De siempre las pelis de policías han sido de las que más éxito suelen tener. Entre otras cosas porque nos descubren un mundo que no es del todo perfecto y que ha dado a lo largo de la historia toda una serie de clásicos a cuál más recordados. Es el caso de El Halcón Maltés, Sombras del mal o las más recientes L.A. Confidencial o Training Day. Así que un juego como The Precinct que nos lleva a ese universo es, cuando menos, para hacerle caso. Mucho caso.
The Precinct es prácticamente una carta de amor a un género más moderno, el de las pelis de los ochenta pero, sobre todo, a los primeros sandbox que llegaban hace 20 años de la mano de Rockstar. Por resumir mucho y adelantarnos demasiado, este título es lo más GTA que podrás jugar mientras esperas a que llegue GTA 6 el año que viene. Y no lo decimos porque sí, sino porque sus desarrolladores han tenido el acierto de mirar lo que entonces ya jugábamos y lo han traído a 2025 con un talento desbordante.
Un nuevo agente en una ciudad vieja
Desarrollado por Fallen Tree Games, este juego nos pone en la piel de un tal Nick Cordell Jr., un joven agente que se incorpora a la fuerza policial de Averno City y cuyo padre, por lo que parece, fue una leyenda del cuerpo que no acabó muy bien sus días. Esta ciudad no está en sus mejores momentos y por eso estará plagada de crimen, decadencia urbana y neones de dudoso gusto que iluminan algunos de los barrios más peligrosos. Y desde el primer momento, The Precinct nos dejará claro que no solo se trata de entretenernos con persecuciones y tiroteos, sino que también puede ser interesante formar parte del día a día de un policía urbano.
Es por eso que The Precinct tiene un enfoque que mezcla mecánicas de sandbox a lo GTA con tareas propias de un simulador de policía, lo que provoca que seamos capaces de vivir una experiencia diferente, muy accesible y sencilla y tremendamente entretenida y disfrutable. Aunque también es cierto que arrastra algunos problemas técnicos, su propuesta de juego y su ambientación lo convierten en un título muy a tener en cuenta si pasas por algo elementos secundarios que nada tienen que ver con la diversión.
La ciudad de Averno como protagonista
Averno City está inspirada en alguna de las grandes urbes americanas de los años 80 y 90. Os dejamos a vosotros que le saquéis parecido ya que sus calles son un cruce entre lo sórdido y lo nostálgico, llenas de personajes pintorescos que buscan ganarse la vida como sea y que viven como pueden en una ciudad donde de noche mandan los neones de clubes y establecimientos donde al menor roce, salta la chispa de un delito. En este contexto, Nick Cordell Jr. se convierte en el centro de una historia donde tendremos que ir subiendo de nivel como policía, pero sin olvidarnos de algunos casos importantes que van destapando redes peligrosas de narcotráfico y otros negocios ilegales.
La historia principal no es especialmente profunda, pero cumple su función: sirve de hilo conductor para desbloquear nuevas zonas del mapa, mejorar habilidades del protagonista, ganar nuevas herramientas y recibir misiones específicas que van más allá de cazar a coches que superan los límites de velocidad, multar a los que aparcan mal o no han pagado por hacerlo, o andar de calle en calle manteniendo la paz y el civismo cuando hay ciudadanos empeñados en hacer lo contrario.
A medida que vamos completando trabajos nuestro personaje irá conociendo nuevas pistas que le descubrirán tramas de corrupción, bandas callejeras organizadas y pequeños dramas humanos que aportan calor y color a una ciudad que vive en tensión constante. Sin embargo, lo que de verdad nos interesa de The Precinct no está tanto en su historia, que puede ser prescindible, como por la ambientación que lo envuelve todo. Averno City tiene alma, tiene ritmo y responde con viveza a nuestras acciones cada vez que comenzamos un nuevo turno.
Mecánicas de juego: entre el sandbox y el simulador de patrulla
El corazón de The Precinct está en sus mecánicas de mundo abierto. El jugador puede seguir la historia principal si quiere, o directamente perderse durante horas en las micro actividades secundarias que ofrece. Aquí es donde brilla con luz propia: patrullar la ciudad, responder a llamadas de emergencia, intervenir en robos, detener sospechosos, imponer multas por aparcamiento, dispersar a grafiteros, controlar disturbios, perseguir coches fugados o simplemente observar el comportamiento de la ciudad desde el asiento del patrullero es ya de por sí un juego en sí mismo, que orilla cualquier otra cosa que nos digan que hagamos desde la oficina del jefe.
Estas tareas, lejos de resultar repetitivas, se integran en una estructura orgánica que permite amoldar a nuestros gustos el ritmo de la partida. Si te apetece acción, basta con ir a zonas conflictivas o responder a llamadas urgentes de la radio aunque si prefieres algo más relajado, siempre puedes dedicarte a realizar controles de tráfico, hacer soplar a los conductores para ver su tasa de alcoholemia o dar vueltas por el vecindario o incluso interactuar con ciudadanos para obtener información.
La variedad de misiones aleatorias es sorprendente. Un aviso de robo, que en un principio no parece llevar a nada más, puede convertirse en una persecución en coche, una pelea callejera o una emboscada donde vuelan los tiros. Recuerda siempre responder a los malhechores en la misma proporción con la que te atacan: un puñetazo por un puñetazo, un disparo con otro disparo. Y es que un simple control rutinario puede derivar en un arresto inesperado y, al final, el sistema de eventos dinámicos da lugar a situaciones emergentes que hacen que cada partida se sienta distinta.
