Aunque a día de hoy la resolución Full HD sigue siendo la más utilizada en los PCs gaming, poco a poco mayores resoluciones se van abriendo camino, destacando claro está la resolución 4K pero también la 1440p. En el día de hoy os vamos a presentar nuestro análisis de uno de esos monitores que se engloban en la categoría Premium porque lo ofrecen absolutamente todo; se trata del nuevo BenQ EX3203R que fue anunciado en Abril, un monitor de resolución 2560 x 1440, curvado, con hasta 144 Hz, compatible con la tecnología FreeSync 2 de AMD, DisplayHDR 400, y todo ello en unas impresionantes 31,5 pulgadas de diagonal.
Cuando un usuario quiere dar el salto a los 1440p y no al 4K, normalmente lo que busca son todas esas características adicionales que los monitores 4K todavía no ofrecen (y los pocos que lo hacen tienen precios prohibitivos). En el caso del BenQ EX3203R, el fabricante ha puesto toda la carne en el asador y ofrece todas las características que cualquier usuario de PC gaming busca en un monitor digno de la gama alta. Claro está, todas estas características -y la gama- se pagan, y este monitor en concreto tiene un precio que ronda los 550 euros.
Lógicamente, quien pretende invertir esta cantidad de dinero en un monitor, lo hará a sabiendas de que está comprando lo mejor, y BenQ, consciente de ello, no ha reparado en gastos a la hora de utilizar los materiales de la mejor calidad -porque no todo son características técnicas cuando hablamos de la gama alta-, de manera que todos y cada uno de los usuarios que adquieran este monitor queden completamente satisfechos.
BenQ EX3203R, características técnicas
Ya hemos comentado la mayoría de características técnicas de este monitor, y por supuesto abajo os vamos a dejar la tabla que las resume todas, pero vamos a entrar un poco más en profundidad en aquellas que diferencian a este EX3203R de los demás, empezando claro por la tecnología FreeSync 2 de AMD, que permite a la tarjeta gráfica controlar en todo momento la frecuencia de actualización del monitor -en este caso entre 48 y 144 Hz-, ofreciendo así una experiencia de juego más fluida y estable.
Por otro lado, el monitor también cuenta con una de las funcionalidades más de moda del momento: HDR (concretamente cumple con el estándar DisplayHDR 400), que ofrece mayor intensidad y profundidad de color, mejorando incluso a las pantallas IPS a pesar de que ésta es VA. De hecho, el HDR se ve acrecentado por una nueva característica a la que han llamado HDR Plus B.I. (Brightness Intelligence Plus), que suaviza las zonas brillantes y hace que las zonas oscuras se vean mejor. Según el fabricante, este modo de imagen hace que la imagen se vea perfecta con cualquier condición de luz ambiental.
Por supuesto, además de ser un monitor con pantalla de 31,5 pulgadas y resolución QHD (2560 x 1440 píxeles) cuenta con curvatura 1800R para proporcionar una mayor sensación de inmersión, algo que se complementa con las habituales tecnologías de protección de la vista como FlickerFree y LowBlueLight para que podamos pasar horas y horas utilizando el monitor sin sentir cansancio. Además de contar con bordes ultra finos, el monitor tiene una base que permite regulación en altura y en inclinación, fomentando todavía más esto.
Por último, a destacar su amplia conectividad que incluye dos puertos HDMI, un DisplayPort y un USB Type-C, además del habitual hub de puertos USB 3.1. A continuación os dejamos la tabla completa.
BenQ EX3203R: embalaje y análisis externo
El BenQ EX3203R viene embalado en una caja de cartón duro de grandes dimensiones (muy grandes, de hecho), en la que sobre fondo blanco encontramos una imagen del monitor a tres cuartos en configuración multi monitor en uno de los lados, y una imagen desde arriba en el otro, destacando así su curvatura 1800R.
En los laterales de la caja tan solo encontramos información regulatoria y poco que destacar, así que vamos a pasar directamente a ver el contenido, y empezamos con los accesorios.
El monitor trae consigo tres cables: un HDMI, un USB Type-C, y un DisplayPort – Mini DisplayPort, algo curioso porque el monitor no tiene mini DP, por lo que dan por hecho que será la tarjeta gráfica la que lo incorpore. Así mismo, se incluye un embellecedor para la parte trasera que esconderá los conectores, y una bolsa de plástico con instrucciones, información sobre la garantía, y CD con drivers.
La fuente de alimentación de este monitor es externa, y tiene un tamaño considerable (tiene incluso patas de goma). Es algo normal, puesto que la fuente, fabricada por el fabricante chino UpBright, proporciona 120 vatios de potencia en total (20V a 6A). La verdad es que no conozco a este fabricante, y entiendo que si BenQ lo utiliza en un monitor de categoría Premium debe ser bueno, pero habría tenido mayor confianza si hubieran utilizado un fabricante más conocido que de mayores garantías.
