A veces lo que se dice no es tan importante como lo que no se dice, pero se demuestra implícito en el mensaje. Como vimos la semana pasada NVIDIA lanzó en total silencio tres nuevas GPU destinadas a portátiles donde sorprendía una de ellas en exceso: la RTX 2050, la cual es una humillación directa hacia sus rivales. ¿No entiendes el por qué? Lanzamos una reflexión al aire.
A raíz del artículo de Igorslab se nos encendió la bombilla sobre el hecho de que el lanzamiento en sí mismo de las nuevas GPU de portátiles es toda una declaración de intenciones hacia sus dos competidores, no tanto por las MX550 y MX570 que son simples sucesoras actualizadas de las actuales MX, sino porque NVIDIA no tenía por qué lanzar una RTX 2050 como tal.
NVIDIA y la humillación pública con la RTX 2050
La pregunta más pertinente es ¿por qué una RTX 2050 ahora? Y es que el GAP que existe entre la RTX 3050 y esta GPU no debe ser realmente amplio como tal viendo sus especificaciones, donde además fue la única que tuvo el «privilegio» de mostrarlas al mundo (MX550 y MX570 son una incógnita todavía pese a que están presentadas oficialmente)
¿Acaso Navi 24 y ARC 128 entran a competir en un hueco no cubierto? Complicado teniendo en cuenta el rendimiento de la supuesta MX570, pero aunque así fuese y NVIDIA haya calculado bien el movimiento (es más que probable), ¿no había un nombre comercial mejor para esta GPU?
Y es que nombrarla así, RTX 2050, es precisamente un movimiento comercial y manda un mensaje inconsciente y potente tanto a la competencia como a los usuarios hasta el punto que podría ser tomado como una humillación pública. Aunque esta tarjeta integre arquitectura Ampere y soporte DLSS para aumentar el rendimiento en los juegos soportados realmente no era necesaria.
Sin versión de escritorio, un doble golpe
Además, al parecer NVIDIA no tiene ninguna intención (de momento) de lanzar esta tarjeta gráfica al mercado gaming de PC, pues para ello ya tiene la RTX 2060 12 GB que no es otra cosa que una segunda humillación tapada. Los porqués son simples: tanto si se necesita la RTX 2050 como si no, denominarla como serie 2000 es sinónimo inequívoco de que AMD e Intel no compiten con la última generación de GPUs de los de Huang, sino que manda un mensaje sobre el hecho de que no dan la talla y están por detrás en la gama baja de tarjetas gráficas.
Mismo ejemplo con la RTX 2060 12 GB, donde viene a ocupar el terreno que AMD e Intel piensan cubrir y de paso sanean la escasez con chips baratos de fabricar y que los mineros pueden comprar a precios «interesantes» visto cómo está el mercado.
Es un doble golpe psicológico a nivel de marketing para sus rivales y para el consumidor, donde apenas sepa el rendimiento de toda la gama que compite en el mismo segmento y sabiendo de sobra la existencia de las RTX 30 hace que las opciones de AMD e Intel pierdan valor, donde además catapulta en estima a las GPU Ampere. Una humillación pública silenciosa que puede pasar desapercibida y que tiene todo el sentido del mundo desde el marketing y el juego psicológico, ya que NVIDIA no necesitaba lanzar ninguna de estas tarjetas gráficas al mercado y mucho menos con esos nombres.