Seguramente os suene el término «Kensington lock» o «cierre de seguridad Kensington», pues es un elemento que incorporan muchos monitores de PC y la gran mayoría de portátiles, así como otros muchos dispositivos, especialmente aquellos de pequeño tamaño que podemos llevar y trae fácilmente de un lado a otro, pero, ¿sabes lo que es y para qué sirve? Vamos a explicártelo a continuación.
Los dispositivos diseñados para transportarse fácilmente o instalarse en sitios públicos, por desgracia, pueden ser sustraídos de manera sencilla. Por ejemplo, los ordenadores portátiles expuestos en cualquier gran superficie pueden ser robados fácilmente. Si te fijas, todos ellos están «atados» y, muchas veces, si los mueves salta una alarma bastante potente.
Pues bien, para evitar la sustracción o robo de los dispositivos, se les incorpora un cierre de seguridad. Lo que igual no sabe es que estos elementos están estandarizados, con unas características muy concretas. Te explicaremos qué es, para qué sirve y cómo funciona el cierre Kensington.
Qué es el Kensington lock
Es un conector de seguridad estandarizado que, esencialmente, tiene dos partes. La primera parte es un «agujero» en los dispositivos con unas dimensiones de 7 x 3 mm y que tiene las esquinas redondeadas. El segundo elemento es la cerradura, que se inserta en este punto y que puede funcionar mediante una llave o mediante una combinación númerica.
Dichos sistemas de seguridad han sido desarrollados por la empresa Kensington Computer Products, de ahí su nombre. La finalidad de este cierre de seguridad es anclar un dispositivo a un elemento fijo para evitar su robo. Este es el motivo por el cual muchos dispositivos suelen llevar este sistema de seguridad, para que no puedan ser robados con facilidad.
Evidentemente, este «agujero» está diseñado para usar en combinación con una cerradura Kensington que se vende por separado. Debes saber que existen diferentes tipos de cerraduras con diversas medidas de seguridad. Normalmente, se combina con un cable de acero trenzado de gran resistencia que finaliza con un cierre de seguridad Kensington.
Como hemos comentado, este cierre de seguridad puede tener dos mecanismos de liberación o apertura. Los más habituales y que verás en los espacios públicos utilizan una llave, pero también los hay de combinación, como el típico candado de bicicleta o el de las maletas. Como es lógico, el de combinación solo se abrirá si introducimos la combinación.
Debes saber que el «agujero» en los dispositivos internamente está reforzado en acero y es prácticamente imposible forzarlo. Además, en muchos casos, forma parte del mismo chasis del dispositivo. Esto dificulta el robo y si se intenta arrancar, el dispositivo sufrirá muchos daños, posiblemente, quedando totalmente inutilizado.
¿Cómo funciona y cómo utilizarlo?
El funcionamiento es muy sencillo. Simplemente, debemos amarrar el cable a algún elemento fijo, como una mesa –también fija al suelo para que no se pueda levantar la pata del suelo– u otro elemento de mobiliario del que no se pueda quitar el cable sin tener que cortarlo (y para cortarlo hará falta una cizalla o similar). Es por esa razón que el cable termina en una forma redondeada que podremos utilizar para pasarlo por ahí y crear un lazo como el que podéis ver en la imagen que os dejamos justo aquí debajo.
Una vez hecho esto, simplemente tenemos que introducir el cierre de seguridad en el agujero del dispositivo. Para ello, dependiendo del tipo de mecanismo, puede que tengamos que pulsar un botón que tiene el propio cabezal del mismo (generalmente esto es así en los que tienen apertura por combinación, los que son de llave, tendremos que girar la llave para alinear las dos partes del cierre y que pueda entrar por el agujero) y que hace pasar una pieza que, al entrar del todo, gira para quedar anclada totalmente, creando un efecto flecha que impide salir de nuevo.
De esta manera, nuestro portátil, monitor, mini PC o cualquier otro de los elementos que tengan este Kensington Lock quedarán amarrados al mobiliario. Evidentemente, el cable está reforzado, así como lo está el propio mecanismo e incluso el agujero, por lo que estaremos complicándole bastante la vida a quien quiera robar el dispositivo. Si quieren hacerlo, necesitarán una cizalla o herramienta capaz de cortar el acero reforzado, y en cualquier caso el cabezal siempre quedará dentro y se verá a todas luces que el aparato ha sido robado.
Si deseas adquirir un dispositivo como este, hay cientos de modelos en Amazon, desde muy baratos a extremadamente caros, dependiendo de la seguridad que busques. Al igual que ocurriría con un candado para tu bicicleta. Todos cumplen la función, pero unos son más difíciles de abrir que otros.
