A las pocas semanas del lanzamiento de los Intel Core 13 para ordenadores de escritorio, sus especificaciones se han filtrado por completo y traen con ellas muy malas noticias. En especial por la subida del precio de la luz, ya que los nuevos modelos pueden llegar a consumir mucho más y salir más caros a largo plazo por su impacto en la factura eléctrica. ¿Necesita Intel reformar su planteamiento en cuanto al consumo de sus procesadores? ¿Cuánto consumen los nuevos Intel Core 13?
Una de las particularidades de los procesadores de Intel para escritorio en los últimos años son los llamados modos PL1 y PL2. El primero de ellos es el funcionamiento normal del procesador, el segundo es un consumo mucho mayor para llegar a velocidades más altas. Por lógica PL2 dura un periodo de tiempo muy corto para evitar sobrecalentamientos excesivos del procesador, pero en ese periodo nos podemos encontrar con que pueden llegar a duplicar el TDP. Lo cual le ha llevado a la marca azul a una situación paradójica, ya que si hace unos años se acusaba a AMD de un mal rendimiento por vatio en comparación con su rival, ahora esto le ocurre a Intel.
Los Intel Core 13 pueden llegar hasta los 253 W
Esto no lo decimos nosotros, sino el documento oficial de Intel donde se relatan las especificaciones de los diferentes procesadores de la gama Intel Core 13 para escritorio, conocida también como Raptor Lake-S. Como se puede en la columna de más a la derecha, en la imagen de abajo nos encontramos con que el i7-13700KF, el i7-13700K, el i9-13900KF y el i9-13900K pueden alcanzar los 253 W de consumo energético. Una cifra 12 W más alta que los 241 W de sus predecesores. Mientras que los modelos más modestos se quedan en los 181 W, 11 W más de TDP que los topes de gama de su rival, el Ryzen 7000.
En cuanto a los cambios más importantes de una arquitectura a otra, realmente ya conocíamos a la mayoría. Tenemos cosas como el aumento de E-Cores y del tamaño de las cachés que ya eran previamente conocidas, así como el soporte para memoria DDR5 más rápida. Por lo general no se trata de un cambio radical como el que vimos en Intel Core 12 y nos encontramos más bien con una versión optimizada de su predecesor, con la capacidad de llegar a velocidades más altas y con un mayor rendimiento en multihilo.
Hay que tener en cuenta que el TDP no es «exactamente» el consumo energético en realidad, aunque desde siempre se ha tomado como un indicativo del mismo. Con todo, también hay que tener en cuenta que desde Alder Lake, Intel ha introducido una arquitectura híbrida que permite reducir considerablemente el consumo en tareas livianas… con esto os queremos decir que estos datos hablan de consumo máximo de energía, pero luego en situaciones de la vida real, en promedio no consumen tanto ni por asomo.
Cambios en el chipset para placas base Intel Z790
Otra de las informaciones que hemos visto filtrada de forma oficial son las especificaciones del chipset Z790, el cual será lanzado al mismo tiempo que los Intel Core 13 y podremos instalar en el mismo tanto procesadores de decimosegunda como decimotercera generación en el mismo, al usar el socket LGA1700.
¿Y qué mejoras hay respecto a Z690? Pues por lo visto son más bien pocas, para empezar tenemos que se ha pasado de 16 líneas PCI Express 3.0 a 8 y de 12 líneas PCI Express 4.0 a 20. Lo que se traduce en que el caso del PCIe el ancho de banda total ha aumentado. Por lo demás no hay cambios a destacar o por lo menos aún no los hemos visto filtrados.