Cuando pretendes comprar unos nuevos altavoces, ya sea para el PC o para otros menesteres, el fabricante siempre expresa la potencia de los mismos en vatios RMS. Sin embargo, ¿es esta la potencia real de los altavoces? ¿Qué significa la potencia RMS? ¿Cómo se interpretan las cifras que dan los fabricantes? En este artículo te vamos a explicar todo esto para que no te dejes engañar por las especificaciones de los fabricantes a la hora de saber valorar cómo de potentes son unos altavoces.
Muchos fabricantes de altavoces hablan de «potencia» a secas, expresada en vatios. Otros fabricantes te dan los vatios RMS, mientras que otros (muchos, de hecho) te dan la potencia pico o potencia máxima (algunos incluso te entregan ambos valores) así que, ¿cómo interpretar los datos en las especificaciones técnicas los altavoces de manera correcta y saber realmente cuál es la potencia real que tienen? ¿Debes fijarte en la potencia RMS o en el pico? ¿Y la potencia musical?
Toda esa información muchas veces resulta sesgada porque por sí sola no es determinante para elegir un modelo u otro. Es un conjunto de características las que nos mueven a decantarnos por unos altavoces o por otros que, si no estás atento, hay algunos fabricantes que nos cuelan conceptos marketinianos que después no cumplen con las expectativas o con el nivel que pensabas. Así que si te encuentras inmerso en ese maremagnum de datos y números, si te parece vamos a ayudarte a esclarecer y poner algo de luz.
Es por eso que no debes preocuparte. Si a la hora de comprar unos nuevos altavoces te encuentras con que las diferentes características técnicas te resultan confusas sigue leyendo, ya que te vamos a orientar para que escojas los que realmente se adecúan a tus necesidades haciendo especial hincapie en lo que es el RMS y su impacto en la potencia de sonido que obtienes de tu equipo. Porque se trata de conceptos distintos que te recomendamos saber diferenciar para no gastar dinero en balde. Vamos allá.
¿Qué es la potencia RMS?
RMS viene del término inglés Root Mean Square, que significa raíz cuadrada media, y como supondréis por el nombre es efectivamente un término matemático. Esta potencia se refiere a cuánta potencia continua puede manejar el altavoz sin que se distorsione el audio, y hay que saber diferenciarlo de la potencia pico, que en la mayoría de casos es el doble de este valor. Pero cono queremos saber el impacto del RMS en nuestro altavoz, nos quedaremos con lo que es.
El valor del RMS se obtiene dividiendo el valor de corriente del altavoz por la raíz cuadrada de 2, 1,1414. También puede ser obtenido multiplicando el valor pico por 0,707. Esto nos da un número más cercano a la potencia media que tiene el altavoz. Por ejemplo, un altavoz con una clasificación RMS de 30 W pero una potencia pico de 60 W, significa que el altavoz tiene una potencia media de 30 vatios, pero es capaz de emitir ráfagas ocasionales de 60 W y, sin embargo, muy probablemente el audio emitido a dicha potencia salga distorsionado o con ruido y, por tanto, con mucha peor calidad.
Una vez que sabemos lo que esconden las crípticas siglas RMS respecto a la potencia de un altavoz, veamos qué importancia tienen a la hora de ir a la tienda y elegir entre un modelo u otro dependiendo de la cifra que –afirma el fabricante– cumple a rajatabla. De ahí que lo que de verdad te puede servir es comprender cuál es la relación que existe entre la potencia RMS y lo que es la calidad real de esos altavoces que quieres adquirir.
Relación entre potencia RMS y calidad de altavoces
Tenemos entonces que RMS indica el nivel de potencia media a la que puede sonar un altavoz sin distorsión. Esta es la primera «potencia» importante que te interesa conocer antes de escoger unos altavoces, ya que si se hace trabajar al altavoz por encima de esa potencia nominal se podría dañar su diafragma de manera irreversible y romperse. Algo que afectaría sirectamente al rendimiento del equipo y ya os podemos decir desde ya que os obligaría a tener que comprar otro, porque tiene difícil reparación esa parte del dispositivo.
Esto es debido a que el altavoz no va a poder disipar el calor generado por la corriente eléctrica al circular por su bobina, pudiendo llegar a fundir el aislante que recubre el hilo de cobre de sus conexiones. También puede suceder que, simplemente, el material con el que está hecho el diafragma y las gomas que le permiten vibrar no están pensadas para manejar esas cantidades de corriente eléctrica, dando como resultado distorsión en el sonido que se reproduce y, además, un mayor desgaste que puede terminar en que el dispositivo se deteriore físicamente y deje de funcionar correctamente. Así que no se trata tanto de comprar el modelo que más RMS tenga sino del que cuente con un rango más ajustado a la calidad y capacidad de los materiales con los que ha sido construido para resistir el continuo golpeo en el diafragma.
Así, hacer trabajar a un altavoz por encima de su potencia RMS, también puede dañar o incluso romper el diafragma, ya que no está diseñado para trabajar con potencias superiores a las que el fabricante ha establecido en su diseño (y que generalmente son precisamente la potencia RMS). Algo que no es nada positivo para la durabilidad del propio hardware, que se verá comprometido rápidamente.
