¿Se puede cambiar la pasta térmica de una tarjeta gráfica? ¿Y deberías?
Todo el mundo que conoce como funciona un ordenador es consciente de las temperaturas que este puede alcanzar, es por ello que sabemos que hay componentes que además de la refrigeración que le pueden proporcionar los disipadores o ventiladores de nuestra caja necesitan algo más. Tanto la CPU como la GPU utilizan pasta térmica para bajar la temperatura y evitar un sobrecalentamiento, pero ¿has cambiado alguna vez la de la gráfica?
Es normal pensar que, por como está construida una tarjeta de vídeo, esta no se tenga que abrir en ningún momento, ya que para ciertas personas esto puede resultar en romper este componente, principalmente porque es necesario tener unos conocimientos mínimos (o buscar muy bien los tutoriales de youtube) antes de tocar nada de nuestro ordenador, de forma que lo normal es que la gente piense que no se puede cambiar la pasta térmica de la GPU, pero ese no es el caso.
Se puede cambiar la pasta térmica de la GPU
No es nada extraño como bien hemos dicho que este sea el caso, ya que al igual que la CPU, la gráfica incorpora un microchip similar que realmente actúa como el núcleo de procesamiento de gráficos de nuestra tarjeta, de forma que a su vez, al utilizarse el mismo tipo de diseño que podemos encontrar en un procesador en el que existe el socket, el microchip y el disipador, nuestras gráficas funcionan de una forma similar.
Esto a su vez implica, que entre el propio chip que actúa como núcleo y el disipador, se utilice la pasta térmica para reducir la temperatura que puede alcanzar este componente, y al igual que la que utilizamos en nuestro procesador, se puede terminar secando por lo que las temperaturas de nuestra tarjeta de vídeo se incrementaran y harán que en general, nuestro PC vaya peor.
¿Es recomendable?
Como bien hemos indicado anteriormente, la pasta térmica no es la panacea que dura para siempre hasta que nos cambiamos de procesador o gráfica, simplemente es un complemento que tiene un tiempo limitado antes de tener que volver a aplicarlo, por lo que realmente si que es recomendable de vez en cuando cambiarla, pero siempre teniendo en cuenta varios factores clave de los que mucha gente se suele olvidar y que son extremadamente importantes:
La garantía
Hay que tener mucho cuidado con esto, ya que a la hora de cambiar la pasta térmica obviamente tenemos que abrir la tarjeta gráfica, por lo que si lo hacemos, nos cargamos la garantía, de forma que en caso de que suceda cualquier imprevisto, ya no podremos reclamar una tarjeta nueva.
Las condiciones
Ciertamente podemos llegar a pensar que el problema de que nuestra gráfica se sobrecaliente sea que la pasta térmica se ha secado, pero no tiene porque ser el caso, ya que las propias condiciones en las que tenemos la gráfica (polvo), las condiciones ambientales (temperaturas) y el uso que le damos, influye todo a la hora de ver sobre que grados oscila la temperatura de nuestra gráfica, por lo que igual, simplemente hay que limpiarla un poco para que vuelva a funcionar como debe.
La propia pasta térmica
Esto puede ser un problema, ya que como hemos indicado antes, en el momento en el que abres la gráfica pierdes la garantía, por lo que si quieres comprobar si realmente es culpa de que se ha utilizado una pasta de mala calidad o si simplemente se ha secado, debes desmontar tu tarjeta para comprobarlo.