Arctic Liquid Freezer II 240, review: la AIO barata que desafía a la gama alta
Cuando pensamos en sistemas de refrigeración líquida AIO siempre nos vamos a las marcas que dominan el mercado por su fiabilidad y reconocimiento, así como su rendimiento. Suelen aunar características como RGB, buen rendimiento y calidad, pero el precio se suele disparar, en algunos casos a límites imposibles para muchos usuarios. Arctic llega al mercado con un nuevo producto para cambiar eso: su Arctic Liquid Freezer II 240, una AIO que promete un precio justo con un rendimiento muy alto.
Índice
- Características técnicas de la Arctic Liquid Freezer II 240
- Análisis del embalaje
- Análisis de la Arctic Liquid Freezer II 240
- Instalación
- Pruebas de rendimiento térmico
- Pruebas de rendimiento acústico
- Conclusión
Características técnicas de la Arctic Liquid Freezer II 240
Con esta Arctic Liquid Freezer II 240 nos encontramos con una refrigeración líquida AIO que sin duda nos va a sorprender en cuanto a sus características técnicas. Y es que a diferencia de la gran mayoría de modelos que hay en el mercado este sistema todo en uno integra un pequeño ventilador de 40 mm para refrigerar tanto los VRM de la placa base con el propio bloque en sí mismo.
Dicho ventilador gira entre las 1.000 y las 3.000 RPM, lo cual parecen muchas revoluciones, pero siendo tan pequeño no lo es tanto, entrando dentro de la media.
Aunque podríamos pensar que la bomba por sus RPM forma parte de la asignación que hace Asetek con la mayoría de fabricantes, en este caso Arctic ha creado su propio modelo, controlada además mediante PWM. El cold plate sigue los estándares actuales y llega en cobre sin revestimiento de níquel, lo cual cumple con los estándares de la industria.
Esta AIO integra dos ventiladores también patentados por la marca que son capaces de girar hasta las 1.800 RPM produciendo 56,3 CFM con 2,2 mm H2O para dar como resultado 0,3 Sone, lo que equivaldría aproximadamente entre 22.5 ~ 24.5 dBA.
Estos ventiladores irán controlados por PWM mediante su correspondiente conector de 4 pines. Por último, tenemos su radiador, el cual llega en aluminio con un grosor de 38 mm y 277 mm de largo. No podemos olvidar su compatibilidad, ya que podremos montar esta Arctic Liquid Freezer II 240 en sockets 115X, 2011-3, 2066 y AM4.
Análisis del embalaje
Esta AIO llega en una caja de cartón prensado de una calidad muy aceptable, sobre todo si tenemos en cuenta que se dirige al mercado de los usuarios menos pudientes y por lo tanto viendo su precio es lógico pensar que se tiene que ahorrar en todo lo posible.
Aun así, el embalaje no defrauda, la rigidez del mismo, la calidad de las impresiones y sobre todo lo detallado del mismo es excelente.
Ya dentro del embalaje vemos cómo Arctic ha dispuesto la protección de esta Liquid Freezer II 240, donde todo se protege con bolsas y cartón prensado, donde el bloque tiene su propio sistema de protección.
Lo primero que tendremos que hacer para poder extraer el producto es sacar precisamente la caja donde va protegido el bloque para tras eso sacar la caja blanca del fondo donde van todos los accesorios y tornillería, tras lo cual podremos extraer el radiador.
Análisis de la Arctic Liquid Freezer II 240
Lo primero que podemos ver y haremos hincapié es en los accesorios, los cuales incluyen un sobre con 0,8 gramos de MX4, una tarjeta con un código QR que nos enviará a la web del producto para que podamos seguir las instrucciones de montaje, 8 pegatinas, bracket trasero y soporte para los sockets.
Sin olvidar toda la tornillería y arandelas correspondientes para tal efecto.
Ya fuera de sus correspondientes protecciones tenemos por fin la AIO en todo su esplendor, donde las primeras impresiones son curiosas, ya que no estamos ante la típica refrigeración líquida todo en uno vistas hasta ahora, sobre todo por su estética. Pero vayamos por partes para explicar sus peculiaridades.
Uno de los puntos que quizás no hayamos caído es que los ventiladores ya vienen ensamblados de serie, algo poco común y que es un detalle por parte de la marca.
Como bien afirma Arctic en sus características técnicas estamos ante un radiador de 38 mm, algo no muy usual en este tipo de sistemas, pero que debería garantizar un mayor rendimiento del sistema en general. El grosor total con sus ventiladores incluidos se eleva hasta 62,75 mm, cifra nada despreciable y que tendremos que tener en cuenta a la hora de instalarla en nuestra caja.
