QNAP (Quality Network Appliance Provider) Systems, Inc, como su marca promete, tiene como objetivo suministrar soluciones completas de alta tecnología de almacenamiento conectado en red (NAS) y grabación de vídeo en red (NVR). QNAP integra tecnologías y diseños para crear productos de calidad que efectivamente mejoran la eficiencia empresarial en cuanto al intercambio de archivos, las aplicaciones de virtualización, la administración del almacenamiento y la vigilancia en entornos comerciales, así como también, enriquecer la vida de entretenimiento a los usuarios domésticos al ofrecer una divertida experiencia de centro multimedia. Esto es precisamente de lo que trata nuestro análisis de hoy, ya que vamos a mostraros nuestro análisis del QNAP HS-210, un NAS para el hogar que destaca por su diseño slim y totalmente silencioso.
El QNAP HS-210 ha sido concebido para proporcionar al usuario una solución de almacenamiento en red totalmente silenciosa (ya que carece de ventilación activa y solo genera 15 dBA de ruido), por lo que es ideal para disfrutar del cine en casa o para los amantes de la música. No obstante, también es ideal para usuarios que buscan un NAS de alto rendimiento y fiable, ya que cuenta, además de con toda la garantía que un fabricante de la talla de QNAP proporciona, con una amplia variedad de aplicaciones y sistemas de seguridad para un funcionamiento óptimo y para todo tipo de necesidades.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS.
Sacadas de la página web del fabricante.
Vemos que el equipo cuenta con un procesador Marvell a 1.6 Ghz (en las especificaciones técnicas no dice cuál exactamente, pero presumiblemente equipará un Marvell 88F6282A0C160 de un solo núcleo y 256 KB de caché L2), 512 Mb de memoria RAM y un almacenamiento flash de 16 Mb para almacenar el firmware. Es compatible con dos discos duros de hasta 3.5 pulgadas, y ojo, ya que tiene función hot-swap, lo que quiere decir que podemos poner y quitar discos duros sin necesidad de apagar el NAS.
Por otro lado, cuenta con el típico puerto Gigabit Ethernet para proporcionar unos 125 Mb/s de velocidad de transferencia por red, además de dos puertos USB 3.0 y otros dos USB 2.0 para conectar dispositivos, ya sean de almacenamiento externo o por ejemplo impresoras.
Llama la atención que a pesar de que incluye una fuente de alimentación externa de 60W, su consumo en funcionamiento con dos discos duros de 3.5 pulgadas es de tan solo 13.71W, por lo que es un aparato que podemos tener encendido 24×7 sin preocuparnos demasiado por la factura de la luz.
ANÁLISIS EXTERNO.
El QNAP HS-210 viene embalado en una caja de cartón duro de color blanco, en cuya cara principal encontramos una imagen del NAS y debajo sus principales características enumeradas. En la parte posterior de la caja tenemos un resumen de sus principales aplicaciones, y en uno de los laterales encontramos un esquema de sus conexiones traseras (bueno, y delanteras, donde solo vemos externamente el LED de estado, aunque más tarde veremos que es en esa zona por donde se insertan los discos duros).
Al abrir la caja, nos ha resultado curioso el mensaje que reza «Gracias por elegir QNAP», a la vez que nos muestran sus códigos QR para acceder a las redes sociales de la marca, así como a la página de descargas y soporte. En el interior ya encontramos el propio dispositivo, y hemos de destacar que no podía estar mejor protegido. La caja es grande para lo que luego abulta el NAS, sí, pero merece la pena para mantener el dispositivo a salvo.
Junto con el NAS se incluye una caja de cartón neutra en cuyo interior encontramos todos los accesorios, y como es costumbre es lo primero que os vamos a enseñar. Junto con el QNAP HS-210 se incluye el adaptador de corriente con fuente de alimentación externa de 60W, un cable de red RJ-45 Cat.6 (Gigabit), tornillos para instalar los discos duros y el correspondiente manual de instalación.
A continuación podéis ver el NAS en todo su esplendor. Llama la atención la tapa superior de aluminio cepillado, la cual además actuará de disipador pasivo para los componentes internos, pero sobre todo llama la atención el poco grosor del aparato: solo 34.9 milímetros (sin contar las cuatro patas que lo levantan un par de milímetros más).
En la parte frontal no hay nada a excepción de el LED de estado (oculto, por cierto, solo se ve cuando el aparato está encendido) y el anagrama «SilentNAS QNAP». Más tarde veremos que esta pieza de plástico negro tiene dos imanes que la mantienen anclada al resto del equipo, y que se debe retirar para acceder a las dos bahías de discos duros. En la parte trasera tenemos todas las conexiones del NAS (de izquierda a derecha: conector de corriente, botón de reset, lector de tarjetas SD, dos USB 2.0, puerto Ethernet, dos USB 3.0, botón de encendido).
