Que Intel está pasando por uno de sus peores momentos de su historia no es una novedad, pero es que parece que se lo están ganando a pulso cuando aparecen noticias como la de hoy. Y es que resulta que los de Santa Clara han anunciado su próxima generación de procesadores para automoción, Grizzly Lake, que contará con procesadores de hasta 32 núcleos… igualito que los procesadores de PC de sobremesa, ¿eh?
Intel ha compartido sus planes para la próxima generación de soluciones para automoción. La compañía, más conocida por sus procesadores para PC y centros de datos, parece estar enfocando sus esfuerzos en establecer su posición en la industria de la automoción, donde los procesadores de alto rendimiento, frecuentemente equipados con gráficos dedicados y ahora incluso con NPU para IA, se están convirtiendo en el estándar.
Intel apuesta por procesadores para coches más que para PC
La oferta que Intel tiene ahora mismo para la industria de los vehículos está basada en procesadores con diseños de la era Raptor Lake, específicamente la plataforma Malibu Lake. Esta arquitectura servirá como base para lo que Intel tiene preparado en este año 2025, aunque han compartido un pequeño adelanto de lo que tienen preparado para su próxima generación, que llegará en 2027.
Según esta hoja de ruta, la próxima generación de procesadores de Intel para automoción se lanzará en la primera mitad de 2027. Esta generación, que girará en torno a un procesador denominado por ahora como «Monument Peak», contará con hasta 32 núcleos e incluirá gráficos integrados con arquitectura Intel Xe.
Ahora vamos a echar un vistazo a la oferta actual de Intel para PC de sobremesa: los procesadores tope de gama son los Core Ultra 9 285 (con sus variantes K, T y HX) que cuentan con 24 núcleos en total, pero realmente de estos 24 núcleos solo 8 de ellos son núcleos P, de rendimiento, los otros 16 son núcleos E de eficiencia y bajo consumo. Como podéis ver, literalmente Intel pretende que los coches tengan procesadores con más núcleos y presumiblemente potencia que los de los PC de sobremesa (y portátiles).
El futuro de Intel está en entredicho
Esto es una opinión personal, vaya por delante. La verdad es que todos sabemos que a Intel no le están yendo bien las cosas, y sus dos últimas generaciones aunque sí que han traído mejoras bajo el brazo, realmente no han despuntado en nada, dejando que AMD se los coma en varios segmentos, especialmente en el gaming gracias a los excelentes Ryzen X3D.
Esto, aunado a la «jubilación anticipada» de su CEO, Pat Gelsinger, y a los desastrosos resultados financieros que han presentado en los últimos trimestres, está generando una crisis bastante gorda en la compañía que, como ayer mismo os contábamos, planea despedir al 20% de su plantilla por tercer año consecutivo. Como sigan así van a tener que empezar a cerrar sedes por todo el mundo, porque al final se quedarán solo con el conserje y el personal de limpieza.
En cualquier caso, en lugar de enfocar sus esfuerzo en los mercados en los que son fuertes, toman decisiones como esta: por mucha confianza que tengas en tu producto, entrar en un mercado nuevo en el que no tenías presencia apenas como el de la automoción no deja de ser una apuesta arriesgada, máxime cuando parece que estás dejando bastante de lado el resto de mercados, mientras que AMD está comiéndose tu parte del pastel.
No sé a vosotros, pero a mi desde luego no me parece una buena estrategia para intentar que la compañía remonte, ¿no creéis?