Al mismo tiempo, la longitud del radiador y su ancho son exactamente los declarados por la marca, algo que no debería sorprendernos, pero que en otros modelos esto finalmente no se cumple con la precisión que debería. En este caso vemos que esto no es así y que todo encaja con lo especificado.
El sistema de gestión de los ventiladores se basa en un splitter interno que llega a través de uno de los embellecedores que tienen los tubos.
Como podemos ver, no habrá problema a la hora de su instalación o configuración si decidimos mover los ventiladores de posición o decidimos cambiarlos por otro modelo que nos satisfaga más.
Eso sí, el cable de ambos ventiladores es realmente justo, muy optimizado para usarse en conjunto con los de serie, algo que no ocurrirá lógicamente si son sustituidos. En cualquier caso, ambos son PWM, así como el splitter, por lo que no tendremos problemas con ventiladores de ningún fabricante.
Un apartado a destacar es el hecho de que los tornillos no llegan a incidir en los fins, lo cual es un dato muy a favor de este sistema, un detalle que no todos los fabricantes tienen.
Además, si decidimos cambiar los tornillos por otros más largos no tendremos problemas de fugas, ya que los tornillos no romperían los tubos, otro detalle que puede marcar la diferencia si decidimos cambiar los ventiladores, ya que algunos incluyen sistemas de anti vibración que precisan tornillos más largos.
Los ventiladores que incluye Arctic son sus nuevos P12 PWM y según la marca han logrado un aumento notable en el rendimiento con esta nueva versión. Hasta tal punto de que en las pruebas internas logra superar a un duro rival como el Noctua A12x25 en cuanto a resistencia térmica.
Incluyen el sistema de rodamiento FDB o Fluid Dynamic Bearing, donde una combinación de aleación y lubricante desarrollada en Alemania logra reducir la fricción dentro del rodamiento, logrando una mayor eficiencia.
Lo curioso de estos ventiladores es que están totalmente fabricados en plástico ABS, por lo que se han podido reducir los costes al no usar materiales como la fibra de vidrio, goma u otros materiales premium que normalmente tienen los ventiladores premium.
El análisis de estos ventiladores vemos un diseño poco usual: 5 aspas con una altura bastante baja frente al marco y con poca distancia longitudinal frente al mismo. Esto no es normal debido al uso de plástico en dichas aspas, donde se entiende que al girar la deformidad que se produce por el choque del aire hace que la longitud total se expanda.
Por lo tanto, estamos ante un diseño muy trabajado y que debido a sus RPM medias se entiende que la deformidad será mínima y que el cálculo es acertado.
Otro detalle que se aprecia es la curvatura de las mismas, la cual cumple con el llamado «efecto ola«, ya que empuja el aire desde el vértice hasta la parte inferior de la misma, donde en su extremo rompe la presión y resistencia del aire encauzándolo de forma muy homogénea hacia la parte inferior.
En cuanto al radiador, estamos ante una simetría perfecta, donde los tubos terminan en unos depósitos bastante compactos y que dejan poco margen a turbulencias.
Arctic también cumple con el estándar no escrito de los 15 mm entre el centro de las roscas de los tornillos, lo que implica que en ventiladores con marco totalmente cuadrado la presión que podrán ejercer será máxima. En cuanto al recuento de FPI, este se establece en 15, el cual es una cantidad media para los radiadores.
En cuanto al número de tuberías, contamos hasta 12, lo cual significa que es totalmente simétrico, 6 por división interna. Arctic ha preferido usar un menor número de estas y ofrecer unos fins más grandes, permitiendo que sus ventiladores no sufran demasiado para lograr empujar el aire a través de ellas.
Sin embargo, vemos que algunas aletas llegan algo tocadas de serie, lo cual no es recomendable para maximizar el flujo de aire.
Un detalle curioso es la salida del cable PWM referente al splitter, el cual se ofrece desde el racord izquierdo. Este cable llega enmallado desde el bloque y de forma muy elegante.
Los tubos están ocultos en sus extremos por embellecedores de plástico a modo de roscas de los racores, lo cual ayuda a mejorar la estética.
El enmallado de los tubos es de calidad, pero hemos visto que son poco flexibles. Además, se deforma dicho enmallado en algunos puntos, algo que ha llegado de serie y que no hemos podido arreglar ya que, como decimos, son bastante rígidos.
Su bloque es totalmente atípico en cuanto a estética, poco simétrico entre su largo y su ancho, donde se va estrechando desde la base. Esto es producto de la optimización del material y del rendimiento de su bomba y ventilador, donde la zona del cold plate es mayor, mientras que en la zona superior del mismo donde se ubica su ventilador es más estrecha.