La parte inferior del HS-210 está fabricada totalmente en plástico, y no destaca nada a excepción de las cuatro patas de goma.
INSTALACIÓN.
Vamos a proceder a la instalación del equipo. Para ello, como hemos comentado antes, solo hay que tirar suavemente de la pieza de plástico frontal, la cual está sujeta por unos sencillos imanes. Tras ella, encontramos las dos bahías para discos duros de hasta 3.5 pulgadas.
Como véis, en la parte central hay dos botones que rezan «Push» (empujar). Apretándolos se liberan las bandejas de los discos duros, las cuales tienen un tirador para poder sacarlas con comodidad.
Aquí podéis ver las bandejas a medio sacar.
Para instalar los discos duros en las bandejas son necesarios tornillos, por lo que como veis no cuenta con sistema de instalación sin herramientas, algo que habría sido de agradecer. No obstante, las bandejas tienen perforaciones para instalar discos duros de 3.5 y 2.5 pulgadas indistintamente.
QNAP recomienda el uso de discos duros WD Red o bien SSDs para una mayor fiabilidad y rendimiento. Precisamente, WD nos acababa de ceder una pareja de discos duros WD Red de 2 Tb cada uno, así que son los que utilizaremos en el análisis.
Con cuatro tornillos por disco duro, quedan anclados a las bandejas y éstas listas para ser insertadas de nuevo en el NAS.
Así que eso es precisamente lo que hacemos; con los discos ya anclados a las bandejas, las insertamos en el HS-210 y éste ya está listo para funcionar.
CONFIGURACIÓN
Tras conectar el QNAP HS-210 a la luz eléctrica y a nuestra red doméstica y encenderlo, es hora de configurarlo. Al contrario de lo que hemos visto hasta ahora en otros NAS que hemos analizado, no hace falta instalar nada para configurar este dispositivo. Simplemente entramos en la página web que nos dice en las instrucciones de instalación e introducimos la clave que las acompaña.
Lo que sí es un paso obligatorio es el de crearnos una cuenta en myQNAPcloud. Esto servirá para poder acceder a los datos almacenados en el dispositivo desde cualquier parte.
Una vez hecho este paso, hay que instalar el firmware del equipo. Es algo necesario, ya que éste se instala en los discos duros que le hayamos instalado en lugar de en la memoria flash interna como pensábamos en primera instancia. Este proceso es bastante lento; a nosotros con una línea VDSL de 30 Mb nos tardó más de un cuarto de hora.
Una vez instalado el firmware del HS-210, nos aparece un asistente de configuración rápida.
Este asistente consta de un solo paso, en el que elegiremos el nombre de red del NAS, la contraseña de administrador, la dirección IP (podemos dejarla en modo DHCP para que el router le asigne una libre automáticamente o bien podemos configurarle una IP fija), fecha, hora y zona horaria, y lo más importante, el modo RAID que queremos configurar. Por defecto viene configurado en modo RAID1 (espejo), pero nosotros lo cambiaremos a JBOD (almacenamiento lineal) para obtener la máxima capacidad de almacenamiento. A decir verdad, en una red doméstica no vemos ninguna ventaja de configurar un RAID0, el cual da máxima velocidad, ya que la velocidad de los discos duros está limitada por la capacidad de nuestra red (en nuestro caso, Gigabit).
Con esto hemos terminado la configuración del dispositivo y podemos comenzar a utilizarlo.
TESTEO.
Accedemos a la interfaz del NAS vía web, y nos encontramos con un menú que emula el de un smartphone o tablet. Desde aquí podemos acceder a cualquiera de las características del equipo.
Accedemos al estado del sistema, donde podemos controlar el estado de los discos duros, capacidad restante, etc.
Es interesante ver el estado de los discos duros para controlar su temperatura, ya que recordemos que este HS-210 de QNAP es un equipo que carece de refrigeración activa. Podemos ver que con los discos duros en reposo, su temperatura es de 30 y 32 grados, poco más que en un ordenador con ventilación activa. Eso sí, en uso la temperatura de los discos asciende hasta los 46ºC en nuestro caso, con 21ºC de temperatura ambiente.
Un dato a tener muy en cuenta es que una vez configurado el modo de RAID del equipo, ya no podemos cambiarlo a no ser que iniciemos de nuevo el asistente.
