Hace días que se viene hablando de los problemas de estabilidad de los procesadores Intel Core i9. Inicialmente, la compañía ha dicho que el problema viene dado por culpa de los fabricantes de placas base que se saltan los límites establecidos para estas CPU. Pues bien, Intel ha publicado un conjunto de ajustes en BIOS que deberían solucionar el problema.
Según Intel, el problema es que las configuraciones de los fabricantes de placas base exceden las especificaciones. La compañía establece ciertos límites de tensión y otros aspectos para sus procesadores. Pero, los fabricantes de placas base los rebasan y eso generaría problemas.
Modificaciones en la BIOS
La situación está en que Intel acusa a los fabricantes de placas base y estos alegan que no debería existir problema. Mientras tanto, estos últimos están lanzando nuevas BIOS que, teóricamente, solucionan el problema. Vamos, que nadie tiene la culpa y la tienen todos a la vez, mientras tanto, aquellos usuarios con procesadores Core i9 de 13a y 14a Generación siguen con problemas.
Debido a las presiones y las constantes reclamaciones de los usuarios, Intel ha salido a toda prisa con una solución. Recomienda desde la compañía habilitar en BIOS los siguientes parámetros de manera predeterminada:
- CEP (protección contra sobrecorriente de voltaje).
- TVB (aceleración turbo adaptable a la temperatura).
- eTVB (aceleración turbo adaptable a la temperatura mejorada).
- Optimización de voltaje TVB.
- C-States (estado de ahorro de energía).
Adicionalmente, la compañía recomienda desactivar de manera predeterminada:
- IccMax Unlimited Bit (corriente ilimitada).
Junto con todos estos ajustes, la compañía también pide a los usuarios que establezca estas modificaciones adicionales en la BIOS:
- TjMAX Offset (compensación de temperatura crítica máxima) se establece en 0.
- ICCMAX (corriente máxima) no puede exceder los 400 A (la placa base puede alcanzar 512 A).
- ICCMax_App y el límite de consumo de energía (PL) dependen de la situación específica.
Tienes que saber que en muchas placas base, hace años, se establecía un consumo de energía en el procesador de 4.096 vatios. Esencialmente, era como no establecer ningún tipo de límite en cuando el consumo de energía. Actualmente, se suele limitar a 253 vatios o menos, que es el consumo máximo de energía para las frecuencias Boost de los procesadores Core i9.
Estos ajustes en BIOS están enfocados en proteger el procesador y mejorar la estabilidad de los mismos. Intel ha querido destacar que siguen trabajando en averiguar cuál es la raíz del problema.
Más que una solución, un parche
Intel dice que siguen trabajando en saber de donde viene el problema, así que todos y nadie tiene la culpa, parece ser. También dice la compañía que se evite culpar a los fabricantes de placas base, que no tienen la culpa. Así que, tras más de una semana desde que el tema escalara en relevancia, no tenemos claro absolutamente nada.
No tenemos claro que, comprar un Core i9, se pueda considerar como algo óptimo en estos momentos. Quedarse con los Core i7 o pasar a los AMD Ryzen 9 parecen ser compras más «inteligentes» por así decirlo. Pero aquel que ya tenga uno de los procesadores Core i9 de 13a o 14a Generación, debe realizar los ajustes en BIOS indicados por parte de la compañía.