Como hemos comentado antes, su bomba está patentada por la propia Arctic, por lo que la marca huye de las patentes de Asetek y esto supone un nuevo sistema y rendimiento que tendremos que comprobar en cuanto a sonoridad y temperatura.
El sistema es simple: el líquido ya enfriado en el radiador llega de forma vertical a la bomba, la cual inyecta el líquido mediante un jet a los fins del cold plate, tras lo cual retorna por los escapes laterales hacia el tubo adyacente.
Aquí podemos ver el ventilador de 40 mm que incluye este bloque para refrigerar los VRM de la placa base, algo que ya vimos en otras AIO premium como la ASUS Ryujin 240. En este caso, el ventilador es de menor tamaño, pero a diferencia del sistema de ASUS, el ventilador está a la misma altura del bloque y además el aire se redirige de mejor manera.
Esto debería ayudar a mantener unas temperaturas más bajas en un componente clave como es el sistema de alimentación de la placa base, lo que podría ayudar al overclock en ciertos modelos con problemas en este apartado.
Su cold plate llega protegido por un plástico, de manera que no se sufra daños. Desde esta perspectiva vemos como el cable controlador del ventilador se perfila por el lado derecho del bloque y se introduce dentro del mismo, justo donde se concentra la bomba.
Esto conecta dicho ventilador mediante un PCB a la bomba, de la cual sale el cable de 4 pines PWM para la placa base. Este sistema regula por lo tanto todos componentes (bomba, ventiladores y ventilador de 40 mm), lo que sincroniza mediante pulsos las RPM.
El bloque tiene un curioso tono mate, no está realmente pulido, pero por lo que hemos podido comprobar es realmente plano, algo no tan común como se espera en este tipo de sistemas.
Su tamaño es justo para poder refrigerar sin problemas IHS de mayor tamaño como los de 2011-3 o 2066, por lo que, aunque en relación con el tamaño total del bloque puede parecer pequeño, es realmente suficiente para tratar con todos los sockets actuales.
Las medidas del bloque, como era esperable, son atípicas debido a su forma, pero igualmente no estamos ante un bloque demasiado grande: apenas 8,2 cm de ancho, 10 cm de largo y 4,2 cm de alto.
No tendremos problemas en ninguna placa base del mercado.
Instalación
El montaje de las retenciones del bloque es simple de instalar: solo dos tornillos serán suficientes.
En cambio, el backplate trasero nos dará algo más de trabajo, ya que aunque su instalación es sencilla y está bien orientada, Arctic nos facilita 8 pegatinas para no dañar o rallar la placa base. Estas pegatinas se tienen que instalar a los dos lados de la placa base, cuatro por cada cara, de manera que ni el propio backplate ni la tornillería dañen el PCB.
La instalación por la parte delantera o frontal se limita a los cuatro pernos que se atornillan en el backplate, simple y efectivo.
Como vemos, la altura de los mismos no es muy amplia lo que potenciará que el bloque tenga una altura adecuada para hacer contacto con el IHS de la CPU.
La instalación del radiador tampoco presenta mayor problema: 8 tornillos con sus arandelas de nylon para no arañar la caja.
Aunque la instalación no tuvo mayor problema, sí lo encontramos a la hora de colocar la orientación del radiador/bloque, ya que, aunque no lo parezca en esta fotografía, los tubos fueron un pequeño problema, fácil de resolver en nuestro caso.
Como vemos, los dos tubos sobresalen del ancho de la caja, lo cual viene provocado por la poca flexibilidad de los mismos, ya que son muy rígidos.
Lo solucionamos de forma simple moviendo el radiador a la siguiente posición de los ventiladores.
En esta posición la propia distancia impide que este efecto vuelva a aparecer, pero además lo hace sin pinzar en ningún momento ninguno de los tubos.
Vista toda la parte técnica de esta Arctic Liquid Freezer II 240, veamos cuál es su rendimiento.
Pruebas de rendimiento térmico
Antes de comenzar hemos de especificar el equipo donde ha sido probada, el cual corresponde a nuestro equipo de pruebas:
- Intel Core i7-8700K (sin delid, stock y overclock a 4,9 GHz)
- ASUS Maximus X Formula
- Corsair Vengeance Pro RGB DDR4-3200 MHz Cas16 (Samsung B-Die, XMP ON)
- ASUS STRIX RTX 2060 O6G (Stock)
- Corsair AX1200i Platinum
- Samsung 950 Pro 512 GB
- ASUS STRIX Helios
- EK Vardar EVO RGB (x 4)
- Tacklif HM02 (termómetro e higrómetro)
- Ckeyin DNM-51 (sonómetro)
- Arctic Silver 5
Dicho esto, comencemos por el rendimiento térmico, donde las temperaturas representadas son la media máxima de todos los núcleos. Así evitamos los peak y se da una medida más homogénea.
