siendo la mejor opción cambiar directamente el líquido que incorpora. Pero es cierto que al final este líquido debería durar una media de cinco años, que es más o menos lo que suelen durar actualmente los componentes, no por el hecho de que funcionen mal, sino por los grandes saltos que hay en las capacidades técnicas de cada componente de forma prácticamente anual, es probable que nos planteemos cambiar todo el sistema de refrigeración.
Una de las cosas buenas que podemos encontrar en las refrigeraciones AIO es que si compramos una de buena calidad desde un principio, puede durar mucho tiempo, pero al igual que todos los componentes si nos hacemos con una de peor calidad, la capacidad de refrigeración que tiene será mucho más limitada. De esta forma, si nuestro caso es el primero, lo mejor es cambiar el líquido ya que los componentes de mayor precio de las marcas más fiables están hechos para durar bastante tiempo, mientras que si tenemos una que sea más barata, es probable que lo mejor sea optar por cambiar la refrigeración líquida AIO entera.