Intel ha realizado ciertos cambios de nombre en sus diferentes gamas de procesadores. Ha suprimido las gamas Celeron y Pentium y, además, borrará la letra «i» de sus procesadores Core. Un ejemplo es el nuevo procesador Intel N100, del que ahora podemos ver sus primeros datos de rendimiento.
Todos conocemos de sobra la familia de procesadores Intel Core, la más popular entre los aficionados a los videojuegos, pero menos conocidos son los procesadores Intel N que han llegado más recientemente, con la arquitectura Alder Lake. Estas son soluciones de muy bajo consumo y buen rendimiento pensados para Mini PC, mayormente. También es posible que los veamos en portátiles de gama baja con bajo consumo y otras soluciones, como tablets.
Hasta cierto punto, la idea es competir con las APU de AMD, algo bastante complicado porque ahí los de rojo dominan ampliamente el mercado, especialmente cuando hablamos de consolas (de sobremesa y portátiles), no a nivel de potencia de procesamiento, sino a nivel de tarjeta gráfica. Este es un aspecto en el que Intel va bastante por detrás que su principal competidor.
Intel N100
Primero, debemos conocer un poco más este procesador de gama básica. El Intel N100 se caracteriza por tener 4 núcleos y 4 hilos trabajando a una frecuencia fija de 3.4 GHz. Concretamente, hablamos de E-Cores de arquitectura Gracemont, de ahí que tenga un TDP de solo 6 vatios.
Se complementa este procesador con una gráfica integrada de 24 unidades de ejecución (UE) trabajando a 750 MHz. No es muy potente esta gráfica, pero nos permite con facilidad poder reproducir video 4K @ 60 FPS. Dispone de soporte para decodificación AV1, algo muy inténsate, pero no soporta codificación AV1.
Aceptable, teniendo en cuenta que es un procesador muy básico
El procesador, ni de lejos, está pensado para ejecutar juegos. Les ha dado igual a los chicos de Team Pandory, que en un video muestran el rendimiento de este procesador en juegos.
Las pruebas se basan en los juegos: Genshin Impact, Dota 2, Grid Autosport, GTA V, Minecraft, Resident Evil 5, Skyrim, Sleeping Dogs, CS:GO y Forza Horizon 4. Para poder ejecutarlos han tenido que hacerlo en resolución 720p y la mayoría de ajustes ponerlos al mínimo.
Decir que estos juegos se han movido a una media de 20-30 FPS que, para esta discretísima gráfica, ya es un éxito. Destaca Resident Evil 5 que llego a los 70 FPS y Dota 2 que ha rondado los 40 FPS.
Más pruebas con juegos
Este discreto procesador ha sido sometido a más test en juego. Como en los casos anteriores, son juegos en resolución 720p y con muchos recortes gráficos. Al final, este procesador tiene una potencia gráfica bastante limitada.
Nos parece interesante la buena tasa de frames que ofrece en Burnout Paradise, que ronda los 60 FPS estables en resolución 720p. El procesador puede mover Cuphead sin problemas en resolución 1080p con una tasa de 60 FPS estable, al final, es un juego gráficamente liviano.
Lo pasa muy mal con Frostpunk ejecutado en resolución 720p, donde no consigue llegar a los 30 FPS, es más, difícilmente pasa de los 24 FPS. Un poco mejor rinde Metal Gear Solid V Ground Zeroes en 720p, mostrándose cercano a los 35 FPS, siendo aceptable, sin más.
¿Merece la pena para jugar?
Partiendo de la base de que se trata de un procesador diseñado para realizar tareas de ofimática, contemplar la posibilidad de utilizarlo como equipo para jugar no es una opción en ningún momento. Este procesador nos permitirá disfrutar de juegos que llevan varios años en el mercado y cuyas exigencias gráficas no sea muy elevadas, como es el caso de Cuphead que podemos jugar a 1080 y 60 fps.
Sin embargo, si queremos disfrutar de juegos más modernos, ya no hablamos de última generación, la única forma de hacerlo es a 720p y aun así, no vamos a conseguir un mínimo de 60 fps estable para poder jugar con fluidez. En el mejor de los casos, no vamos a superar los 30 e incluso mantenerlos, por lo que la experiencia de juego es lamentable.
En resumen, si lo quieres utilizar para disfrutar de juegos antiguos es un dispositivo ideal, pero no para títulos que tengan 5 o 6 años en el mercado y que, en su momento, ya requerían de una gráfica con un mínimo de 2 GB de memoria de vídeo.
¿Intel puede competir con las soluciones de AMD?
Las APU AMD con gráficos de arquitectura Vega estaban bien, eran una buena solución. Actualmente, las más actuales ya montan gráfica RDNA 2 y RDNA 3, que ofrecen mayor potencia que las antecesoras.
Actualmente, es muy difícil para Intel competir con estas soluciones integradas, sobre todo, por la experiencia de AMD. Históricamente, las UHD Graphics servían para poco más que mostrar imagen. Que ahora una de gama muy baja pueda mover juegos, aunque sea a 720p @ 30 FPS ya es un gran avance.
Pese a que tienen soluciones más potentes, están lejos de ser una alternativa en cuanto a juegos discretos. Se requiere poder ejecutar juegos como CS:GO, Minecraft, Fortnite o Dota 2, entre otros, en 1080p @ 30-60 FPS. Cuando llegue este momento (que está muy cerca) veremos una competencia por un segmento que es más grande del que podríamos pensar.