Combate y conducción: luces, sirenas y tiroteos
El combate como tal no existe aunque en The Precinct al final podremos dar algún que otro puñetazo e incluso un porrazo. El juego adopta una perspectiva isométrica que se sitúa conscientemente entre la tercera persona de GTA III o GTA Vice City y la cenital de GTA y GTA 2. Y creednos que la elección es brillante porque nos permite ver una porción grande del mapa para movernos siempre anticipándonos a los malos. Las armas son limitadas y el uso de la fuerza debe medirse con cuidado: como os contábamos antes, disparar a un sospechoso puede acarrear consecuencias legales, por lo que es mejor recurrir al táser o al spray de pimienta cuando sea posible.
En cuanto a la conducción, el juego brilla con luz propia. El sistema de vehículos está muy bien implementado, con diferentes tipos de patrulleros y un sistema de persecución que resulta realmente divertido y unas físicas de choques absolutamente maravillosas. Es más, recibir una orden de intervención y activar las luces y la sirena es un placer que nos hace sentirnos importantes porque al instante veremos cómo todos nos dejan pasar, haciéndose hueco por calles y carreteras.
Por si fuera poco, el entorno urbano responde a nuestras acciones, es decir, que los peatones huyen a nuestro paso, los vehículos se apartan cuando perseguimos a los malos y los criminales intentan esconderse o escapar por callejones secundarios esperando que no les veamos y, por tanto, fracasemos en nuestro objetivo. Al final, todo esto crea una sensación de realismo muy entretenida.
Del novato al agente de élite
A medida que completamos misiones y patrullas vamos ganando experiencia que nos permite desbloquear mejoras, nuevas herramientas y vehículos más avanzados. De esta manera será posible personalizar nuestro patrullero, acceder a nuevas zonas de la ciudad e incluso desarrollar ciertas habilidades del personaje. Por ejemplo, al principio no podremos requisar coches o llevarnos alguno aparcado en la calle, para iniciar una persecución, pero a medida que subimos en la escala nos dejarán hacerlo.
Además, existe un sistema de reputación ya que nuestras acciones pueden mejorar o empeorar la percepción que tiene Averno City de nosotros. Si abusamos de la fuerza, innecesariamente, perdemos el respeto de la comunidad, pero si cumplimos con lo que dice el manual (que nos remitirá a él nuestro compañero cada vez que hagamos algo mal), se nos abrirán nuevas oportunidades y las detenciones de realizarán de forma mucho más sencilla.
Aspecto técnico y diseño visual: luces y sombras
Visualmente The Precinct es un título muy atractivo. Podríamos decir que precioso por la sensación de estar en un diorama inmenso con forma de ciudad. Su estilo tridimensional. Los efectos de luz, especialmente de noche, son impresionantes: farolas, neones, focos policiales, nieblas que cubren las calles y que le dan un toque al juego a esos clásicos de los que antes os hablábamos… todo contribuye a crear una atmósfera envolvente y creíble.
Sin embargo, el juego sufre en el apartado técnico. En PC, incluso en equipos potentes, pueden producirse caídas de rendimiento inexplicables. Lo más preocupante es que muchas versiones están bloqueadas a 30 fps, una decisión difícil de justificar en pleno 2025. Aunque esto no afecta gravemente a la jugabilidad, sí empaña una experiencia que, por lo demás, es muy satisfactoria aunque nosotros en Steam Deck hemos llegado a obtener 34 frames y en Asus Rog Ally X con calidad media cerca de los 60.
Es cierto que cuando los policías van andando por la ciudad el nivel de animaciones y movimientos desciende bruscamente, parece un juego de PS4 y, si nos apuráis, de PS3, pero creednos que tiene tantas cosas que dar, misiones para entretenernos y razones para jugarlo que pronto pasará a un segundo plano. The Precinct es lo que jugablemente estábamos esperando desde hace tiempo: un GTA que no es un GTA pero que lo parece y que, encima, nos invita a hacer el bien como garante de la ley.
Conclusión: un juego que merece tu placa
The Precinct es un título que sorprende por su capacidad de divertir con lo esencial. A medio camino entre la nostalgia y la innovación, nos propone patrullar una ciudad vibrante, llena de problemas y de posibilidades. Es un juego que no necesita ser masivo ni hiperrealista para engancharnos. Con su mezcla de acción, simulación y exploración urbana, logra algo que muchos títulos actuales olvidan: hacerte sentir parte de un mundo.
A pesar de sus problemas técnicos –ese inexplicable bloqueo a 30 fps en algunas versiones y ciertos bajones de rendimiento en PC–, la experiencia general es sobresaliente. Quienes disfrutaron de los GTA clásicos encontrarán aquí un soplo de aire fresco. Quienes busquen un juego de patrullaje diferente, con carisma y profundidad, también quedarán encantados. The Precinct no es perfecto, pero sí es una joya. Una auténtica maravilla urbana que demuestra que ser policía en un videojuego todavía puede ser emocionante, divertido… y profundamente humano.
Configuración PC de análisis de Hardzone
- Intel Core Ultra 5 245K
- ASUS Prime Z890-P WiFi
- be quiet! Light Loop 360
- 2x32GB Corsair Dominator Titanium DDR5 6600 MHz
- Corsair Force MP600 1 TB PCIe 4.0
- be quiet! Light Base 600 LX
- be quiet! Power Zone 850W
- ASUS GeForce RTX 4070 Ti SUPER DUAL OC Edition