Para muchos usuarios poder proteger su ordenador es algo extremadamente necesario, pero a su vez es igual de importante tener la capacidad de evitar que haya problemas con otros aspectos que suelen ser más vulnerables como las contraseñas. La seguridad biométrica permite a una persona utilizar un rasgo único suyo para poder proteger todos aquellos datos que le importan, y si hablamos de cuál es la mejor que hay en el mercado está claro que no existe una tan fiable como los dispositivos que utilizan una huella dactilar para ello.
Una de las grandes ventajas que ofrece añadir un sistema de protección adicional a un ordenador está en la capacidad para poder vincularlo con una gran cantidad de aplicaciones, hay sistemas que permiten utilizar una tarjeta física para poder acceder a un PC, pero también a las diversas cuentas que puede tener un usuario. Esto no solo permite crear un entorno más seguro, ya que además también ofrece la posibilidad de que el usuario no tenga que estar apuntando o recordando todas las contraseñas que tiene vinculadas a cada una de las cuentas, simplificando mucho el proceso de inicio de sesión mediante credenciales.
Seguridad biométrica, una forma adicional de proteger tu ordenador
Los dispositivos que permiten a un usuario utilizar un objeto físico o una parte de su cuerpo para poder iniciar sesión en sus diferentes cuentas son bastante sencillos de encontrar en el mercado, por ejemplo hay variantes de periféricos, principalmente de teclados, que incorporan una ranura para insertar una tarjeta de identificación. Así mismo también hay medidas de seguridad que utilizan el reconocimiento facial para permitir a una persona acceder a una cuenta, pero incluso este puede resultar bastante tedioso de utilizar ya que hay ocasiones en las que puede que no funcione correctamente.
A nivel de seguridad biométrica hay un sistema que sobresale con respecto al resto, ya que es el más sencillo de utilizar principalmente debido a que lo único que debe hacer el usuario para acceder a sus diversas cuentas es poner la yema del dedo sobre un lector. Estos lectores de huellas dactilares pueden utilizarse en cualquier tipo de situación, aunque por lo general suelen verse en zonas de trabajo en las que se maneja información bastante sensible, permitiendo a una persona identificarse con algo que es prácticamente único como son estas huellas.
Pero eso no implica que este tipo de dispositivos no los pueda comprar una persona normal, y en este caso os traemos la prueba de ello, un modelo del fabricante Kensington que cuenta con una memoria capaz de recordar a 10 usuarios distintos. Además de esto también cumple el RGPD, ofreciendo una integración total con Windows Hello, Office365, Azure, Outlook y muchos otros tipos de aplicaciones que necesitan un sistema de verificación.
Aunque está claro que lo mejor que tiene al final es que está en oferta, lo que permite comprarlo por un precio bastante más bajo, en concreto resulta un 26% más barato, pasando de costar 95€ a prácticamente 70€, es decir, 25 euros menos.