¿Tan importante es la seguridad física de los dispositivos?
Te sorprenderías. Para la mayoría de usuarios, el que sus dispositivos cuenten con un cierre de seguridad Kensington no tiene nada del otro mundo, ya que prácticamente ninguno lo va a utilizar, y más si hablamos de un PC que está en tu casa y al que solo tú tienes acceso; al fin y al cabo, solo te «protegería» en cierta medida ante un ladrón que entre físicamente en tu casa, pero seguramente si se diera el caso este recurriría al robo de otros objetos más pequeños y ligeros para poder llevarse que tu PC o monitor (el portátil quizá sí que sería más apetecible).
En cualquier caso, como hemos dicho antes, te sorprenderías de la cantidad de robos que suceden en empresas, que es precisamente donde estos cierres de seguridad Kensington cobran una buena importancia. Imagina un espacio de trabajo compartido (el famoso coworking que en los últimos tiempos se utiliza mucho), con espacios abiertos y que están abiertos las 24 horas del día; si no quieres tener que ir cargando con tu equipo a cuestas cada vez que te vas de la oficina, el contar con un mecanismo físico de seguridad siempre será una buena idea, al menos para «alejar» las intenciones de estos usuarios de manos largas que, nos guste o no, están por todas partes.
Además, los robos físicos en las oficinas de las empresas son incluso más frecuentes que en los domicilios de los usuarios. Al fin y al cabo, en el domicilio de una persona poco van a poder encontrar más allá de algunas joyas o dinero en efectivo, además, claro de alguna tablet o portátil; sin embargo, el botín que pueden llevarse en forma de portátiles, tablets, monitores, smartphones y demás en una empresa con muchos trabajadores puede ser sustancial, así que en este caso el tener los equipos firmemente anclados con estos cierres de seguridad aporta un plus que puede ser muy importante para muchos.
En definitiva, este es un elemento de seguridad que puede ser más o menos útil dependiendo del usuario y la situación, pero tampoco es algo que moleste si no lo utilizas, pero que, al contrario, puede ser realmente de gran utilidad para ciertos entornos. En cualquier caso, con este artículo ahora ya sabes lo que es y cómo se usa, por si en un momento dado necesitas echar mano de él.
Alternativa económica
Como opción B, si no interesa este tipo de productos, pero no queremos desembolsar tanto por él, tenemos opciones más económicas que, evidentemente, pierden un poco de calidad, pero más que suficientes si su uso va a ser algo estándar, y no demasiado importante. Aunque si puedes permitírtelo, el Kensington lock es el mejor que puedes adquirir en este momento, aunque, si quieren romperlo, van a poder hacerlo igual.
Por tan solo 17 euros, en este momento podremos adquirir una marca blanca del Kensington lock, y asegurar un poco más nuestros equipos. Además, con su cerradura por números, tampoco tendremos que estar pendientes de llaves, solamente recordar los dígitos que elijamos como número de desbloqueo. Fácil y sencillo.
Consejos adicionales para proteger un dispositivo de forma física
Está claro que utilizar un producto específico para proteger un ordenador puede ser una de las formas más sencillas de evitar robos o cualquier tipo de problema derivado de los mismos, pero no es la única solución que podemos encontrar en este aspecto. Para proteger un dispositivo por ejemplo de que nos lo roben directamente las alternativas son bastante simples, mantener la vista siempre en él, llevarlo a todas partes o directamente situarnos en un lugar donde tengamos una visual de todo lo que sucede alrededor para que en caso de que un ladrón llegue, no pueda escapar con el dispositivo.
Pero también debemos tener en cuenta que hay otros problemas que podemos encontrar y que no implican el robo del dispositivo como tal, sino más bien de temas relacionados con la privacidad y similares. En este caso nos referimos a utilizar un ordenador o incluso teléfono móvil en lugares públicos, ya que muchas veces podemos encontrar que hay personas curiosas que pueden estar prestando más atención a lo que estemos viendo que incluso nosotros mismos, por lo que en este aspecto también podría ser necesario evitar que esto suceda, si además estamos tratando con información sensible.
Para ello hay varias soluciones como pueden ser los filtros de privacidad, una serie de paneles que existen en diversos formatos y que únicamente permiten ver la pantalla a la persona que está directamente delante de ella, evitando que quienes están a los lados o detrás puedan llegar a visualizar el contenido. Esto obviamente no es necesario si aplicamos lo que hemos comentado antes, si estamos por ejemplo situados de espaldas a una pared podemos asegurarnos de que no haya ojos curiosos que vean lo que estamos haciendo en cada momento.