Curiosamente, al retirar las protecciones del interior de la caja entiendo el motivo de que el embalaje sea tan grande, y es que el BenQ EX3203R viene con el pie ya montado, en lugar de venir desmontado como es lo habitual. Así pues, podemos sacar el monitor de la caja sin mayores contemplaciones.
Como podéis ver en las siguientes imágenes, el monitor tiene todo el frontal de color negro, con unos bordes bastante finos. El logo de la marca adorna la parte central, mientras que a su derecha deja unas indicaciones grabadas indicándonos en qué posición se encuentran los botones, ubicados en la zona inferior del marco.
Vamos a la parte trasera, donde encontramos una bonita combinación estética del negro del frontal con el plateado de la base. En la parte central tenemos el anclaje del brazo con el monitor, adornado con el logo de la marca y, por si no había quedado claro inicialmente, indicando que se trata de un monitor curvado.
Aprovechamos para ver la base, de tono plateado y con los pies y la perforación habitual para canalizar los cables en acabado brillante. Por cierto, que como indicábamos al principio este brazo del monitor nos permite modificar la altura, con un mecanismo que me resulta muy similar al que lleva años utilizando Dell y que tan buenos resultados da.
Aprovechando que tenemos el monitor de lado, vamos a ver el lateral. Aquí en esta imagen podéis apreciar su grosor, así como su curvatura.
Y aquí ambas cosas pero más de cerca. Realmente es un monitor bastante fino teniendo en cuenta todo lo que lleva dentro.
Vamos a tumbar (¡con cuidado!) el monitor encima de la mesa para poder ver bien la base y la parte de abajo. Los pies, en forma de V, mantienen el monitor en su postura de manera segura, y no “baila” para nada a pesar de su gran tamaño. Cuentan con inserciones de goma para asegurar cierto nivel de agarre a la mesa, así como de amortiguación -recordemos que lleva altavoces integrados-.
A un lado tenemos los botones para encender y apagar el monitor (el grande, transparente que a buen seguro se iluminará una vez encendido) y los de control por el OSD. En el centro, encontramos los puertos de conexión que incluyen (de izquierda a derecha): conector de alimentación, un minijack estéreo, dos HDMI 2.0, un DisplayPort, dos USB 3.1, un USB 3.1 Type-C.
Visto el monitor, es hora de encenderlo y ver qué tiene que ofrecernos.
BenQ EX3203R, OSD y pruebas preliminares
Nada más encender el monitor, nos da la bienvenida la clásica pantalla de color morado con el logo de BenQ, aunque en este caso destacan la tecnología FreeSync 2, HDMI, y Eye Care. BenQ lleva utilizando esta pantalla morada desde hace mucho, mucho tiempo, y ya se ha convertido en una seña de identidad de la marca. Me encanta que la mantengan.
Visto el monitor, vamos a empezar a probarlo, y lo primero de todo es ver qué tal se ve la imagen. Nada más conectarlo al ordenador y encenderlo, Windows lo detecta sin problemas y sin necesidad de instalar ningún driver, incluyendo la resolución óptima. La pantalla se ve con una gran definición -se nota la alta resolución, especialmente en este tamaño de casi 32 pulgadas-, y me sorprenden los bordes, puesto que son realmente muy finos.
Una cosa que no me gusta es que, tal y como pensaba, el botón de encendido se ilumina en color blanco. Una luz que si bien no molesta directamente a los ojos, si eres un usuario que suele jugar a oscuras como es mi caso, tiene la intensidad suficiente como para rebotar en la mesa, y eso sí que termina molestando a veces. Busqué por el OSD y no encontré la opción de desconectar esa luz.
Vamos a ver el menú. Es, como de costumbre, muy intuitivo, y con teclas que podremos configurar dentro del propio menú. No obstante, como siempre encontramos el acceso directo para cambiar de entrada de vídeo, de manera que si por ejemplo tenemos el PC conectado por DisplayPort o HDMI y una videoconsola por HDMI, podremos cambiar entre uno y otro con solo un botón.
También tenemos acceso directo, como siempre, al brillo y el contraste, pero hay otro acceso más interesante que estos que son muy típicos y es el de los perfiles preconfigurados. BenQ ha predefinido un perfil estándar, el HDR, Cinema HDR, sRGB, Foto, y tres perfiles diferentes llamados Gamer1, Gamer2 y Gamer3 diseñados para juegos FPS, MOBA y MMO respectivamente.
En el resto del OSD encontramos las opciones habituales dentro de cualquier monitor, pero vamos a pasar a destacar las particularidades de este BenQ, empezando por la posibilidad de poner el modo PiP y PbP. Por si no os suena, son modos que permiten tener dos fuentes de vídeo al mismo tiempo en el monitor, sea con una ventana pequeña en una esquina, o la mitad de la pantalla para cada entrada de vídeo.