Desde el Panel de Control del HS-210 podemos configurar una infinidad de parámetros, desde la administración de nuestros discos duros, creación de usuarios, carpetas y grupos, aplicaciones, y un larguísimo etcétera. A decir verdad este NAS se nos hace bastante avanzado para un usuario medio, el cual muy seguramente no vaya a utilizar ni el 10% de las posibilidades que este equipo nos brinda.
Una de las facultades que seguramente casi todos los usuarios que compren este NAS quieran utilizar es la de servidor de aplicaciones, mediante el cual podemos configurar el HS-210 como servidor iTunes, DLNA (para ver películas en la TV, por ejemplo), y herramientas ya más avanzadas como por ejemplo servidor web, servidor LDAP (para Directorio Activo de Microsoft), servidor VPN, mySQL, Syslog, TFTP, etc.. Podéis ver las opciones que nos brinda en la siguiente imagen.
No vamos a entrar a ver todas puesto que si no podríamos alargas este análisis hasta el infinito, así que vamos a mostraros las más interesantes, comenzando por la que probablemente todos los usuarios domésticos querrán usar: servidor DLNA. Aquí configuraremos el NAS para poder hacer streaming de vídeo a nuestra televisión, ordenador, tablet, etc.
Una opción que nos parece muy interesante es que podemos acceder al HS-210 por medio de SSH, solo hay que habilitarlo.
Una vez hecho eso, podemos acceder desde consola o por medio de aplicaciones como Putty.
Una opción que no muchos usuarios domésticos utilizarán, pero puede que sí usuarios de pequeñas empresas, es la opción de crear un servidor LDAP. Éste nos permitirá integrar el Directorio Activo de Microsoft que tengamos en nuestro dominio con el QNAP HS-210 y asignarle permisos a los usuarios de Directorio Activo directamente. De esta manera, podemos utilizar el NAS como servidor de datos en una empresa, y podremos asignar permisos a nuestro gusto.
También es posible crear usuarios, grupos y recursos compartidos específicos para éstos, de manera que podremos utilizar este NAS como servidor de datos sin necesidad de un Directorio Activo.
Os ponemos un ejemplo: imaginemos que estamos utilizando el QNAP HS-210 en una pequeña empresa. En ésta, creamos un grupo para el departamento de informática, otro para dirección, otro para recursos humanos y otro para finanzas. Es evidente que no queremos que por ejemplo recursos humanos acceda a los datos de contabilidad, y que financiero no acceda a los datos de los empleados que tiene recursos humanos. Creando usuarios y grupos podemos hacer todo esto de la manera que queramos.
También, por supuesto, es posible conectarnos al NAS desde un ordenador creando unidades de red. En este ejemplo podéis ver la capacidad total disponible instalando dos discos de 2 Tb cada uno, por cierto, y también podemos ver que el firmware y aplicaciones preinstaladas ocupan 818 MB de espacio.
No obstante no es necesario crear unidades de red si no queremos, ya que QNAP integra un sistema de gestión de archivos propio en forma de aplicación, desde donde podemos interactuar con el contenido del equipo como si fuera una ventana de Windows.
Una de las funciones más importantes es la posibilidad de realizar y programar backups automáticos, tanto del equipo como en el propio equipo. Para ello, QNAP pone a disposición del usuario diversas formas de backup, incluyendo Apple Time Machine.
Lo último que vamos a ver son las aplicaciones para móvil. QNAP tiene nada menos que 7 aplicaciones diferentes, las cuales son compatibles con Android e iOS (en este caso, solo 6 de ellas). No estaría mal que QNAP aunara todas ellas en una sola, puesto que es un poco lioso tener 7 aplicaciones distintas para las diferentes funciones del equipo.
CONCLUSIÓN.
QNAP nos proporciona un extenso rango de posibilidades de almacenamiento en red con este HS-210, tanto para usuarios domésticos que buscan crear un entorno multimedia alrededor de su ordenador, televisión, tablet y smartphone, como para usuarios profesionales que quieren crear un pequeño servidor de datos en su empresa. En cualquiera de estos casos, el HS-210 proporciona un funcionamiento totalmente silencioso y fiable, además de contar con una estética que no desentonará en ningún lugar, y por supuesto con rendimiento Gigabit.
PROS:
- Totalmente silencioso.
- Bajo consumo.
- Posibilidad de instalar dos discos duros de 3.5 pulgadas.
- Formato slim.
- Grandes características y posibilidades.
CONTRAS:
- Precio (unos 200 euros, discos duros aparte).
- Demasiadas aplicaciones móviles distintas, estaría bien que las unificaran.
Por ello, este QNAP HS-210 se hace merecedor de nuestro galardón de oro y de nuestra recomendación por su diseño.