Comenzando por el rendimiento bajo la CPU stock y con una temperatura controlada de 20 grados mediante bomba de calor/frío y con una humedad relativa del 48% constante, las temperaturas conseguidas tanto en idle como en full son realmente sobresalientes.
En idle stock tenemos 26,83 grados de media, mientras que en stock full se eleva hasta 61,83 grados. Supera por lo tanto a todos los sistemas de refrigeración que hemos probado hasta ahora en este 2019. ¿Qué podrá hacer bajo overclock?
Subiendo la frecuencia a 4,9 GHz y el voltaje a 1,248 voltios, siendo el sistema totalmente estable mediante RunMemtest Pro 400%, Realbench 8 horas y AIDA 64 en FPU, vemos como la temperatura en idle ha subido hasta los 30,16 grados de media, mientras que en full esta se desliza hasta los 79,5 grados, la mejor marca que hemos visto hasta ahora.
Pruebas de rendimiento acústico
Las pruebas de sonoridad se han efectuado a una distancia de 30 cm desde la perpendicular del chasis, de manera que recoja lo más fielmente posible el ruido que emite el dispositivo. La sonoridad ambiente ha sido de 34,4 dBA de media con la habitación totalmente en silencio.
Las mediciones son en un entorno real, con la ventana del chasis colocada y los ventiladores adyacentes en funcionamiento a unas revoluciones fijas de 700 RPM, lo que apenas aumenta la sonoridad en 0,3 db.
Bajo la configuración de stock encontramos el lado opuesto a lo que hemos visto en el rendimiento, ya que esta Arctic Liquid Freezer II 240 es la más ruidosa de toda la comparativa, aunque también hay que decir que por pocos dBA.
Bajo overclock los datos, evidentemente, no mejoran. Mantiene el tipo en idle, pero en full se dispara hasta los 55,6 dBA, donde supera por 5 dBA a su rival más directo.
Esto es debido en ambos casos al pequeño ventilador de 40 mm que incluye para refrigerar sus VRM, donde alcanza hasta las 3.000 RPM a pleno funcionamiento lo cual evidentemente es como una pequeña turbina, que realmente no suena demasiado, pero ofrece un sonido más agudo que los ventiladores de 12 cm que incorpora.
Conclusiones
Las sensaciones con esta Arctic Liquid Freezer II 240 han sido bastante curiosas. En primer lugar, estamos ante una AIO que se engloba dentro de la gama baja, ya que su precio así lo indica, solo 57,78 euros.
Pero esto realmente no es cierto como ya hemos visto. Su rendimiento es TOP, dentro de lo mejor del mercado, su sonoridad solo peca en base al pequeño ventilador de 40 mm, que por otro lado no es un problema como tal, por lo que no podemos calificarlo de ruidoso, simplemente está dentro de lo esperable.
Realmente, solo escucharemos un leve, muy leve, zumbido, típico de estos ventiladores de menor tamaño. En cuanto a calidad general, para su precio es más que correcta: el radiador quizás es lo mejor de la AIO, robusto y bien construido, el bloque, aunque está fabricado en plástico ABS de calidad, no destaca demasiado, es simplemente correcto, los tubos son sin duda su peor baza, ya que son poco flexibles y los ventiladores, aunque sorprendentemente rinden de una forma sublime, están fabricados íntegramente en plástico.
Dicho esto, hay que poner en una balanza el rendimiento/precio frente a la calidad/precio, donde evidentemente el primero se inclina de forma abrumadora frente al segundo.
Es uno de esos productos que puede no entrar por la mirada, pero todo eso se difumina cuando empieza a funcionar. Ahí las dudas se disipan y todo lo negativo pasa a un segundo plano.
El funcionamiento es impecable, la bomba es muy silenciosa, los ventiladores empujan mucho aire a través de los 38 mm del radiador, la sonoridad de los mismos sorprende y en términos generales es, posiblemente, la mejor refrigeración líquida AIO en calidad/precio del mercado.
Pros
- Excelente rendimiento.
- Gran precio.
- Instalación sencilla.
- Tubos bastante largos
Contras
- La calidad en algunos de los materiales.
- La sonoridad no es la mejor.
- Carece de RGB.
Puntuaciones
Su nota final es un 8,32 sobre 10, por lo que ha conseguido el Galardón de oro de HardZone.es y además le otorgamos el distintivo de calidad/precio y rendimiento. ¡¡Felicidades Arctic!!