Además, superado el valor de potencia RMS de un altavoz concreto, además de empezar con la degradación de sus componentes comienza también la distorsión del audio (precisamente por ello), así que por mucho que un fabricante especifique unas impresionantes potencias de pico, en el valor en el que debemos fijarnos siempre es en la potencia RMS, esta es la que siempre interesa conocer para saber el tope, el límite que va a ser capaz de aguantar antes de que el propio audio se distorsione.
Ojo, que en determinadas situaciones el altavoz pueda funcionar a su potencia pico no significa necesariamente que se vaya a estropear, simplemente que sus componentes se deteriorarán antes y que el sonido saldrá distorsionado casi seguro porque a medida que pasa el tiempo, la entropía va haciendo su trabajo pacientemente. Sin embargo, hay ocasiones en las que esto es normal porque, en general, solo funcionarán a su potencia pico en ráfagas, durante cortos periodos de tiempo. Dicho de otra manera, por mucho que un fabricante te diga que la potencia pico de sus altavoces es de 60W, en realidad casi nunca funcionarán a dicha potencia sino a la RMS.
La potencia musical
Para entender mejor el término «potencia de unos altavoces», debemos conocer también la llamada «potencia musical», que es la potencia eléctrica que es capaz de soportar con una señal de entrada de ruido rosa (Pink Noise, un sonido que simula un tema musical) sin sufrir daños permanentes. Para probar la llamada «potencia musical», lo que hacen los fabricantes de altavoces es probarlos durante un segundo para repetir el proceso 60 veces con un intervalo de un minuto entre prueba y prueba.
De dicha prueba se obtiene el valor nominal que se calcula de la impedancia de los altavoces, por lo que el resultado es subjetivo y poco fiable. En este caso, si veis que un fabricante anuncia sus altavoces indicando «potencia musical» o simplemente potencia a secas, no os fieis porque es un valor subjetivo que no da un valor significativo y objetivo para saber que potencia tienen realmente unos altavoces.
Dicho de otra forma, no se trata de un valor que nos sirva para conocer la potencia de los altavoces, y sí, queda muy bonito hablar de la llamada «potencia musical» en las especificaciones de cara al marketing, pero desde el punto de vista técnico no nos aporta absolutamente nada, ya que no sirve como medida cuantificativa para saber la potencia de salida de los mismos. Así que si ves alguna reseña así en la caja o los materiales de venta de un producto, desconfía porque no significan, técnicamente, nada. Son meros claim para incitarte a comprar.
La potencia pico (PMPO)
Otros fabricantes anuncian sus altavoces indicando la potencia pico, y desde ya os advertimos que si lo hacen suele ir de la mano con una estrategia de marketing pura y dura, ya que como os hemos explicado antes suele ser el doble de la potencia RMS y hace parecer que estamos ante unos altavoces mucho más potentes de lo que son en realidad. Así que mucho cuidado con artimañas así, no caigas en ellas y, mucho menos, acabes quedándote con un modelo sospechoso simplemente porque es más barato.
El término PMPO viene del inglés «Peak Music Power Output», es la potencia máxima de salida musical y se refiere a la máxima potencia que es capaz de soportar el altavoz pudiendo disipar su calor, es decir, sin que se produzcan daños en el mismo. Como hemos mencionado antes y dado que se basa en la potencia musical, es nuevamente un valor del que no debemos fiarnos porque no solo es subjetivo, sino que no se puede comparar con nada y, por lo tanto, es totalmente irrelevante.
Por ejemplo, un fabricante puede anunciar unos altavoces con PMPO de 100 vatios y que luego tengan una potencia RMS de tan nada más que 10. Es, por lo tanto, un dato que representa meramente una estrategia de marketing para abultar las cifras del producto, pero que ni son reales ni son fiables, algo parecido a la capacidad de los discos duros, que se cuentan los gigas como 1.000 megas y no 1.024 que es lo suyo. Pero cuando se trata de intentar colarnos menos por más, los argumentos se vuelven en ocasiones ininteligibles.
En resumidas cuentas y tal y como hemos dicho previamente, cuando vayas a fijarte en las características de unos altavoces debes buscar siempre la potencia RMS y nunca fiarte de otros valores de potencia que no sean esos. De paso recordad que tenéis que mirar con lupa a la hora de conocer las especificaciones, ya que algunos fabricantes indican el consumo energético de los altavoces como la potencia, dado que ambos se miden por vatios, induciendo a un claro error por parte del usuario final que no sabe distinguir cuándo hablan de una cosa y cuándo de otra y, lo mismo, crees que te llevas de la tienda un modelo con mucha potencia para reproducir sonido cuando en realidad lo que has leído tiene que ver con el consumo energético.
Así que el mejor consejo, muchas veces, es que mires por internet, pruebas independientes de creadores de contenido de confianza, que son capaces de medir los valores reales con herramientas de precisión y que sí os dirán exactamente qué es lo que vais a comprar. Porque normalmente, en las cajas o publicidades, los fabricantes no quieren que la realidad les quite ninguna venta. Así que MUY atentos y desconfiad de cualquiera que os venda duros a cuatro pesetas.