También tenemos algunas opciones avanzadas en cuanto a calidad de imagen, pudiendo seleccionar los perfiles que hemos visto antes, pero también las opciones Color Vibrance, Low Blue Light, Super Resolution, Dynamic Contrast (solo DisplayPort), Overscan…
El resto de las opciones son más o menos las mismas que en cualquier otro monitor de la marca.
Pruebas en juegos: AMD Freesync 2 y HDR
En nuestro caso, y para poder disfrutar de la tecnología AMD FreeSync 2, hemos utilizado un sistema equipado con una AMD Radeon RX Vega 64 (de hecho, exactamente la que usamos en su análisis), y nuevamente sin tener que instalar ni configurar nada, al ir a comprobar en el software de AMD ya nos encontramos con que el software detectó automáticamente el monitor y habilitó FreeSync por defecto.
La verdad es que la integración tanto con la tarjeta gráfica como con el sistema operativo de este monitor es perfecta, el usuario no tiene que hacer absolutamente nada, ni tan siquiera ajustar la resolución.
Vamos ya a los juegos, y nada mejor que The Witcher 3: Wild Hunt que, a resolución 2560 x 1440, pondrá al límite a la tarjeta gráfica y notaremos verdaderamente el efecto anti stuttering y anti tearing que es el punto fuerte de la tecnología Freesync. Y, efectivamente, así fue. El juego se movía, dependiendo del escenario y de la climatología, entre 54 y 70 FPS, pero siempre con una suavidad que se agradece mucho, especialmente si sufres cinetosis como es mi caso. Además, también hay que decir que aunque la pantalla tiene 4ms de tiempo de respuesta (GtG), no se nota absolutamente nada ni ghosting ni input lag. Pero nada, de verdad. No hace falta un monitor de 2ms para jugar a tope, incluso a nivel competitivo.
En cuanto al HDR, esta sí es una facultad que deberemos activar y desactivar cuando queramos utilizarla, y podremos hacerlo tanto desde el software de AMD como desde los perfiles que vienen pre configurados en el monitor (esto último es lógicamente mucho más cómodo). Aquí tengo que destacar varias cosas:
- En el escritorio, no hay mayor diferencia. Navegando por Internet y tal sí que podemos notar algo en imágenes que tienen una mayor riqueza de colores y matices, pero poco más.
- En juegos “oscuros”, como Vampyr, noto que con el HDR se ven quizás demasiado oscuros. Se supone que el HDR debería hacer que los negros fueran menos ofuscados, y que los brillos no deslumbraran, y efectivamente así es con respecto a esto último, pero no con lo primero. Al menos no en juegos como Vampyr o The Witcher 3.
- En juegos ya no tan oscuros, el HDR luce en todo su esplendor (Final Fantasy XIV por ejemplo es una maravilla en HDR).
Conclusión: Un monitor de categoría Premium, pero a un precio
Ya os anticipábamos que el BenQ EX3203R es un monitor que lo tiene todo: Freesync 2, HDR, 1440p, 144 Hz, curvo… y en el que BenQ no ha escatimado a la hora de introducir lo mejor en cuanto a materiales y calidad de construcción. El resultado es maravilloso, se trata de un monitor que rebosa calidad por todos lados y que nos va a proporcionar una experiencia de visualización impresionante para todo tipo de usuarios, incluyendo aquellos gamers que quieran jugar competitivo.
Claro está: todo esto tiene un precio. Si quieres uno de los mejores monitores del mercado y que lo tenga prácticamente todo, deberás estar dispuesto a pagar los 544 euros a los que el fabricante pondrá a la venta el monitor el próximo 25 de Julio (aunque ya se puede reservar en tiendas como Amazon).
Desde luego, si buscas lo mejor y tu presupuesto es holgado, el BenQ EX3203R es un monitor que debes considerar, y nosotros lo recomendamos sin lugar a dudas.
PROS:
- Rendimiento inconmensurable.
- Excelente calidad de materiales y de construcción.
- Lo tiene todo: FreeSync 2, HDR, 144Hz, 1440p…
- Base muy firme y que permite inclinación y modificación de altura.
- Bordes muy finos, ideales para configuraciones multi monitor.
- Curvatura 1800R.
- Múltiples perfiles de visualización pre configurados.
- Integración total con Windows y el software de AMD.
CONTRAS:
- Aunque lo vale, cuesta casi 550 euros.
- No se puede desactivar la luz del botón de encendido.
Por todo ello, este BenQ EX3203R se lleva nuestro galardón de Platino, así como nuestra recomendación tanto por su rendimiento como por su diseño. Os digo de verdad que he quedado encantado con este monitor, y me da una pena tremenda tener que devolverlo.