Los SSD son un componente que ha ido avanzando bastante a lo largo del tiempo, donde en primer lugar se ha convertido en el componente más determinante de un PC frente a su rival directo, el HDD. Pero de un tiempo a esta parte, un nuevo dispositivo ha hecho que nos planteemos un nuevo cambio de paradigma, donde Intel tiene mucho que ver. Efectivamente, hablamos de Optane, un tipo de memoria y dispositivos que están ganando adeptos poco a poco. Hoy, analizaremos el Intel Optane Memory H10, del cual se espera mucho.
Intel Optane es, según la propia Intel, una memoria revolucionaria, la cual posee una tecnología inteligente que es capaz de acelerar la capacidad de respuesta de nuestro PC. Esto se debe traducir en tiempos de respuesta más bajos para todo tipo de tareas, ya sea para trabajar o simplemente jugar, por lo que deberíamos de beneficiarnos de un mayor rendimiento general y una respuesta más inmediata de cualquier software o interacción con nuestro PC.
Para ello, Optane aprende de las tareas que realizamos con mayor frecuencia, ya sea desde el propio arranque del sistema hasta una simple búsqueda de archivos en un disco duro, incluso los archivos muy grandes para edición de vídeo ahora se deben abrir más rápido, todo gracias al aprendizaje profundo que realiza constantemente.
Cuando compramos una unidad Optane independiente, con el software del chipset de Intel podemos vincularla a cualquier disco duro o SSD conectado a nuestro ordenador para mejorar su rendimiento.
Sin embargo, la nueva unidad Intel Optane H10 funciona de forma diferente. Esta se caracteriza por incluir en un solo módulo memoria Optane junto a almacenamiento SSD a través de la interfaz NVMe. De esta manera, Intel promete ofrecer una unidad de almacenamiento revolucionaria con los mejores tiempos de respuesta y unas velocidades vertiginosas.
¿Realmente será así?
Índice
Características y especificaciones técnicas del Intel Optane Memory H10
El nuevo Intel Optane Memory H10 nos trae en un solo módulo un sistema de almacenamiento SSD a través de interfaz NVMe (hasta 1 TB de espacio) con Intel Optane (16 GB o 32 GB) para mejorar el rendimiento general de la unidad y, por lo tanto, de nuestro sistema operativo.
Esta memoria podemos encontrarla en 3 modalidades diferentes:
- 256 GB de almacenamiento SSD + 16 GB de Optane.
- 512 GB de almacenamiento SSD + 32 GB de Optane.
- 1 TB de almacenamiento SSD + 32 GB de Optane.
A pesar de los problemas de rendimiento y durabilidad demostrados con la nueva tecnología NAND Flash QLC, Intel ha apostado por ella para dar forma a sus unidades de almacenamiento. Eso sí, la compañía ofrece 5 años de garantía para todos sus Intel Optane Memory H10, asegurando hasta 300 TB de escritura en ellas sin problemas.
Según las especificaciones oficiales de Intel, este SSD tiene una velocidad de lectora máxima de 1450 MB/s y de escritura de 650 MB/s, unos datos que, desde un principio, nos parecen muy bajos debido a pesar de usar PCIe 3.0 4x y haber otras unidades mucho más baratas que obtienen sin problemas velocidades superiores a los 3000 MB/s tanto en lectura como en escritura.
Puede que Optane mejore el rendimiento de estas unidades y las haga realmente competitivas en el mercado de los usuarios más exigentes. Vamos a ver cómo es y cómo rinde esta memoria a continuación.
Unboxing, análisis y primeras impresiones del SSD Intel Optane Memory H10
Dado que Intel no nos ha mandado ninguna caja de esta unidad no podemos conocer con certeza cómo es la caja de esta unidad.
La unidad en sí, como podemos ver, es como un NVMe cualquiera. Todos los componentes de esta unidad se encuentran solo por una cara (los chips de memoria y el controlador NAND Flash QLC cerca del conector M.2 y la memoria Intel Optane y su controladora en el otro extremo), por lo que la parte trasera de la unidad estará vacía.


Como podemos apreciar, este SSD cuenta con un puerto M.2 para NVMe, y una de sus fortalezas es que, al estar Optane incluido en el propio módulo, no necesitamos gastar un segundo módulo para él.

No hay mucho más que hablar sobre la apariencia de esta unidad. Estéticamente es muy simple. Vamos a ver si su potencial se esconde en el rendimiento.
Pruebas de rendimiento del Intel Optane Memory H10
Para las pruebas de rendimiento de la memoria Intel Optane Memory H10 hemos utilizado un procesador Intel Core i7-8700K (Coffee Lake) con una placa con chipset Z390 para que no haya cuellos de botella en el hardware y la tecnología sea perfectamente compatible. La memoria RAM utilizada son 32 GB (4×8 GB) DDR4 a 3200 MHz, por lo que en este sentido tampoco habrá problemas de rendimiento.
También hemos descargado e instalado los controladores y el software de Intel Optane desde su página web para poder gestionar sin problemas esta unidad de almacenamiento. También hemos actualizado su firmware a la última versión para que cualquier fallo pueda estar corregido y no interfiera en las pruebas de rendimiento.


Cuando colocamos esta unidad en un puerto M2 de nuestro ordenador y arrancamos Windows, lo primero que nos llama la atención es que el sistema operativo puede detectarlo como dos unidades, una de 16 GB y otra de 256 GB. Esto es porque, por defecto, podemos guardar datos en Optane.
Lo primero que hemos hecho ha sido medir el rendimiento de las dos unidades por separado. Para ello hemos utilizado el software de CrystalDisk, uno de los software más conocidos para medir el rendimiento de discos duros y SSD y que podemos usar para comparar su rendimiento con otros.
CrystalDiskInfo nos permite conocer información técnica sobre esta unidad. Este software lo reconoce como dos unidades independientes, y además una de ellas (la Optane) tiene serios problemas de temperatura incluso estando en reposo.


