El boicot económico generalizado hacía el país gobernado por Vladímir Putin a causa de su invasión de Ucrania ha llevado incluye que los diseñadores de chips rusos como Baikal, Yadro y otros no puedan utilizar las fundiciones extranjeras para la fabricación de sus propios chips. En principio la respuesta sería tan fácil como hacerlos en tu territorio. Desgraciadamente, Rusia está atrasada en semiconductores.
Ya hace varias décadas que teóricamente terminó la Guerra Fría con el colapso de la Unión Soviética, pero las relaciones del país geográficamente más grande del mundo con el llamado mundo occidental no se han acabado consolidando del todo y el país eslavo que fue un imperio hace poco más de un siglo no olvida las viejas glorias, muchas de ellas aún en la memoria de mucha gente viva. Es por ello que han querido ser punteros o al menos competitivos en varios sectores estratégicos.
Uno de estos es el de la fabricación de semiconductores, lo que conocemos como chips y no se puede decir que les haya ido bien en ese aspecto. Pese a tener la capacidad de poder diseñar chips propios su capacidad para manufacturarlos en masa se ha ido quedando tecnológicamente cada vez más hacia atrás. Este problema no es nuevo, sino que se arrastra desde principios de los 90 donde la fuerza productiva de la URSS quedo fuera de Rusia tras el colapso en 1991. ¿Los países más beneficiados? Alemania, Bielorrusia y Ucrania. En todo caso no hubo interés en el país de los zares para el desarrollo de una industria competitiva en la fabricación de chips durante un largo tiempo y su industria quedo congelada en el tiempo.
JSC Mikron, la Intel Rusa
JSC Mikron, es la empresa de fabricación de chips más grande que existe en todo el país eslavo, debido a que no solo fabrica, sino también diseña sus productos esta vendría a ser el equivalente a Intel y más de la mitad del hardware que fabrican internamente y exportan desde Rusia es de esta empresa. Se trata de la evolución a empresa privada del instituto de investigación de electrónica molecular en Moscú, la cual se fundó en 1964 en plena carrera espacial. Siendo su utilidad puramente militar. A día de hoy fabrican chips RFID para las tarjetas de crédito, tarjetas SIM y otro tipo de tarjetas inteligentes. Todas ellas para uso doméstico dentro de un país que ha degenerado a una economía completamente autárquica.
Sus fábricas producen obleas de 100, 150 y 200 milímetros de tamaño. Muy lejos de los 300 utilizados a día de hoy por las fundiciones punteras de todo el mundo. No solo eso, sino que se encuentran tan desfasados tecnológicamente que en el 2010 firmaron un acuerdo para usar el nodo de 90 nm de ST Microelectronics. Para situaros temporalmente, los productos bajo dicho nodo de TSMC e Intel se empezaron a producir en el 2003, lo que significaba que hace una década en Rusia había un desfase de 9 años.
Por qué Rusia no es competitiva en semiconductores
Situémonos en el 2014, fecha en la el conflicto entre Ucrania y Rusia empezó a agudizarse y llegaron las primeras sanciones internacionales. Lo cual llevó de manera preventiva a los rusos a crear un programa de fabricación propia de dispositivos semiconductores. La idea no era otra que dejar de depender de fundiciones colocadas en países de influencia estadounidense y tampoco tener que depender de China para la fabricación.
Para el nodo de 65 nm, JSC Mikron decidió desarrollarlo de manera interna y llego a producirse un anuncio sobre dicho nodo. No obstante el anuncio era un engaño enorme. Ya que no era un nodo viable para la fabricación en masa. El motivo detrás de ello es que Rusia necesitaba importar del extranjero la maquinaria necesaria para la fabricación de chips bajo ese nodo.
Puesto que jamás han sido construidas dentro del país eslavo. A día de hoy es el máximo nodo al que pueden llegar y si tenemos en cuenta que en 2022 el nodo más avanzado que se puede conseguir en TSMC es el de 3 nm nos podemos hacer una idea de por qué Rusia no puede reemplazar a TSMC y tampoco a Intel.
Tened en cuenta que el nodo de 65 nm data del año 2005, por lo que estamos hablando que de haber salido el nodo en el 2014 cómo se prometió sería de 9 años, pero estamos en 2022 y, por tanto, hablamos de un retraso tecnológico para rusia en semiconductores de 17 años. Lo cual llevó a que el diseño hecho en Rusia tuviese que volverse fabless y en consecuencia diseñar en Rusia pero fabricar en empresas extranjeras, en especial TSMC. Siendo su diseño más complejo el Baikal BE-M1000, del cual os hicimos una reseña un su día.