Lo siguiente que vamos a hacer es medir el rendimiento de las dos unidades por separado, sin activar el Optane. La velocidad de lectura secuencial de ambas unidades es similar, aunque hay diferencia de rendimiento al trabajar con archivos más pequeños y, sobre todo, en la lectura.
Eso sí, los datos obtenidos son nefastos. Un NVMe PCIe Gen3 4x con solo 940 MB/s de lectura y 470 MB/s de escritura es inaceptable. Y la velocidad de los 16 GB de Optane también se esperaba mucho mejor, aunque no podemos hablar de ella ya que su finalidad no es el almacenamiento, sino hacer de caché.


A continuación vamos a activar Optane y vamos a ver cómo se comporta este NVMe con este sistema de caché. Para ello hemos utilizado el software de Intel y lo hemos vinculado con el SSD del Intel Optane H10, ya que no nos ha dado la opción de vincularlo a ningún otro SSD SATA ni M.2 de los que tenemos conectados al ordenador.



Una vez activado hemos repetido las pruebas de rendimiento. Como se puede ver, sí es verdad que la velocidad de lectura ha aumentado bastante, y eso es gracias al Optane. Eso sí, la velocidad de escritura sigue siendo inaceptable.

Dado que Optane se basa en la caché de datos, hemos decidido repetir la prueba una vez más pero haciéndole trabajar con 9 pruebas de rendimiento de 1 GB cada una para que la caché pueda trabajar. Como podemos ver, los resultados no son mucho mejores.
Somos conscientes que donde más mejora el rendimiento el Optane es cuando trabaja con archivos muy pequeños, justo donde más fallan los SSD y los discos duros. Si lo comparamos con el WD Black SN750 que analizamos hace poco (y que cuesta mucho menos dinero que el Intel), podemos ver que las velocidades de lectura son prácticamente la mitad, excepto al trabajar con archivos pequeños en el test 4KiB Q1T1. Las velocidades de escritura son incomprensiblemente bajas.


Para medir aún mejor el rendimiento de este NVMe al trabajar con archivos pequeños hemos decidido utilizar el software ATTO Disk Benchmark. Esta herramienta de benchmark mide las velocidades de lectura y escritura de archivos que van desde 512 Bytes hasta 64 MB.
Como podemos ver, esta unidad trabaja mejor que cualquier otra con los archivos más pequeños. Volviendo a comparar esta unidad con el WD Black SN750 podemos ver que con los archivos más pequeños, concretamente con los de 512 B, 1 KB, 2 KB y hasta 4 KB el rendimiento del Intel Optane Memory H10 es superior al de otras unidades. Ahora bien, a partir de ese tamaño no tiene nada que hacer.
Un dato curioso que queremos mencionar aquí es que cuando hemos activado Optane, el uso de la CPU se ha disparado durante los benchmarks.
Opinión personal del Intel Optane Memory H10
Intel Optane es una tecnología muy peculiar. Hace 10 años, cuando todos utilizábamos discos duros mecánicos conectados a través del puerto SATA de nuestro ordenador hubiera revolucionado la informática. Por 30 euros (precio actual) del módulo de 16 GB de Optane (50 euros el módulo de 32 GB de Optane) podemos mejorar el rendimiento de cualquier disco duro SATA, e incluso de los SSD como ya vimos hace no mucho en una review de Optane en un ordenador portátil.
Para los discos duros mecánicos puede tener cierta utilidad. Para las unidades sólidas la verdad es que ya no mucho. Si tenemos un puerto M.2 para conectar un NVMe PCIe como este Intel es mejor comprar un NVMe en condiciones. De todas formas, hasta aquí no vamos a restar mérito a Optane.
Sin embargo, los nuevos Intel Optane Memory H10 parecían una teoría una buena idea: ofrecer un Optane y un NVMe gastando un solo puerto M.2 de nuestra placa base. Sin embargo, en la práctica esta teoría ha caído por su propio peso.
Como hemos demostrado en las pruebas de rendimiento, el rendimiento de este nuevo Intel Optane deja mucho que desear. Las velocidades de lectura y, sobre todo, escritura, son pésimas, más cerca (sobre todo la escritura) de un SSD SATA antes de que de un NVMe PCIe Gen3 4x. Optane además está limitado solo a esta unidad, por lo que no nos dejará activarlo para otro disco duro mecánico que podamos estar utilizando en nuestro PC. Y el precio, partiendo de la unidad media (512 GB de almacenamiento y 32 GB de Optane), por casi 220 euros es desorbitado, pudiendo tener un Crucial P1 de 1 TB de almacenamiento y 2000 MB/s de velocidad de lectura (1750 MB/s de escritura) por la mitad de precio.
Puede que para centros de datos donde se realizan miles de consultas MySQL pueda mejorar un poco el rendimiento gracias a la caché. Puede que incluso en ordenadores portátiles Wiskey Lake sí se pueda sacar algo más de rendimiento (aunque dudamos que mucho más, ya que estamos muy cerca de las velocidades de las especificaciones).
Pros:
- Velocidades de lectura aceptables en archivos muy pequeños.
Contras:
- Velocidades de lectura y escritura pésimas para un NVMe PCIe Gen3 4x.
- Precio desorbitado.
- Limitaciones por la tecnología.
- Temperatura muy alta del chip Optane, incluso en reposo.
Por todo ello, nos vemos en la obligación de recomendar no comprar el Intel Optane. No podemos darle ningún galardón.